anticipe a la espinosa pregunta—. Mi mujer esta segura de que es el, y los ninos tambien.

Recht asintio, por lo visto incapaz de apartar los ojos de Weiss.

—De acuerdo —dijo. No sabia a que se referia, pero parecia una senal alentadora. Confie en que significara que el FBI iba a perder el interes por mi—. ?Y el? —pregunto Recht, senalando con un cabeceo la parte posterior de la exposicion, donde los tipos de urgencias estaban terminando de examinar a Coulter.

—El detective Coulter llego antes que yo.

Recht asintio.

—Eso dice el tipo de la puerta —comento, y el hecho de que lo hubiera preguntado no era muy consolador, asi que decidi dar unos cautelosos pasos de danza.

—El detective Coulter… —dije con cautela, como si luchara por controlarme, y debo admitir que la ronquera producida por el nudo fue de lo mas eficaz—. Llego antes. Antes de que yo pudiera… Creo que… Sacrifico su vida por salvar a Rita.

Pense que sorber por la nariz seria una exageracion, de modo que me contuve, pero hasta yo estaba impresionado por el sonido de mi emocion viril en la voz. Ay, pero no asi 1a agente especial Recht. Miro de nuevo el cuerpo de Coulter, el de Weiss, y despues me miro a mi.

—Senor Morgan —dijo, y habia una duda oficial en su voz. Por un momento, pense que iba a detenerme de todos modos, y quizas ella tambien lo penso. Pero sacudio la cabeza y dio media vuelta.

Y en un universo cuerdo y ordenado, cualquier deidad gobernante habria dicho que ya era suficiente por un dia. Pero como las cosas son como son, no fue asi. Porque me volvi para marchar y me tope con Israel Salguero.

—?El detective Coulter ha muerto? —pregunto, retrocediendo un paso sin parpadear.

—Si. Hum, antes de que yo llegara.

Salguero asintio.

—Si. Eso han dicho los testigos.

Por una parte, era una buena noticia que los testigos hubieran dicho eso, pero por la otra, era muy malo que ya lo hubiera preguntado, pues significaba que su principal preocupacion era, ?Donde estaba Dexter cuando empezaron a caer los cadaveres?

Por lo tanto, con el convencimiento de que una gran una gran demostracion de sentimientos podia salvar el dia, desvie la vista.

—Tendria que haber estado aqui —dije.

Salguero guardo un silencio tan largo, que al final me vi obligado a mirarle, aunque solo fuera para comprobar que no habia desenfundado la pistola y me estaba apuntando a la cabeza. Por suerte para la Cupula Dexter, no era asi. En cambio, me estaba mirando de una forma indiferente y carente de toda emocion.

—Creo que es bueno para ti que no estuvieras aqui —sentencio al final—. Bueno para ti, bueno para tu hermana y bueno para la memoria de tu padre.

—?Hum? —pregunte, y es una prueba de la inteligencia de Salguero que supiera perfectamente a que me referia.

—Ahora ya no quedan testigos… —Hizo una pausa y me dirigio una mirada como la de una cobra que hubiera aprendido a sonreir—. Testigos supervivientes —dijo—, de lo sucedido en cualquiera de estas… circunstancias. —Movio los hombros apenas en lo que podia ser un encogimiento—. Asi que… —No termino la frase, y la dejo flotar de manera que podia significar «y asi termina todo», «voy a detenerte», o incluso «asi que yo mismo te matare», Me miro un momento y repitio—. Asi que…

Esta vez sono como una pregunta. Despues, cabeceo y se alejo, dejandome con la imagen de su mirada brillante y carente de parpados grabada en las retinas.

Asi que.

Por suerte, ahi acabo todo. La dama elegante que lideraba la multitud aporto un momento de emocion. Se trataba de la doctora Elaine Donazetti, una figura muy importante en el mundo del arte contemporaneo. Se abrio paso a traves del perimetro y empezo a tomar fotos polaroid, y tuvo que ser refrenada y alejada de los cadaveres. Pero utilizo las fotos y parte de la cinta de video de Weiss, y publico una serie de articulos ilustrados que le convirtieron en una semicelebridad entre la gente a quien le gusta este tipo de cosas. Asi que, al final, se cumplio su ultima voluntad. Es bonito que las cosas salgan bien, ?verdad?

El detective Coulter tambien tuvo suerte. Los chismorreos del departamento me informaron de que le habian negado en dos ocasiones el ascenso, y supongo que debio pensar en imprimir un salto a su carrera a base de llevar a cabo una dramatica detencion sin ayuda. ?Y salio bien! El departamento decidio que necesitaba un poco de buena publicidad despues de aquel lio tremebundo, y solo contaban con el. Asi que fue ascendido de manera postuma por su heroismo al intentar salvar a Rita sin ayuda.

Asisti a su funeral, por supuesto. Me encanta el ceremonial, el ritual, el desbordamiento de toda aquella rigida emocion, y me concedio la oportunidad de practicar algunas de mis expresiones faciales favoritas: solemnidad, noble pesar y compasion, muy poco utilizadas y necesitadas de entrenamiento.

Todo el departamento estuvo presente, de uniforme, incluso Deborah. Parecia muy palida con su uniforme azul, pero al fin y al cabo, Coulter habia sido su companero, al menos sobre el papel, y el honor exigia que asistiera. El hospital monto un cirio, pero de todos modos le faltaba poco para recibir el alta y la dejaron marchar. No lloro, por supuesto. Nunca habia sido una experta en hipocresia como yo. Pero adopto la expresion solemne necesaria cuando bajaron el ataud, y yo me esforce por imitarla.

Pense que lo habia hecho bastante bien…, pero el sargento Doakes no estaba de acuerdo. Le vi fulminarme con la mirada desde las filas, como si pensara que yo en persona habia estrangulado a Coulter, lo cual era absurdo. Nunca he estrangulado a nadie. Quiero decir, he jugado un poco con un nudo de vez en cuando, pero todo de buen rollo. No me gusta ese tipo de contacto personal, y un cuchillo es muchisimo mas limpio. Me alegre mucho de ver muerto a Coulter, lo cual liberaba a Dexter, pero yo no tenia nada que ver con ello. Como ya he dicho, es bonito que las cosas acaben bien, ?verdad?

Y la vida se puso lentamente en pie y adopto sus antiguas rutinas de nuevo. Yo fui a trabajar, Cody y Astor al colegio, y dos dias despues del funeral de Coulter, Rita fue al medico. Aquella noche, despues de arropar a los ninos, se sento a mi lado en el sofa, apoyo la cabeza sobre mi hombro y me quito el mando a distancia. Apago la television y suspiro unas cuantas veces, y por fin, cuando yo estaba desconcertado hasta extremos insufribles, hable.

—?Pasa algo?

—No. No pasa nada. O sea, creo que no. Si tu, hum, no lo crees.

—?Por que iba a creerlo? —pregunte.

—No lo se —dijo, y suspiro de nuevo—. Es que, ya sabes, nunca lo hemos hablado, y ahora…

—Ahora ?que? —pregunte. Era demasiado. Despues de todo lo que habia padecido, tener que soportar este tipo de anticonversacion circular me irritaba sobremanera.

—Es que ahora… El medico dice que estoy bien.

—Ah. Estupendo.

Ella sacudio la cabeza.

—A pesar de. Ya sabes.

No lo sabia, y no me parecio justo que esperara lo contrario, y asi se lo manifeste. Y despues de una gran exhibicion de carraspeos y tartamudeos, cuando por fin me lo dijo, descubri que habia perdido el poder de la palabra al igual que ella, y lo unico que consegui articular fue el remate de un chiste muy antiguo que, sabia, no era el momento de decir, pero no pude impedirlo, y de todos modos me salio, y como desde muy lejos oi la voz de Dexter exclamar:

—?Que vas a tener que?

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Notas

1

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