pasado por la cabeza.

—Es un buen plan —dijo Kaj Nevis, sonriendo y empezando a quitar los sellos de su traje presurizado—. Anittas, mercenario, a vestirse.

—?Piensas permitir que nos abandonen aqui? —le pregunto Celise Waan a Jefri Lion.

—Estoy seguro de que no pretenden causarnos dano alguno —dijo Lion, dandose leves tirones de la barba —, y aunque lo pretendieran, Celise… ?como quieres que les detenga?

—Llevemos el traje de combate hasta la escotilla principal —le dijo Haviland Tuf a Kaj Nevis mientras que Danwstar y el cibertec se vestian. Nevis asintio, se quito su traje con una contorsion y se unio a Tuf.

No sin ciertas dificultades lograron transportar el enorme traje Unqi hasta la escotilla principal. Tuf se quito el traje presurizado que aun llevaba y abrio los seguros de la escotilla, luego cogio una escalerilla portatil y emprendio la dificil tarea de subir al traje Unqi.

—Un momento, Tuffy —dijo Kaj Nevis, cogiendole por el hombro.

—Senor —dijo Haviland Tuf—, no me gusta ser tocado. Suelteme. —Se volvio a mirarle y la sorpresa le hizo pestanear. Kaj Nevis blandia un vibrocuchillo. La delgada hoja que producia un agudo zumbido y que era capaz de cortar acero solido se movia con tal celeridad que resultaba invisible y estaba menos de un centimetro de la nariz de Tuf.

—Un buen plan —dijo Nevis—, pero debe hacerse un pequeno cambio en el—. Yo ire en el supertraje acompanando a la pequena Rica y al cibertec. Tu vas a quedarte aqui a morir.

—No apruebo la sustitucion —dijo Haviland Tuf—. Me apena enormemente ver como tambien aqui se sospecha sin el menor motivo de mis actos. Puedo asegurar, del mismo modo que se lo he asegurado antes a Celise Waan, que jamas ha pasado por mi cabeza ni la mas minima idea de traicion.

—Que extrano —dijo Kaj Nevis—. Por la mia si, y me parecio una idea excelente.

Haviland Tuf asumio su mejor aspecto de dignidad herida.

—Sus bajos planes han sido reducidos a la nada, senor —anuncio—. Anittas y Rica Danwstar estan detras de usted. De todos es sabido que Rica Danwstar fue contratada justamente para evitar tal tipo de conducta por parte suya. Le aconsejo que se rinda ahora mismo y todo sera mas facil para usted.

Kaj Nevis sonrio.

Rica llevaba el casco bajo el brazo. Estuvo examinando el cuadro que formaban Tuf y Nevis, meneo levemente su linda cabeza y suspiro.

—Tendrias que haber aceptado mi oferta, Tuf. Te dije que llegaria un momento en el cual lamentarias no contar con una aliada. —Se puso el casco, cerro los sellos y tomo uno de los propulsores de aire comprimido—. Vamonos, Nevis.

El rollizo rostro de Celise Waan se ilumino finalmente con algo parecido a la comprension de lo que ocurria y en su honor debe decirse que esta vez no sucumbio a la histeria. Miro a su alrededor en busca de un arma y al no encontrar nada obvio, acabo agarrando a Champinon, que estaba junto a ella observando los acontecimientos con curiosidad.

—?Tu, tu… tu! —grito, lanzando el gato al otro extremo de la habitacion. Kaj Nevis, se agacho. Champinon lanzo un sonoro aullido y se estrello contra Anittas.

—Tenga la amabilidad de no molestar mas a mis gatos —dijo Haviland Tuf.

Nevis, ya recobrado de la sorpresa, agito el vibrocuchillo ante Tuf de un modo mas bien desagradable y Tuf retrocedio lentamente. Nevis se detuvo un instante a recoger el traje presurizado de Tuf y lo convirtio en unos segundos en unas cuantas tiras de tejido azul y plata. Luego trepo cuidadosamente hasta el interior del traje Unqi y Rica Danwstar se encargo de cerrarlo. Nevis necesito cierto tiempo para entender los sistemas de control del traje alienigena, pero unos cinco minutos despues el visor del casco empezo a brillar con un apagado resplandor rojo sangre y los pesados miembros superiores se movieron lentamente. Nevis movio con precaucion los brazos provistos de pinzas en tanto que Anittas abria la parte interior de la doble escotilla. Kaj Nevis se metio dentro de ella caminando pesadamente y haciendo chasquear sus pinzas, seguido primero por el cibertec y luego por Rica Danwstar.

—Lo siento, amigos —anuncio ella mientras la puerta se cerraba—. No es nada personal, solamente aritmetica.

—Muy cierto —dijo Haviland Tuf—. Sustraccion.

Haviland Tuf estaba sentado ante los controles, inmovil y silencioso en la oscuridad, observando el leve brillo de los instrumentos. Champinon, altamente ofendido en su dignidad, se habia instalado de nuevo en el regazo de Tuf y le permitia benevolamente que le acariciara para calmarle.

—El Arca no esta disparando sobre nuestros antiguos companeros —le dijo a Jefri Lion y Celise Waan.

—Todo ha sido culpa mia —replico Jefri Lion.

—No —dijo Celise Waan—. La culpa es de el. —Y su gordo pulgar senalo a Tuf.

—No es usted precisamente un dechado de amabilidad y de discernimiento femenino —observo Haviland Tuf.

—?Discernimiento? ?Que se supone que debo discernir? —dijo ella enfadada.

Tuf cruzo las manos ante su rostro.

—No carecemos de recursos. Para empezar, Kaj Nevis nos dejo un traje presurizado en buenas condiciones —dijo Tuf senalando hacia el traje intacto.

—Y ningun sistema de propulsion.

—Nuestro aire durara el doble de tiempo, ahora que nuestro numero ha disminuido —dijo Tuf.

—Pero seguira acabandose dentro de ese cierto tiempo —le replico secamente Celise Waan.

—Kaj Nevis y sus acompanantes no utilizaron el traje de combate Unqi para destruir la Cornucopia, despues de abandonarla, como muy bien podrian haber hecho.

—Nevis prefirio dejarnos abandonados para que murieramos lentamente —replico la antropologa.

—No lo creo. De hecho, tengo la impresion de que muy probablemente deseaba preservar esta nave como ultimo refugio para el caso de que su plan de abordar el Arca terminara mal —Tuf se callo durante unos segundos como si estuviera pensando—. Mientras tanto tenemos refugio, provisiones y posibilidad de maniobra, aunque esta resulte algo limitada.

—Lo unico que tenemos es una nave averiada a la cual se le esta terminando rapidamente el aire —dijo Celise Waan. Iba a decir algo mas pero en ese mismo instante Desorden entro dando saltos en la sala de control como una bola llena de energia y decision. Venia entusiasmada persiguiendo una pequena joya que ella misma impulsaba a zarpazos por la cubierta. La joya aterrizo a los pies de Celise Waan y Desorden se lanzo sobre ella mandandola al otro extremo, con un no demasiado decidido golpe de zarpa. Celise Waan dio un alarido—. ?Mi anillo de piedra azul! ?Lo he estado buscando! Condenado animal ladron. —Se agacho y extendio la mano hacia el anillo. Desorden se acerco a la mano y recibio un fuerte golpe de Celise Waan, que nunca llego a su destino. Las garras de la gata fueron mas certeras y Celise Waan lanzo un nuevo alarido.

Haviland Tuf se habia puesto en pie. Cogio a la gata y al anillo, coloco a Desorden bajo la proteccion de su brazo y le extendio el anillo con un gesto mas bien despectivo a su ensangrentada propietaria.

—Esto es de su propiedad —dijo.

—Antes de que muera, juro que cogere a ese animal por el rabo y le reventare lo sesos en una pared, si es que los tiene.

—No aprecia en grado suficiente las virtudes de los felinos —dijo Tuf, retirandose de nuevo a su sillon y acariciando a Desorden hasta tranquilizarla igual que antes habia hecho con Champinon—. Los gatos son animales muy inteligentes y de hecho es bien sabido que todos ellos poseen ciertas facultades extrasensoriales. Los pueblos primitivos de la Vieja Tierra llegaron a considerarles dioses en algunos casos.

—He estudiado pueblos primitivos que adoraban la materia fecal —dijo tozudamente la antropologa—. ?Ese animal es una bestia sucia y repugnante!

—Los felinos son casi excesivamente limpios y remilgados —le replico Tuf con voz tranquila—. Desorden no ha salido todavia de la ninez, practicamente, y su afan de jugar y su temperamento caotico no han remitido todavia. Es muy tozuda, pero eso es solo una parte de su encanto pues, curiosamente, es tambien un animal de costumbres. ?A quien no podria acabar conmoviendole la alegria que despliega al jugar con los pequenos objetos que encuentra? ?Quien no es capaz de divertirse ante la conmovedora frecuencia con que extravia sus juguetes bajo las consolas de esta misma sala? Ciertamente, solo las personas mas amargadas y provistas de corazones de piedra… —Tuf pestaneo rapidamente, una, dos, tres veces. En su palido e inmutable rostro el efecto fue el de

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