poseemos un traje presurizado.

—Estamos dentro de una nave —dijo Celise Waan con voz francamente sarcastica—. ?Para que necesitamos trajes?

—Quiza para nada —admitio Tuf—. Es cierto que el campo de aterrizaje parece funcionar como una enorme escotilla y mis instrumentos indican que ahora nos encontramos rodeados por una atmosfera de oxigeno y nitrogeno, totalmente respirable, que fue bombeada al interior una vez se hubo completado el proceso de cerrar la cupula.

—Entonces, Tuf, ?donde esta el problema? —Sin duda me estoy excediendo en la cautela —dijo Haviland Tuf—, pero debo confesar que siento cierta inquietud. El Arca, a pesar de hallarse abandonada ya la deriva, sigue indudablemente cumpliendo ciertas funciones y de ello dan prueba las plagas que regularmente asolan H’Ro Brana al igual que la eficiencia con la que supo defenderse al aproximamos. Todavia no tenemos ninguna idea de por que fue abandonada y tampoco sabemos que le sucedio a la tripulacion, pero me parece claro que su intencion era hacer que el Arca siguiera con vida. Quiza la esfera defensiva exterior no fuera sino la primera de una serie de lineas defensivas automatizadas.

—Una idea de lo mas intrigante —dijo Jefri Lion—. ?Trampas?

—De tipos bastante especiales. La atmosfera que nos aguarda ahi fuera puede estar literalmente repleta de plagas desconocidas o de epidemias propagables por contagio biogenetico. ?Podemos atrevemos a correr ese riesgo? Me sentiria mucho mejor dentro de un traje presurizado aunque cada uno de nosotros es libre de tomar su propia decision.

Celise Waan parecia inquieta. —El traje deberia llevarlo yo —dijo—. Solo tenemos uno y creo que se me debe esa consideracion despues de la brutalidad y escasa educacion con que se me ha tratado.

—Senora, no es necesario que nos metamos de nuevo en esa discusion —dijo Tuf—. Nos encontramos en una cubierta de aterrizaje ya nuestro alrededor veo otras nueve espacionaves de disenos variados. Una de ellas es un caza Hruun, otra un mercante Rianes y veo dos cuyo diseno no me resulta nada familiar. y cinco son claramente algun tipo de lanzaderas, ya que son todas iguales. Su tamano es superior al de mi pobre nave aqui presente y sin duda son parte del equipo original del Arca. Dada mi experiencia pasada doy por sentado que estas lanzaderas poseeran trajes presurizados y por lo tanto tengo la intencion de utilizar el unico traje que nos queda y registrar esas naves que tenemos tan cerca, hasta haber encontrado trajes para los otros dos.

—No me gusta —replico secamente Celise Waan—. Tuf sale fuera en tanto que nosotros seguimos aqui dentro, atrapados.

—La vida esta repleta de vicisitudes similares —dijo Tuf—, y en un instante u otro, todos debemos aceptar algo que no nos gusta.

Tuvieron ciertos problemas con la escotilla. Se trataba de una pequena compuerta de emergencia y tenia controles manuales. El hacer funcionar la puerta exterior, atravesarla y dejarla luego cerrada fue facil, pero la puerta interior era un asunto totalmente distinto y no tan sencillo de resolver.

Apenas la puerta exterior quedo cerrada la gran recamara se lleno nuevamente de aire, pero la puerta interior parecia atascada. Rica Danwstar lo intento en primer lugar pero la gran rueda metalica se nego a girar y la palanca no cedia.

—?FUERA DE MI CAMINO! —dijo Kaj Nevis, con su voz convertida en un ronco graznido por los circuitos comunicadores del traje de combate Unqi, y elevada a un nivel casi insoportable por los altavoces externos del mismo. Avanzo pesadamente hacia la puerta con sus enormes pies en forma de disco resonando en el metal de la cubierta y los grandes brazos superiores del traje de combate aferraron la rueda para hacerla girar. La rueda se resistio durante un momento y luego empezo a torcerse con un chirrido para acabar soltandose de la puerta.

—Buen trabajo —dijo Rica y se rio. Kaj Nevis gruno algo que resulto ininteligible, pero que resono como un trueno en la gran estancia. Agarro la palanca e intento moverla pero lo unico que consiguio fue partirla.

Anittas se acerco a los resistentes mecanismos de la puerta.

—Hay unos botones de codigo —dijo senalando hacia ellos—. Si conocieramos la secuencia del codigo adecuado sin duda nos dejaria entrar automaticamente. Tambien hay una conexion para ordenador. Si puedo conectar con el, quiza logre extraer el codigo correcto del sistema.

—?ENTONCES A QUE ESPERAS? —le pregunto Kaj Nevis en tanto que el visor de su casco ardia con un lugubre resplandor rojizo.

Anittas alzo los brazos y extendio las manos en un ademan de impotencia. Con las partes mas obviamente organicas de su cuerpo cubiertas por el tejido azul y plata de su traje presurizado y sus ojos plateados visibles al otro lado del plastico parecia mas que nunca un robot. Kaj Nevis, dominandole con su gran talla, parecia un robot mucho mas enorme.

—Este traje no ha sido disenado correctamente —dijo Anittas—. No puedo conectar con el ordenador si no me lo quito.

—?ENTONCES, HAZLO! —dijo Nevis. —?Sera seguro hacerlo? —pregunto Anittas—. No estoy totalmente…

—Aqui dentro hay aire —dijo Rica Danwstar, indicando con un gesto los controles de la pared.

—Ninguno de los dos os habeis quitado el traje —replico Anittas—. Si cometo un error y abro la puerta exterior, en vez de la interior, puedo morir antes de que me sea posible cerrar otra vez.

—?PUES NO COMETAS NINGUN ERROR! —retumbo la voz de Kaj Nevis.

Anittas se cruzo de brazos. —Puede que el aire no sea seguro, Kaj Nevis. Esta nave lleva mil anos a la deriva, abandonada. Incluso el sistema mas sofisticado puede fallar en todo o en parte con el paso del tiempo. No estoy dispuesto a poner en peligro mi persona.

—?AH!, ?NO? —trono Kaj Nevis. Se oyo un chirrido y uno de los brazos inferiores se alzo lentamente. La pinza metalica se abrio, cogiendo al cibertec por la cintura y apretandole contra la pared mas cercana. Anittas solo logro lanzar un chillido de protesta antes de que uno de los brazos superiores del traje Unqi se acercara a el. Una mano colosal recubierta de metal negro aferro el cierre de su traje y dio un tiron. El casco y toda la parte superior de su traje cedieron con un crujido, Anittas estuvo a punto de perder la cabeza junto con la mitad de su traje—. ?DEBO CONFESAR QUE ME GUSTA ESTE TRAJE! —proclamo Kaj Nevis y le dio una leve sacudida al cibertec con la pinza. Otra parte del traje se rompio y por debajo de la tela metal izada empezo a brotar la sangre—. ?ESTAS RESPIRANDO!, ?NO?

De hecho Anittas estaba practicamente hiperventilandose. Logro mover la cabeza, asintiendo.

El traje de combate le derribo al suelo de un empujon. —?ENTONCES!, ?AL TRABAJO! —le dijo Nevis.

—En ese instante fue cuando Rica Danwstar empezo a ponerse nerviosa. Retrocedio unos pasos con disimulo y se apoyo en la puerta exterior, alejandose de Kaj Nevis todo lo posible y, mientras Anittas se quitaba los guantes y los restos de su traje hecho pedazos, intento analizar la situacion. Anittas deslizo su mano derecha, la metalica, dentro de la conexion del ordenador. Rica habia colocado la funda de su arma sobre el traje por lo que el aguijon le resultaba accesible pero de repente su presencia no le resulto tranquilizadora como de costumbre. Examino el grueso metal de la armadura Unqi y se pregunto si no habria cometido una idiotez al escoger su aliado. Estaba claro que una tercera parte del botin era algo mucho mas ventajoso que la pequena tarifa de Jefri Lion pero… ?y si Nevis habia decidido que el reparto no iba a ser entre tres?

Oyeron un ruido repentino y agudo y la puerta interior empezo a deslizarse a un lado. Detras de ella habia un pasillo no muy ancho que se perdia en la oscuridad. Kaj Nevis avanzo hasta el umbral y examino el pasillo en tanto que su visor lanzaba reflejos escarlata sobre las paredes. Luego se volvio lentamente hacia ellos.

—?TU, MERCENARIA! —le dijo a Rica Danwstar—. VE A EXPLORAR.

Rica tomo una rapida decision. —Vale, vale, jefe —contesto. Saco su arma y avanzo rapidamente hacia la puerta, cruzandola y metiendose en el corredor, siguiendolo durante unos diez metros hasta llegar a una encrucijada. Una vez alli se detuvo y se volvio a mirar. Nevis, con su enorme coraza metalica, llenaba practicamente todo el hueco de la puerta. Anittas permanecia inmovil a su lado. El cibertec, normalmente tan callado, tranquilo y eficiente, temblaba un poco—, No os movais de ahi —les grito Rica—. ?No parece seguro! — Luego se volvio, escogio una direccion al azar y echo a correr como si la persiguiera el diablo.

Haviland Tuf tardo mucho mas de lo que habia previsto en localizar los trajes. La nave mas proxima era el caza Hruun, una maquina de color verde literalmente repleta de armamento que parecia perfectamente cerrada

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