abria en el corredor que habia dejado apenas hacia un segundo. Solo la luz reflejada por los muros basto para dejar deslumbrado a Jefri Lion durante unos instantes. Retrocedio cautelosamente, observando la interseccion de pasillos. La granada tendria que haberle quemado las retinas a Nevis y la radiacion bastaba para matarle en unos segundos.

La unica senal que habia de Nevis era una enorme sombra, de una negrura absoluta, que se proyectaba mas alla de la interseccion de los corredores.

Jefri Lion se batio en retirada, jadeando. y Kaj Nevis, andando muy despacio, aparecio en la esquina. Su visor estaba tan oscurecido que parecia casi negro pero, mientras Lion le observaba, el brillo rojo volvio a encenderse lentamente hasta alcanzar su intensidad habitual.

—?MALDITO SEAS TU y TODOS TUS JUGUETES ESTUPIDOS! —retumbo la voz de Nevis.

Bueno, penso Jefri Lion, no importaba. El canon de plasma se encargaria de el, no cabia duda de eso, y ahora solo estaba a unos diez metros de la zona de fuego.

—?Abandonas, Nevis? —le desafio, avanzando sin prisas hacia la zona de fuego—. ?Quizas el viejo soldado ha resultado demasiado rapido para ti?

Pero Kaj Nevis no se movio. Por un momento Jefri Lion se quedo perplejo. ?Le habria logrado alcanzar la radiacion, despues de todo, a pesar de su traje? No, era imposible. Pero Nevis no podia abandonar ahora la caceria, no cuando Lion le habia logrado llevar con tanto trabajo hasta la zona de fuego y su sorpresa en forma bola de plasma. Nevis se rio. Estaba mirando por encima de la cabeza de Lion. Jefri Lion alzo los ojos justo a tiempo de ver como algo abandonaba su escondite en el techo y se lanzaba aleteando sobre el. La criatura era negra como la pez y se impulsaba con unas oscuras y enormes alas de murcielago. Tuvo una fugaz vision de unos ojos rasgados de color amarillo en los cuales ardian dos angostas pupilas rojizas. Luego la oscuridad le envolvio como una capa y una carne, humeda y rugosa como el cuero, tapo su boca ahogando su grito de sorpresa y pavor.

Rica Danwstar penso que, de momento, todo era muy interesante.

Una vez se habia logrado dominar el sistema y comprenderlos mandos, se podia descubrir un monton de cosas. Por ejemplo, se podia descubrir la masa aproximada y la configuracion corporal de todas esas lucecitas que se movian en la pantalla. El ordenador era incluso capaz de preparar una simulacion tridimensional siempre que se le pidiera educadamente, cosa que Rica hizo.

Ahora todo estaba empezando a encajar. Asi que, despues de todo, Anittas habia desaparecido de la escena. El sexto intruso, el de Cornucopia, era solamente uno de los gatos de Tuf.

Kaj Nevis y su supertraje andaban persiguiendo a Jefri Lion por la nave. Pero uno de los puntos negros, un dracula encapuchado, acababa de caer sobre Lion.

El punto rojo que representaba a Celise Waan habia dejado de moverse aunque no se habia apagado. La gran masa negra de puntos se estaba acercando a ella.

Haviland Tuf estaba solo en el eje central, metiendo algo dentro de una cuba clonica e intentando pedirle al sistema que activara el campo temporal. Rica dejo que la orden siguiera su curso.

Y el resto de las bioarmas andaban sueltas por los corredores.

Rica decidio que lo mejor seria dejar que las cosas se aclararan un poco por si mismas antes de que ella interviniera.

Mientras tanto, habia logrado desenterrar el programa necesario para limpiar de plaga el interior de la nave. Primero tendria que cerrar todos los sellos de emergencia, clausurando cada sector de modo individual. Luego podria dar principio al proceso: evacuacion de atmosfera, filtracion, irradiacion con un factor de redundancia masiva, incorporado en pro de la seguridad y finalmente, cuando la atmosfera nueva llenara la nave, instalacion en ella de los antigenos adecuados. Complicado y largo, pero efectivo.

Y Rica no tenia ninguna prisa.

Lo primero que le habia fallado fueron las piernas. Celise Waan estaba tendida en el centro del pasillo, en el que habia caido, con la garganta oprimida por el terror. Todo habia ocurrido tan de repente. En un momento dado habia estado corriendo por el pasillo persiguiendo al maldito gato y de pronto habia sufrido un terrible mareo que la habia dejado excesivamente debil como para continuar. Habia decidido descansar un instante para recuperar el aliento y se habia sentado en el suelo, pero no habia notado un gran alivio. Luego, al querer levantarse porque se notaba cada vez peor, as piernas se le doblaron cual si estuvieran hechas de goma y Celise Waan se derrumbo de bruces en el suelo.

Despues de eso sus piernas se habian negado a moverse y ya ni tan siquiera podia sentirlas. De hecho, no tenia sensacion alguna por debajo de la cintura y la paralisis estaba trepando lentamente por su cuerpo. Aun podia mover los brazos, pero cuando lo hacia notaba un agudo dolor y sus movimientos eran tan torpes como lentos.

Tenia la mejilla apretada contra el suelo. Intento alzar la cabeza y no lo consiguio. De pronto todo su torso se estremecio con una insoportable punzada de dolor.

A dos metros de distancia uno de los animales parecidos a gatos asomo por una esquina y clavo en ella sus enormes y aterradores ojos. Su boca se abrio en un lento bufido.

Celise Waan intento no chillar. Aun tenia la pistola en la mano. Lenta y temblorosamente la fue arrastrando hasta que estuvo delante de su rostro. Cada movimiento era una agonia. Luego apunto tan bien como pudo, bizqueando para distinguir el punto de mira, y disparo.

El dardo dio en el blanco. y Celise Waan recibio un diluvio de fragmentos de animal. Uno de ellos, humedo y repugnante, aterrizo sobre su mejilla.

Se sintio un poco mejor. Al menos habia logrado matar al animal que la atormentaba y estaba a salvo de eso. Seguia enferma e indefensa, claro, y quiza lo mejor seria descansar. Si, dormiria un poco y despues se encontraria mejor. Otro animal aparecio de un salto en el pasillo. Celise Waan intento moverse y vio que el esfuerzo era inutil. Cada vez le pesaban mas los brazos.

Al primer animal le siguio un segundo. Celise arrastro nuevamente su arma hasta tenerla junto a la mejilla e intento apuntar. Un tercer animal aparecio junto a los otros dos, distrayendola, y el dardo erro el blanco, explotando inofensivamente a lo lejos.

Uno de los gatos le lanzo un escupitajo. Le dio de lleno entre los ojos.

El dolor resultaba absolutamente increible. Si hubiera podido moverse, se habria arrancado los ojos de las cuencas y habria rodado por el suelo, dando alaridos y aranandose la piel. Pero no podia moverse. Lanzo un chillido casi inaudible.

Su vision se convirtio en una borrosa mancha de color y luego se esfumo.

Oyo… patas. Ruido de patas acolchadas, leve y sigiloso. Patas de gato.

?Cuantos habia? Celise sintio un peso en la espalda. y luego otro, y otro. Algo golpeo su paralizada pierna derecha y sintio vagamente como se desplazaba por encima de ella.

Sintio el ruido de un escupitajo y su mejilla se incendio. Estaban por todas partes, encima de ella, arrastrandose a su alrededor. Podia notar su duro pelaje en una mano. Algo le mordio la nuca. Grito pero el mordisco continuo y se hizo mas hondo, pequenos dientes puntiagudos que se afianzaron en su carne y empezaron a tirar de ella.

Otro mordisco en un dedo. Sin saber como, el dolor le dio fuerzas y logro mover la mano. Al hacerlo se alzo una cacofonia de bufidos a su alrededor, las irritadas protestas de los animales. Sintio que le mordian la cara, la garganta, los ojos. Algo estaba intentando meterse dentro de su traje.

Movio la mano lenta y torpemente. Aparto cuerpos de animales, recibio mordiscos y siguio moviendola. Tanteo su cinturon y por ultimo sintio el objeto duro y redondo entre sus dedos. Lo saco del cinturon y lo acerco a su rostro, sosteniendolo con toda la fuerza que le quedaba.

?Donde estaba el gatillo para armarla? Su pulgar recorrio el objeto, buscando. Ahi. Le dio media vuelta y luego lo apreto tal y como Lion le habia dicho.

Cinco, recito en silencio, cuatro, tres, dos, uno. y! en su ultimo instante, Celise Waan vio la luz.

Kaj Nevis se habia reido mucho contemplando el espectaculo.

No sabia que demonios era esa condenada cosa, pero habia resultado mas que suficiente para entenderselas con Jefri Lion. Cuando cayo sobre el le rodeo con las alas y durante unos cuantos minutos Lion

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