lucho y se debatio, rodando por el suelo con la criatura tapandole la cabeza y los hombros. Parecia un hombre luchando con un paraguas y el resultado era de una irresistible comicidad.

Finalmente Lion acabo quedandose inmovil. Solo sus piernas se agitaban de vez en cuando debilmente. Sus gritos cesaron y en el corredor se oyo un ritmico sonido de succion.

Nevis estaba tan divertido como contento de lo que habia pasado, pero se imagino que lo mejor seria no dejar ningun cabo suelto. La criatura estaba absorta alimentandose de Lion, y Nevis se acerco a ella tan silenciosamente como pudo, lo cual no era gran cosa, y la agarro. Cuando la arranco de los restos de Jefri Lion se oyo un ruido parecido al que hace una botella al ser descorchada.

Maldicion, penso Nevis, un trabajo de todos los diablos. Toda la parte frontal del casco de Lion estaba reventada. La criatura poseia una especie de pico para chupar, de una consistencia cercana a la del hueso, y lo habia clavado directamente en el visor de Lion, absorbiendole despues la mayor parte del rostro. Un espectaculo bastante feo, a decir verdad. La carne parecia casi derretida y en algunas zonas asomaba el hueso.

El monstruo aleteaba locamente en sus brazos y emitia un chillido bastante desagradable, a medio camino entre el gimoteo y el zumbido. Kaj Nevis extendio su brazo, apartandolo tanto como pudo, y dejo que aleteara mientras lo estudiaba. La criatura ataco su brazo, una y otra vez, pero no consiguio resultado alguno. Le gustaban esos ojos. Eran realmente malignos y aterradores. Penso que la criatura podia resultar util y se imagino lo que pasaria una noche si soltaba de golpe doscientas cosas de su especie en Shandicity. ?Oh, si! estarian dispuestos a pagar el precio que pidiera. Le darian lo que pidiera, fuera lo que fuera: dinero, mujeres, poder, incluso el condenado planeta entero si eso era lo que deseaban. Iba a ser muy divertido poseer semejante nave.

Mientras tanto, sin embargo, esta criatura en concreto podia acabar siendo mas bien una molestia.

Kaj Nevis agarro un ala con cada mano y la partio en dos. Luego, sonriendo, regreso por donde habia venido.

Haviland Tuf comprobo de nuevo los instrumentos y ajusto delicadamente el flujo del liquido. Una vez satisfecho, cruzo las manos sobre el estomago y se acerco a la cuba en cuyo interior giraba un liquido opaco de un color entre el rojo y el negro. Al contemplarlo Tuf sintio algo parecido al vertigo, pero sabia que eso era solo un efecto colateral del campo de estasis. En ese pequeno tanque, tan diminuto que casi podia rodearlo con las dos manos, se estaban desplegando vastas energias primigenias e incluso el tiempo se aceleraba para cumplir sus ordenes. Verlo le producia una extrana sensacion de reverencia y temor.

El bano nutritivo se fue aclarando gradualmente hasta volverse casi traslucido y en su interior a Tuf le parecio por un segundo que podia distinguir ya una silueta oscura que cobraba forma, creciendo y creciendo visiblemente. Todo el proceso ontogenetico se desarrollaba ante sus mismos ojos. Cuatro patas, si, ya podia verlas. y una cola. Tuf llego a la conclusion de que eso solo podia ser una cola.

Regreso a los controles. No deseaba que su creacion fuera vulnerable a las plagas que habian acabado con Champinon. Recordo la inoculacion que el tirano saurio habia recibido muy poco antes de su inesperada y mas bien molesta liberacion. Sin duda tenia que existir un modo para administrar los antigenos y la profilaxis adecuada antes de completar el proceso de nacimiento. Haviland Tuf empezo a buscar cual era exactamente ese modo.

El Arca estaba casi limpia. Rica habia sellado ya las barreras en tres cuartas partes de la nave y el programa de esterilizacion seguia su curso, con la logica automatizada e inexorable que le era propia. La cubierta de aterrizaje, la seccion de ingenieria, la sala de maquinas, la torre de control, el puente y nueve sectores mas aparecian ahora con un palido y limpio color azul en la imagen de la gran pantalla. Solo el gran eje central, los corredores principales y las areas de laboratorios cercanas a el seguian tenidas por ese rojo casi corrosivo que indicaba una atmosfera repleta de enfermedades y muerte en una miriada de formas distintas.

Eso era justamente lo que Rica Danwstar deseaba. En esos sectores centrales, conectados entre si, estaba teniendo lugar otro tipo de proceso que poseia una logica igualmente implacable. La ecuacion final de ese proceso, no le cabia duda, la dejaria como unica duena y senora de la sembradora y de todo su conocimiento, poder y riqueza.

Dado que el puente ya estaba limpio, Rica se habia quitado el casco y daba gracias de haber podido hacerlo. Tambien habia pedido un poco de comida. En concreto, una gruesa tajada proteinica, obtenida de una criatura llamada bestia de carne, que el Arca habia mantenido en un suculento estasis durante mil anos, y que habia engullido acompanada por un gran vaso de agua dulce y helada que sabia ligeramente a miel de Milidia. Mientras observaba los informes que fluian en la pantalla, habia ido comiendo y bebiendo, disfrutando enormemente a cada bocado.

Las cosas se habian simplificado considerablemente ahi abajo. Jefri Lion habia salido de escena y en cierto modo le parecia lamentable. Era un hombre inofensivo, aunque su ingenuidad resultara a veces insoportable. Celise Waan estaba tambien fuera de juego y, por sorprendente que pareciera, se las habia arreglado para llevarse consigo a los gatos del infierno. Kaj Nevis se habia encargado del dracula encapuchado.

Solo quedaban Nevis, Tuf y ella.

Rica sonrio. Tuf no representaba ningun problema. Estaba muy ocupado fabricando un gato y siempre habia un modo sencillo y rapido para eliminarle. No, el unico obstaculo real que se interponia aun entre Rica y el trofeo final era Kaj Nevis y el traje de combate Unqi. Lo mas probable era que en esos instantes Kaj se encontrara realmente confiado yeso era bueno. Que siguiera asi, penso Rica.

Termino de comer y se lamio los dedos. Pensaba que ya habia llegado el momento de su leccion zoologica. Pidio los informes existentes sobre las tres bioarmas que todavia vagaban por la nave y penso que si alguna de ellas resultaba adecuada no debia preocuparse. Despues de todo, le quedaban aun treinta y nueve mas en el campo de estasis, esperando el momento de la liberacion. Podia escoger a su verdugo sin ningun tipo de problemas.

?Un traje de combate? Lo que tenia a su disposicion era mejor que cien trajes de combate.

Una vez hubo terminado de leer los perfiles zoologicos Rica Danwstar sonreia ampliamente.

Basta de reservas y precauciones. El unico problema era hacer las presentaciones del modo adecuado. Comprobo la geografia de la zona en la gran pantalla y trato de pensar en lo tortuosa que podia llegar a ser, en ultimo extremo, la mente del viejo Kaj Nevis.

Rica sospechaba que no lo suficiente.

Los malditos pasillos seguian interminablemente y nunca parecian llevar a ningun sitio que no fueran mas pasillos. Sus indicadores mostraban que ya estaba usando el aire del tercer tanque. Kaj Nevis sabia que era imprescindible encontrar rapidamente a los demas y quitarles de enmedio para poder dedicarse luego a resolver el problema de como demonios funcionaba aquella condenada nave.

Estaba recorriendo un pasillo especialmente largo y amplio cuando, de repente, una especie de cinta plastica incrustada en el suelo empezo a relucir bajo sus pies.

Nevis se detuvo y fruncio el ceno. La cinta relucia casi como si intentara indicarle algo. Iba en linea recta hacia adelante y luego torcia por la siguiente interseccion de pasillos penetrando en el de la derecha.

Nevis dio un paso hacia adelante y la parte de cinta que tenia a la espalda se apago.

Le estaban indicando que fuera hacia algun sitio. Anittas habia dicho algo respecto a que estaba conduciendo a varias personas dentro de la nave justo antes de recibir su pequeno corte de pelo. ?Asi que lo hacia de ese modo? ?Seria quiza posible que el cibertec gozara todavia de algun tipo de vida dentro del ordenador del Arca? Nevis lo dudaba. Anittas le habia dado la impresion de estar muerto y bien muerto y Kaj tenia mucha experiencia en cuanto a como hacer que alguien se muriera. Entonces, ?de quien se trataba ahora? Rica Danwstar, por supuesto. Tenia que ser ella. El cibertec dijo que la habia conducido hasta la sala de control.

Entonces, ?a donde estaba intentando llevarle? Kaj Nevis lo estuvo meditando durante unos instantes. Dentro de su traje de combate tenia la sensacion de que era invulnerable a casi todo pero, ?por que correr riesgos? Ademas, Danwstar era una perra traicionera y entraba perfectamente dentro de lo posible que estuviera pensando en hacerle dar vueltas y vueltas sin rumbo hasta que se le terminara el aire.

Se dio la vuelta con ademan decidido y partio en direccion opuesta a la indicada por la seductora cinta plateada.

Al llegar a la siguiente encrucijada una cinta verde se encendio de repente, senalando hacia su

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