Pasaron cuarenta y siete dias y, para entonces, Desorden ya se habia acostumbrado a dormir junto a ella, enroscada sobre la almohada, rozando con su pelaje blanquinegro la mejilla de Tolly Mune.

El dia numero cuarenta y ocho Haviland Tuf llamo. Si le sorprendio ver a su gata en el regazo de la Maestre de Puerto, no dio la menor muestra de ello.

—Maestre de Puerto Mune… —dijo. —?Aun no se ha rendido? —le pregunto ella. —En lo mas minimo — replico Tuf—. De hecho, estoy preparado para reclamar el precio de mi victoria.

La reunion era demasiado importante para ser celebrada mediante enlaces de video por muy protegidos que estuvieran contra todo tipo de indiscrecion. Josen Rael habia llegado a la conclusion de que quiza Vandeen tuviera medios para traspasar los escudos. Al mismo tiempo, dado que Tolly Mune habia llevado directamente todos los tratos con Tuf y quiza pudiera comprender sus reacciones mucho mejor que el Consejo, resultaba imperativo que estuviera presente y su aversion por la gravedad fue considerada carente de importancia. De ese modo, Tolly Mune cogio el ascensor para dirigirse a la superficie, por primera vez en mas anos de los que le gustaba recordar, y fue transportada en un taxi aereo a la camara mas elevada de la torre del consejo.

La enorme estancia poseia cierta dignidad espartana. Se encontraba dominada por una colosal mesa de conferencias cuya brillante superficie era toda ella un inmenso monitor. Josen Rael estaba sentado en el sitio mas importante, ocupando un sillon negro en el cual se distinguia el globo de S’uthlam en relieve tridimensional.

—Maestre de Puerto Mune… —la saludo mientras ella avanzaba penosamente hasta un asiento libre situado al otro extremo de la mesa.

La estancia se hallaba repleta de poder: el consejo interno, la elite de la faccion tecnocratica, los burocratas situados en los puestos clave. Media vida habia pasado para Tolly Mune desde su ultima visita a la superficie, pero veia los noticiarios y pudo reconocer a muchos de ellos, como el joven canciller de agricultura rodeado por sus secretarios, sus ayudantes para la investigacion botanica y el desarrollo oceanico, ya los encargados del procesado alimenticio. Tambien se encontraban presentes el consejero de guerra y su ayudante ciborg; el administrador de transportes; la encargada de los bancos de datos y su jefe de analistas; los consejeros de seguridad interna, ciencia y tecnologia, relaciones interestelares e industria; el comandante de la Flotilla Defensiva; el oficial mas antiguo de la policia mundial. Todos movieron la cabeza y la contemplaron con rostros desprovistos de expresion.

En favor suyo, debe decirse que Josen Rael prescindio de toda formalidad.

—Han dispuesto de una semana para estudiar las cifras de Tuf, asi como las semillas y muestras que nos ha proporcionado —pregunto—. ?Y bien?

—Es dificil emitir un juicio preciso —dijo el jefe de analistas—. Puede que sus cifras den en el blanco o puede que esten totalmente equivocadas por basarse en unas suposiciones iniciales erroneas. No podre emitir un juicio preciso hasta que… bueno, digamos que haran falta varias cosechas y varios anos como minimo. Todas las cosas que Tuf ha clonado para nosotros, tanto las plantas como los animales, son desconocidas en S’uthlam. Hasta que no las hayamos sometido a duras experiencias para decidir como van a comportarse bajo condiciones s’uthlamesas, no podemos estar seguros de la diferencia que van a suponer en el estado actual de las cosas.

—Si es que van a suponer alguna —dijo la consejera de seguridad interna, una mujer tan baja como fornida.

—Cierto —admitio el analista. —Creo que se muestran demasiado conservadores —les interrumpio el consejero de agricultura. Era el miembro mas joven del consejo y como tal solia hablar de un modo algo impetuoso. En ese momento sonreia tan ampliamente que su flaco rostro daba la impresion de ir a partirse en dos mitades—. Mis informes son claramente brillantes. —Ante el habia un monton de cristales de datos. Los extendio como si fueran fichas de juego y, escogiendo uno, lo introdujo en su terminal. Bajo la cristalina superficie de la mesa empezaron a desplegarse lineas de cifras y letras—. Aqui esta nuestro analisis de lo que el llama omnigrano —dijo el consejero—. Increible, realmente increible. Un hibrido creado mediante cirugia gen etica y totalmente comestible. Totalmente comestible, senores consejeros, todas y cada una de sus partes. El tallo tiene una altura semejante a la de la neohierba, es muy alto en contenido de carbohidratos y posee una textura algo crujiente que no resulta nada desagradable, si se alina un poco, pero su utilidad basica es la de forraje para el ganado. Las mazorcas proporcionan un grano excelente con una relacion entre materia comestible y partes secas superior a la del nanotrigo o la del arroz. La cosecha es facil de transportar, puede almacenarse y conservarse casi para siempre sin necesidad de refrigeracion, es imposible que sufra danos y posee un alto contenido proteinico. ?Y las raices son tuberculos comestibles! No solo eso: ademas crece tan condenadamente rapido que nos dara un numero de cosechas por temporada doble al actual. Estoy meramente avanzando hipotesis, claro esta, pero he calculado que si plantamos omnigrano en nuestras zonas dedicadas actualmente al nanotrigo, neohierba y arroz recogeremos tres o cuatro veces mas calorias que ahora.

—Debe tener algunas desventajas —protesto Josen Rael—. Parece demasiado bueno para ser cierto. Si este omnigrano es tan perfecto, ?por que no hemos oido hablar de el con anterioridad? Lo cierto es que Tuf no puede haberlo creado en estos ultimos dias por si solo.

—Claro que no. Hace siglos que existe. Encontre una referencia a el en nuestros bancos de datos, lo crean o no. Fue creado por el CIE durante la guerra para proveer a las necesidades militares. Crece de prisa, que es lo ideal cuando uno no esta demasiado seguro de si podra recoger las cosechas que siembra o de si va a terminar convertido en… bueno, en abono para ellas. Pero nunca fue adaptado a los usos civiles ya que su sabor se consideraba demasiado inferior a lo normal. No es que resulte horrible o ni tan siquiera desagradable, comprendanme, solo se le consideraba inferior al de los cereales ya existentes. Ademas, agota el suelo de cultivo en un plazo muy breve.

—Aja —dijo la consejera de seguridad interna—. Asi que en realidad ese pretendido regalo es una trampa, ?no?

—Considerado por si mismo, cierto. Puede que tengan cinco anos o mas de cosechas soberbias y luego vendria el desastre. Pero Tuf nos ha enviado tambien unos cuantos animales… unas criaturas increibles, supergusanos y otro tipo de aireadores del suelo, asi como un simbionte, una especie de levadura capaz de crecer alli donde se cultive el omnigrano sin hacerle dano, viviendo de… y escuchenme bien ahora, por favor, viviendo de la polucion del aire y de algunos tipos de sustancias petroquimicas obtenidas como subproductos inutiles en nuestras factorias. Puede usar todo esto para restaurar el suelo y fertilizarlo. —Extendio las manos hacia ellos. ?Es un descubrimiento increible! Si nuestros investigadores hubieran descubierto algo asi ya habriamos declarado el dia de fiesta planetario para conmemorarlo.

—?y lo demas? —pregunto secamente Josen Rael. En el rostro del primer consejero no se reflejaba ni una minima fraccion del entusiasmo que iluminaba el de su joven subordinado.

—Casi igual de increible —fue su replica—. Los oceanos… nunca hemos podido obtener una cosecha calorica medianamente decente de ellos, teniendo en cuenta su tamano y nuestra ultima administracion casi acabo con ellos gracias a la pesca masiva practicada por sus barredoras. Tuf nos proporciona casi una docena de peces nuevos y de crecimiento muy rapido, asi como abundancia de plancton —rebusco en el monton de cristales que tenia delante, cogio otro y lo inserto en su terminal—. Vean, por ejemplo, esta variedad de plancton. Esta claro que recubrira casi todo el mar, haciendolo impracticable, pero el noventa por ciento de nuestro comercio se hace por via subterranea o aerea, asi que no importa. Los peces se alimentaran de el hasta alcanzar cantidades increibles y, en condiciones adecuadas, el plancton aumentara hasta cubrir el mar con una enorme alfombra verde grisacea que tendra unos tres metros de promedio.

—Una perspectiva alarmante —dijo el consejero de guerra—. ?Es comestible? Quiero decir si es comestible para los seres humanos.

—No —dijo el consejero de agricultura con una sonrisa—. Pero cuando se pudra sera una admirable materia prima para nuestras factorias alimenticias sustituyendo a ese petroleo que esta a punto de agotarse.

En el otro extremo de la mesa Tolly Mune se echo a reir estruendosamente. Todos se volvieron a mirarla.

—?Que me condenen! —dijo—. Despues de todo, nos ha dado los panes y los peces.

—El plancton no es realmente un pez —replico el consejero.

—Si vive en el maldito oceano es un condenado pez, al menos para mi.

—?Panes y peces? —pregunto el consejero de industria. —Siga con su informe —dijo Josen Rael con cierta impaciencia—. ?Habia algo mas?

Lo habia. Por ejemplo, un liquen comestible capaz de crecer en las montanas mas altas y otro que era

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