poblacion o los recursos necesarios para enfrentarse al tipo de combate en el que nos hemos visto metidos. Tres millones de namorianos viven esparcidos en nuestros oceanos, en algo asi como diecisiete mil islas de mayor o menor tamano. Otro millon vive en Nueva Atlantida, nuestro unico continente. La mayoria de nuestra gente vive de la pesca o del cultivo marino. Cuando todo esto empezo habia apenas cincuenta mil Guardianes. Nuestro gremio nacio en las tripulaciones de las naves que trajeron a los colonos de Vieja Poseidon y Acuario hasta aqui. Siempre les hemos protegido pero, antes de que llegaran los acorazados, nuestra labor era bastante simple. Tenemos un planeta pacifico en el cual hay pocos conflictos verdaderamente importantes. Existia cierta rivalidad etnica entre los poseidonitas y los acuarianos, pero no pasaba a mayores. Los Guardianes se encargaban de la defensa planetaria con la Navaja Solar y otras dos naves del mismo tipo, pero casi todo nuestro trabajo estaba relacionado Con loS incendios y el control de inundaciones, la ayuda en caso de catastrofes naturales, las funciones policiales y ese tipo de cosas. Teniamos unos cien hidrodeslizadores armados Como patrulleras y los usamos durante un tiempo para escoltar a las naves de pesca, logrando algunas victorias Pero, en realidad, no son rivales adecuados para loS acorazados. Muy pronto llego a quedar claro que, de todos modos, habia mas acorazados que patrulleras.

—Lo que es mas, las patrulleras no se reproducen en tanto que estos acorazados imagino que si deben hacerlo —dijo Tuf. Estupidez y Duda jugueteaban en su regazo.

—Exactamente. Lo intentamos, pese a todo. Dejamos caer cargas de profundidad sobre elloS cada vez que podiamos detectarlos bajo el mar y cuando salian a la superficie les atacabamos Con torpedos. Matamos a centenares. Pero quedaban muchos centenares mas, y cada patrullera que perdiamos era imposible de reemplazar. Namor carece de una base tecnologica digna de tal nombre. Cuando las Cosas iban mejor, importabamos lo que nos hacia falta de Brazelourn y Valle Areen. Nuestra gente cree que la vida debe ser sencilla y, de todos modos, el planeta es incapaz de mantener una industria importante. Es pobre en metales pesados y practicamente carece de combustibles fosiles.

—?Cuantas patrulleras les quedan a los Guardianes? —le pregunto Haviland Tuf.

—Puede que unas treinta. Ya no nos atrevemos a utilizarlas. Un ano despues del primer ataque los acorazados dominaban completamente nuestras rutas maritimas. Todas las grandes naves cosechadoras se habian perdido, centenares de pequenas explotaciones habian sido abandonadas o destruidas, la mitad de nuestros pescadores independientes habian muerto y la otra mitad se acurrucaba asustada en los muelles. En estos momentos, practicamente nada que sea humano se atreve a surcar los mares de Namor.

—?Sus islas quedaron aisladas unas de otras? No del todo —replico Kefira Qay—. Los Guardianes tenian veinte transportes aereos con armamento y existia aproximadamente otro centenar de ellos sin armas, contando con los pequenos vehiculos en manos privadas. Los requisamos todos y los armamos tan bien como nos fue posible. Tambien estaban los dirigibles, claro. Los transportes aereos son dificiles de conservar en buenas condiciones aqui y su mantenimiento resulta caro. Todas las piezas de repuesto deben llegar de fuera y no tenemos muchos tecnicos bien entrenados, por lo cual casi todo el trafico aereo, antes de los problemas con los acorazados, se realizaban mediante los dirigibles. Son bastante grandes, estan propulsados por energia solar y contienen helio. La flota de dirigibles era bastante grande, casi un millar. Ellos se encargaron de aprovisionar las islas pequenas, donde habia una mayor amenaza de hambre inminente. Otros dirigibles, asi como las naves de los Guardianes, se encargaron de continuar el combate. A salvo en el aire, dejamos caer sobre los acorazados productos quimicos, venenos y explosivos. Con eso logramos destruir a miles de ellos, aunque e) precio resulto tremendo. Su numero era mayor alli donde se encontraban nuestras zonas de pesca mas fertiles y los lechos fangosos de escasa profundidad, con lo cual nos vimos obligados a destruir y envenenar precisamente las zonas de mar que mas desesperadamente necesitabamos. Pero no teniamos otra eleccion y, durante un tiempo, creiamos estar venciendo. Incluso hubo algunas naves pequenas que salieron de pesca y consiguieron volver sanas y salvas, gracias a la escolta aerea de los Guardianes.

—Resulta obvio que no fue ese el resultado final del conflicto —dijo Haviland Tuf—, o no estariamos aqui sentados hablando. —Duda le propino un buen zarpazo a Estupidez, dandole en plena cabeza. El gatito resbalo por la rodilla de Tuf y cayo al suelo. Tuf se inclino y le cogio. Tenga —dijo, entregandoselo a Kefira Qay—, hagame el favor de sostenerlo un rato. Su pequena guerra me esta distrayendo de la nuestra.

—Yo… si, claro. —La Guardiana cogio al gatito blanco y negro en su mano con cierta cautela y este se acurruco entre sus dedos.?Que es? —le pregunto.

—Un gato —dijo Tuf—. Pero si sigue sosteniendolo como si fuera una fruta podrida, acabara saltando de su mano. Tenga la amabilidad de ponerlo en su regazo. Le aseguro que es totalmente inofensivo.

Kefira Qay, todavia no muy segura de ello, medio puso, medio dejo caer, al gatito sobre sus rodillas. Estupidez lanzo un maullido y estuvo a punto de resbalar pero logro clavar sus diminutas unas en la tela del uniforme y sostenerse.

—?Oh! —dijo Kefira Qay—. Tiene espolones. —Son zarpas o garras —dijo Tuf, corrigiendola—. Son pequenas y resultan incapaces de hacer el menor dano.

—No estaran envenenadas, ?verdad? —No lo creo —dijo Tuf—. Acaricielo, empezando por la cabeza y siguiendo hacia atras. Eso le calmara.

Kefira Qay toco la cabeza del gatito con gesto inseguro. —Por favor —dijo Tuf—. Me referia a que lo acariciase, no a que le diera golpecitos.

La Guardiana hizo como le decia y Estupidez empezo inmediatamente a ronronear. Kefira Qay se quedo paralizada y miro a Tuf con expresion de horror.

—Esta temblando —dijo—, y hace un ruido. —Dicho tipo de respuesta suele considerarse favorable —la tranquilizo Tuf—. Le suplico que continue con sus caricias y con lo que me estaba diciendo, si tiene la bondad.

—Por supuesto —dijo la Guardiana, acariciando de nuevo a Estupidez. El gatito se removio en su rodilla y acabo adoptando una postura mas comoda—. Si quiere poner la otra cinta continuare —le dijo.

Tuf hizo desaparecer de la pantalla a la nave partida en dos, asi como al acorazado, y en su lugar aparecio otra escena: un dia de invierno, ventoso y muy frio, al parecer. El agua tenia un color oscuro y estaba bastante revuelta. El viento la agitaba levantando pequenos remolinos de espuma blanca. Un acorazado flotaba en el mar con sus enormes tentaculos extendidos a su alrededor, dandole el aspecto de una enorme flor monstruosamente hinchada, a la deriva sobre el oleaje. La camara que tomaba la imagen paso sobre el y dos brazos, rodeados por su corola de serpientes, se alzaron debilmente del agua, pero el aparato se encontraba demasiado lejos para correr peligro. Por lo que se veia en los bordes de la imagen se encontraban en la gondola de un gran dirigible plateado y la camara estaba filmando a traves de una portilla de cristal bastante grueso. La camara cambio de angulo y Tuf vio que su dirigible formaba parte de un convoy de tres, desplazandose con majestuosa indiferencia sobre un enfurecido oleaje.

—El Espiritu de Acuario, el Lila D. y el Sombra del Cielo —dijo Kefira Qay—. Se dirigian hacia un grupo de pequenas islas situado al Norte, en el cual el hambre ha estado haciendo estragos. Piensan evacuar a los supervivientes para llevarlos a Nueva Atlantida —en su voz habia una sombra de tension—. Esta grabacion fue realizada por el Sombra del Cielo, el unico dirigible que sobrevivio. Mire atentamente la pantalla.

Los dirigibles avanzaban invencibles y serenos por el aire. De pronto, justo delante de la silueta azul plateada del Espiritu de Acuario se distinguio un movimiento bajo las aguas, como si algo se removiera bajo el velo verde oscuro del mar. Era algo grande, pero no se trataba de un acorazado ya que su color era oscuro y no palido. El agua se fue haciendo mas y mas negra y de pronto parecio saltar en un inmenso surtidor hacia el cielo. En la imagen aparecio una gigantesca cupula, oscura como el ebano, que fue haciendose mas grande, como si fuera una isla que emergiera de los abismos, hasta concretare en una silueta negra y de piel rugosa como el cuero, rodeada de veinte largos tentaculos negros. La silueta crecia segundo a segundo hasta que dejo de tocar las aguas. Sus tentaculos colgaban flaccidamente bajo ella, dejando caer chorros de agua, a medida que ascendia. De pronto empezaron a extenderse y Tuf vio que la criatura era tan grande como el dirigible que avanzaba hacia ella. Cuando tuvo lugar el encuentro fue como si dos inmensos leviatanes del cielo hubieran decidido aparearse. La inmensidad negra se situo encima del dirigible y sus brazos lo rodearon en un mortifero abrazo. La cubierta exterior del dirigible fue desgarrada y las celdillas de helio se arrugaron mas y mas hasta reventar. El Espiritu de Acuario se retorcio cual un ser vivo, marchitandose en el negro abrazo de su amante. Cuando todo hubo terminado la cosa negra dejo caer sus restos al mar.

Tuf congelo la imagen, clavando sus solemnes ojos en las figurillas que saltaban de la gondola a una muerte segura.

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