su brazo, tirando hacia atras. Giro el cuerpo, deposito rapidamente la copa en la hierba y se lanzo a la piscina. Sus manos salieron disparadas y cogieron los brazos de ella, tirando hacia delante.

La luz cayo sobre la cara de Hawks y le lleno los ojos a medida que el disco solar se deslizaba y aparecia a la vista por debajo de las tejas del techo. Dejo caer los parpados hasta que sus ojos miraron a traves de la estrecha mascara que formaban sus pestanas.

Manteniendo las manos en las munecas de Claire, Connington doblo las rodillas hacia delante, planto los pies contra el costado de la piscina y se tenso hacia atras. Claire se deslizo en el agua encima de el, y se hundieron fuera de la vista debajo de la superficie. Un momento mas tarde, la cabeza y los hombros de ella aparecieron a unos cuantos centimetros, y braceo con movimientos pausados en direccion a la escalera, subiendo y deteniendose al borde de la piscina para colocarse el banador sobre los pechos. Recogio la toalla de la hierba con un gesto circular del brazo, se la paso alrededor de los hombros y camino a paso ligero hasta que se perdio de vista a la izquierda, hacia la otra ala de la casa.

Connington permanecio en la piscina, observandola. Entonces se lanzo hacia delante y nado hasta la escalera que habia en el lado menos profundo y salio, chorreando agua por los hombros y la espalda. Dio unos pocos pasos en la misma direccion. En ese instante giro el rostro hacia la cristalera. Cambio oblicuamente de direccion y, en la esquina de la piscina, se lanzo de cabeza al agua. Nado en linea recta hasta el emplazamiento del trampolin. Despues, durante un rato, una vez que el sol aparecio por completo y la sala en la que aguardaba Hawks quedo llena de una luz rojiza, el sonido de la plancha oscilante vibro hasta las tablas de madera de la casa a intervalos esporadicos.

A las ocho menos diez, una radio comenzo a sonar a fuerte volumen con musica de jazz. Diez minutos mas tarde, el zumbido electrico del despertador de la radio anulo la musica y, un momento mas tarde, se escucho un golpe leve y, luego, solo llego el sonido ocasional de las pisadas de Barker mientras se vestia.

Hawks se acerco al bar, lavo su copa vacia y la coloco de nuevo en su repisa. Miro a su alrededor. Por el ventanal se veia la noche, y la unica iluminacion procedia del balcon en el extremo de la sala, donde las escaleras bajaban de la segunda planta. Hawks alargo el brazo y encendio una lampara de pie. Su sombra se arrojo contra la pared.

6

Barker bajo con una botella cuadrada a medio llenar en la mano. Localizo a Hawks, emitio un grunido, enarbolo la botella y dijo:

—Odio el alcohol. Tiene un sabor horrible, me da arcadas, apesta y me quema la boca. Sin embargo, la gente no cesa de ponertelo en las manos, y te repiten una y otra vez: «?Bebe!», y: «?Que te pasa, Charlie, te estas quedando un poco rezagado, eh? ?Te ayudo a terminar esa copita?». Hasta que tu te sientes como si fueras un tipo raro y un pelmazo por todas las veces que has dicho que no, gracias, que estabas seguro, que ya no querias otra copa. Entonces ellos te catalogan, y ya no suenas que vayas a pasartelo bien a menos que no te hayas atiborrado con ese veneno para que te dure hasta el dia siguiente. Y ellos hablan sobre el asunto con lenguaje de caballeros: la cosecha, el bouquet, las marcas y las mezclas, como si todo no fuera etanol en una u otra concentracion. ?Ha escuchado alguna vez a dos bebedores de martinis hablar en un bar, Hawks? ?Ha oido alguna vez a dos chamanes intercambiando hechizos magicos? —Se dejo caer en una mecedora y se echo a reir —. Yo tampoco. Estoy sintetizando mi herencia. Veo a dos borrachos en un bar y extrapolo hacia la dignidad. Supongo que eso es un sacrilegio.

Se llevo un cigarrillo a los labios, lo encendio y continuo a traves del humo:

—Pero es lo mejor que puedo hacer, Hawks. Mi padre esta muerto, y en una ocasion crei que era bueno desligarme del resto de mi pueblo. Me gustaria recordar como fue aquello. Hay una parte de mi que necesita el dolor.

Hawks regreso hasta el canape y se sento. Coloco las manos en las rodillas y contemplo a Barker.

—Y tambien hablar —dijo Barker—. Uno no es una compania adecuada para ellos si no pronuncia las palabras con una entonacion correcta. Si tiene un «Papa», no pertenece a su circulo. Solo permiten la entrada de caballeros con «Padres» en su sociedad. Y, si, se que se burlaron de mi por eso. Yo anhelaba pertenecer alli, oh, Dios, Hawks, cuanto deseaba pertenecer, y me aprendi todas los codigos. ?Que me reporto? Claire tiene razon, ?sabe?…, ?que me reporto? No me mire de esa forma. Yo se lo que es Claire. Usted sabe que yo lo se. Se lo dije apenas conocerle. Pero, ?creyo alguna vez que vale algo para mi? Cada vez que se insinua a un hombre, se que lo que hace es comparar. Ella se encuentra en un mercado abierto, de compras. Y para ser comprada. Yo no la retengo con ningun collar al cuello. No esta domesticada. Yo no soy un habito para ella. No soy algo a lo que ella este ligada por alguna ley. Y en cada ocasion que termina regresando a mi, ?sabe que demuestra ello? Que yo sigo siendo el tipo mas duro de la manada. Porque ella no se quedaria conmigo si yo no lo fuera. No se engane…, no se que es lo que piensa acerca de usted y de ella, pero no se engane.

Hawks miro a Barker con expresion curiosa; sin embargo, Barker ya no le observaba.

—Si ella pudiera verme, Hawks…, ?si pudiera verme en ese lugar! —El rostro de Barker estaba encendido—. No estaria jugando con usted y Connington esta noche…, no, no si pudiera ver lo que hago ahi arriba… Como esquivo, y me agacho, y me retuerzo, y avanzo, y salto, y espero a… a…

—?Tranquilo, Barker!

—Si. Tranquilo. Como me desinflo. Retrocedo. Eso muerde. —Barker tosio con amargura—. De todas formas, ?que hace usted aqui, Hawks? ?Por que no esta bajando a pie por el sendero con su culo tieso y la nariz husmeando el aire? ?Cree que le servira de algo quedarse sentado aqui? ?Que espera? Que yo le diga, claro, un poco de reposo y un poco de ginebra y ya me encuentro bien, sencillamente bien, doctor, ?a que hora quiere que regrese manana? ?O lo que desea es que me derrumbe para poder atacar con facilidad a Claire? ?Que ha estado haciendo mientras yo dormia? ?Manitas con ella? ?O Connington se le adelanto? —Miro a su alrededor—. Supongo que es eso ultimo.

—He estado pensando —repuso Hawks.

—?Sobre que?

—Sobre la razon por la que deseaba que yo estuviera aqui. Sobre el por que acudio usted directamente a mi y me pidio que viniera. Me preguntaba si tenia usted la esperanza de que yo le hiciera regresar.

Barker se llevo la botella a la boca y escudrino a Hawks por encima de ella mientras bebia. Cuando la bajo dijo:

—?Que se siente siendo usted? Todo lo que sucede ha de ser retorcido para que encaje con lo que usted quiere. Para usted, nada es nunca lo que aparenta ser.

—Eso es verdad para todo el mundo. Nadie percibe el mundo que otros ven. ?Que desearia que fuera, un hombre de laton? ?Hueco, y mas resistente que la carne? ?Es eso lo que quiere que sea un hombre? —Hawks se inclino hacia delante, arrugas tensas se abrieron a lo largo de sus huecas mejillas—. ?Algo que siga inmutable una vez que las estrellas se hayan consumido y el universo se haya enfriado? ?Que aun siga aqui cuando todo lo que alguna vez vivio haya muerto? ?Es esa la idea que tiene usted de un hombre respetable?

—Un hombre ha de luchar, Hawks —replico Barker con mirada distante—. Un hombre deberia mostrar que nunca teme morir. Deberia adentrarse en el corazon de sus enemigos, cantando su marcha de muerte, y matar o ser muerto; jamas ha de temer enfrentarse a las pruebas de su hombria. Un hombre que vuelve la espalda…, que acecha en los limites de la contienda y empuja a otros a que se batan con sus enemigos… —Barker miro de repente a Hawks con gesto obvio—. Ese no es un hombre. Es una especie de cosa retorcida que se arrastra por el suelo.

Hawks se puso de pie y flexiono ligeramente las manos, sintiendo los brazos extranos, con el rostro perdido por encima del nivel de la lampara. Las pantorrillas presionaban contra el cuero del canape y lo empujaron levemente hacia la pared.

—?Es ese el motivo por el que quiso que yo viniera aqui? ?De modo que nadie pudiera decir que usted no era capaz de llevarse la serpiente al regazo? —Adelanto la cabeza y escudrino a Barker—. ?Es eso, guerrero? — pregunto inquisitivamente—. ?Otro rito de iniciacion? Usted nunca ha temido aceptar a sus enemigos y darles cobijo, ?verdad? Un hombre de verdad no vacilaria en hospedar a asesinos en su casa y ofrecerles bebida y alimento, ?cierto? Deja que Connington, el apunalador traicionero, entre en tu hogar. Deja que Hawks, el asesino,

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