el palacio Barlow, se pasaba las horas muertas en el estudio del arquitecto para seguir los proyectos. Almorzaba habitualmente en la hosteria Bavaria, uno de los mejores restaurantes de Munich, mas por prestigio que por placer gastronomico, pues ya en esa epoca era abierto partidario de las comidas sencillas, compuestas esencialmente de legumbres y verduras. Por la tarde trabajaba en la sede del partido, donde recibia honores de jefe de Estado. Cuando se inauguro la sede del NSDAP en el historico palacio Barlow, el edificio comenzo a ser conocido como la «casa parda». Alli tenia Hitler un despacho consonante con sus ambiciones: era muy amplio y su decoracion plenamente simbolica: tras su escritorio, un gran retrato de Federico el Grande; cerca de la mesa, un busto de Mussolini en arrogante pose; sobre ella, una fotografia de su madre, Klara, que le habia acompanado desde su muerte, en 1907. Una de las paredes estaba decorada por un gran mural, que representaba el asalto del regimiento List a las posiciones inglesas de Wytschaete, bautismo de fuego de Hitler y accion que le valio la Cruz de Hierro de segunda clase. Si por la noche no hablaba en ningun mitin, solia ir a cenar a casa de los Hoffmann o a algun restaurante de moda; con frecuencia llevaba a Geli Raubal a la opera o a un concierto, regresando a casa al filo de la medianoche. Cerraba su jornada leyendo hasta las dos o tres de la madrugada, tomando algunas notas o ensayando el posible efecto de algunas de sus nuevas ideas sobre los auditorios.

EL CAMINO DE LA VICTORIA

La locura especulativa -?beneficios del 35 por ciento en un ano!- que sacudio Wall Street en 1928 y en la primera mitad de 1929 repercutio negativamente en Alemania. Las fuertes ganancias que ofrecia la bolsa neoyorquina -subida de 25 enteros en marzo, de 52 en junio, de 25 en julio, de 33 en agosto… de 118 en total en los primeros ocho meses del ano, ?nada menos que un 18 por ciento de interes en esos meses!- hizo poco atractivas las inversiones en Alemania. Los capitales se retiraron para negociarse en Estados Unidos y Alemania se descapitalizaba, al tiempo que debia ofrecer mayores intereses para obtener las sumas imprescindibles. Las criticas contra la dependencia alemana de los capitales exteriores se mostraron certeras: su retirada ocasiono el retroceso de la actividad economica y el incremento del paro: 1.320.000 desempleados en septiembre de 1929, cifra que comenzaba a ser alarmante, pero que resultaria muy modesta tras aquel 24 de octubre de 1929 que ha pasado a la Historia como el «jueves negro de Wall Street». Era el crack de 1929, cuyas consecuencias serian nefastas para el mundo entero y que en Alemania origino la siguiente evolucion del paro: 2.300.000 en febrero de 1930, 3.000.000 a finales del mismo ano, 5.600.000 en 1931 y 6.100.000 en 1932.

Aquella tragedia economica puso de moda el nazismo. Las diatribas de Hitler contra el capital especulativo, contra el vampirismo judio, contra la conjura internacional antialemana, contra el endeudamiento exterior contraido por los ministerios socialdemocratas, comenzaron a tener sentido y las afiliaciones al NSDAP siguieron un ascenso proporcional al del paro. En 1929, 108.000 alemanes tenian el carnet nazi, en 1931 serian 400.000 y en 1932, 800.000.

Aunque la tragedia economica alemana desencadenada por el crack de 1929 fue determinante para el ascenso del nazismo, no fue la causa unica. Tuvo suma importancia, tambien, el problema de las reparaciones de guerra: los vencedores trataban de igual a igual a los vencidos en acuerdos y foros internacionales, pero no se olvidaban de cobrar las indemnizaciones de guerra que Alemania debia pagar como responsable unico de la contienda. Una nueva comision estudio en 1929 el caso y arbitro que Berlin podria cumplir sus obligaciones en 57 plazos anuales de 1.988 millones de marcos, ?con lo que terminaria de pagar principal e intereses en 1986! Que se mantuviera aquella exigencia once anos despues de terminada la Gran Guerra exacerbo a la mayoria de los alemanes, ya bastante atribulados por su precaria situacion economica.

Una de las formaciones que actuaron como portaestandartes de la protesta fue el NSDAP, que acuso al Gobierno de convertir Alemania en una colonia franco-britanica. Otro partido contrario a la aceptacion de tales reparaciones de guerra era el Nacional Aleman, conocido como Stahlhelm (Casco de Acero), una de las grandes formaciones alemanas, que estaba en un momento de crisis. La empresa comun de oponerse a la aceptacion de las reparaciones de guerra unio por algun tiempo al Partido Nacional y al NSDAP. Era una alianza ideologicamente contra natura y cuantitativamente desigual: el Stahlhelm tenia un millon de afiliados y en sus ficheros se hallaban las familias de mayor prosapia, los grandes terratenientes, militares, magistrados e industriales de ideologia conservadora y monarquica. Por el contrario, el NSDAP tenia poco mas de cien mil carnes, estaba compuesto por un grupo de revolucionarios iluminados, seguidos por burgueses arruinados y obreros resentidos con el marxismo; predicaban la revolucion, la destruccion del viejo orden y pedian un sistema dictatorial para salvar la patria. Fue un matrimonio de intereses: la derecha buscaba el empuje nazi, la violencia de sus SA y la oratoria de Hitler, de Goebbels y demas lideres nazis; por su lado, Hitler -que hubo de acallar fuertes protestas en el seno de su partido por aquella «union con los reaccionarios»- veia en esa alianza una aproximacion al mundo del dinero y de la industria, un bautismo de respetabilidad, una forma de seguir escalando, poco a poco, los peldanos del poder.

Pese a la oleada de protestas contra los acuerdos de las reparaciones de guerra, estos se pactaron en la conferencia de La Haya el 6 de agosto de 1929.A cambio de su aceptacion, Alemania consiguio que Francia se comprometiera a evacuar la cuenca del Sarre (margen izquierda del Rin) en 1930, cinco anos antes de lo previsto en los acuerdos de posguerra. El munidor de aquel tratado, Stressemann, ministro aleman de Asuntos Exteriores, no pudo contener las lagrimas y exclamo: «?Demasiado tarde, no lograre ver Alemania totalmente libre!»; acerto: estaba gravemente enfermo y fallecio ese mismo ano.

Pero la pelea continuaba; para impedir el acuerdo de La Haya era necesario conseguir cuatro millones de firmas y elevarlas al Reichstag. El Partido Nacional Aleman y el NSDAP lograron las rubricas necesarias y el Reichstag renuncio a debatir la cuestion, prefiriendo pasarla a referendum. Las urnas confirmaron mayoritariamente los acuerdos y la extrana coalicion sufrio un estrepitoso fracaso y se disolvio. Sin embargo, Hitler habia conseguido el apoyo de la poderosa prensa conservadora y se habia ganado la confianza de los grandes industriales alemanes.

El NSDAP comenzo a cosechar inmediatamente los frutos del acuerdo; en las elecciones regionales del otono- invierno de 1929 los nazis consiguieron el 6,8 por ciento de los sufragios de Baden, el 8,1 por ciento de los de Lubeck y el 11,3 por ciento de los de Turingia, donde Wilhelm Frick alcanzo las primeras carteras ministeriales para el partido, las de Policia y Educacion.

Mas importante para la escalada del nazismo fue la descomposicion gubernamental. Alemania no podia hacer frente al pago de la deuda en aquellos momentos de crisis y el Gobierno decidio acudir al sacrificio general para cumplir con el compromiso de La Haya, detrayendo un 3,5 por ciento del salario de los trabajadores para reunir la cantidad, pero el aumento del paro hizo disminuir la cifra de los contribuyentes, de modo que el porcentaje fue aumentado a un 3,75 por ciento. Esas 25 centesimas de diferencia promovieron una tempestad politico-sindical que el canciller Hermann Muller pretendio zanjar acudiendo al presidente Hindenburg, para que impusiera el 3,75 por ciento por medio de un decreto, tal como era su potestad, acogiendose al articulo 48 de la Constitucion. Hindenburg, que no estaba comodo con aquel jefe de Gobierno y que habia tomado una profunda simpatia al lider centrista Heinrich Bruning, se nego a emplear ese poder. Como era logico, Muller presento la dimision y Hindenburg nombro canciller a Bruning. El viejo mariscal, carente de toda sutileza politica, habia destruido de un plumazo el sistema parlamentario tramado en Weimar. En adelante, los jefes de Gobierno ya no saldrian de las mayorias parlamentarias, sino de los poderes que la Constitucion otorgaba al presidente. Por esa puerta se colaria Hitler en la Cancilleria.

El presidente habia abierto la «caja de Pandora» y los efectos de tal decision se verian inmediatamente. En el verano de 1930 la crisis economica cayo como un alud sobre el escenario politico. Bruning intento subir los impuestos y fue derrotado en el Parlamento, por lo que disolvio el Reichstag e instauro los nuevos impuestos por decreto. La disolucion del Parlamento le obligo a convocar elecciones, que fueron fijadas para el 14 de septiembre. Para entonces, la situacion en Alemania era desastrosa: el paro ascendia a tres millones de trabajadores, los horarios laborales habian sido reducidos y los salarios igualmente, en consonancia con la disminucion horaria. La inflacion se habia disparado, al tiempo que se retraia la produccion industrial y la agricola se almacenaba en los silos por falta de compradores.

La crisis politica y la economica sumieron al electorado en la apatia y en el desaliento a las veinticuatro formaciones que disputaron las legislativas, salvo al NSDAP, que crecia como la espuma al socaire de las desdichas nacionales. Goebbels, jefe de campana de los nazis, organizo seis millares de mitines, precedidos o seguidos de grandes desfiles militares de las SA, amenizados por charangas que atronaban los escenarios con sus

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