Partido queria que se relajara bailando. Shang fue su pareja de baile bastante a menudo, bailaron juntos muchas veces.
– Nunca me habias hablado de todo esto.
– No quiero hablar sobre Mao, no en nuestra casa. ?No nos ha traido ya bastantes desgracias a todos?
La vehemencia de su respuesta lo desconcerto. Sin embargo, dado lo mucho que habia sufrido su familia durante la Revolucion Cultural, la reaccion de su esposa era comprensible.
– Mao vivia en Pekin, y Shang en Shanghai -dijo Yu-. ?Como es posible que mantuvieran una relacion?
– Bueno, Mao viajaba a Shanghai de vez en cuando. Cada vez que venia, las autoridades de la ciudad le organizaban fiestas en una mansion majestuosa que habia pertenecido a un hombre de negocios judio antes de 1949. Shang solia esperarlo alli.
– Que bailara con ella no significa necesariamente que se acostaran.
– Venga, Yu. Mao podria haber bailado con cualquier otra en Pekin. ?Por que hacer todo el viaje hasta Shanghai?
– Mao viajaba mucho. Recuerdo que hay una cancion sobre sus viajes por el bien de la nacion.
– ?Nunca habias oido estos rumores sobre Mao? No te creo, Yu. Shang no fue la unica. Mao tenia montones de secretarias personales, enfermeras, asistentes… ?Te acuerdas de Fenix de Jade, aquella secretaria tan guapa que lo cuidaba dia y noche en su residencia imperial? Era joven, solo tenia estudios primarios, y aun asi trabajaba como secretaria personal de Mao. Alguien comento en los periodicos del Partido que incluso la senora Mao tenia que lamerle el culo a Fenix de Jade. ?Por que? Todo el mundo lo sabe.
– Si, Fenix de Jade aparecio en un documental que vimos en Yunnan, de eso si que me acuerdo. Una imagen fugaz de una chica despampanante que ayudaba a Mao a salir de su habitacion. ?Sabes que? En aquel momento, yo tampoco pude evitar especular sobre su relacion, y me senti muy culpable despues, como si hubiera cometido un delito imperdonable.
– No tenias por que sentirte culpable. Fenix de Jade es ahora la honorable directora de un restaurante tematico de Pekin dedicado a la figura de Mao, donde de vez en cuando se sienta a charlar con los clientes. El negocio va de maravilla, y hay que reservar con dias de antelacion. Los clientes van al restaurante con la esperanza de ver a Fenix de Jade.
– Todo esto paso hace muchisimos anos. ?A que viene ahora esta mision de Chen, tan de repente?
– Eso no lo se -respondio Peiqin, sacudiendo la cabeza-. ?Una lucha de poder entre los altos cargos? ?O algun cambio?
– No, no creo que vayan a quitar el retrato de Mao de la plaza de Tiananmen. Al menos no en un futuro inmediato.
– Espero que Chen no este colaborando en una maniobra para encubrir algun asunto relacionado con Mao.
– ?Y yo que puedo hacer para ayudarlo?
– Chen acudira a ti cuando te necesite. No te preocupes por eso, pero… entiendo muy bien la preocupacion del Viejo Cazador -dijo Peiqin, levantandose abruptamente-. Tengo que meter el pollo en la cazuela, vuelvo enseguida.
Peiqin regreso al cabo de un minuto, y volvio a coger el ejemplar de
– Voy a releerlo con atencion. Quizas encuentre alguna pista que ayude a tu jefe.
– Tu tambien sientes debilidad por nuestro irresistible inspector jefe -dijo Yu fingiendo celos-. Y, encima, ahora tiene problemas personales.
– ?Que problemas?
– Ling, su antigua novia de Pekin, se ha casado con otro. Circulan bastantes chismorreos en el Departamento.
– Ah, eso -dijo Peiqin.
– Hara un par de dias, Chen recibio una llamada de Pekin durante la reunion de estudios politicos del Departamento. Alguien oyo la conversacion, o parte de ella. Chen parecia consternado despues de colgar.
– Tal vez no sea tan malo para el. Ha obtenido muchos exitos como policia, y no se deben a Ling. De hecho, me pregunto como habria acabado Chen si hubieran seguido juntos. Ya sabes a que me refiero.
Lo han ascendido a inspector jefe por meritos propios, no me cabe la menor duda -admitio Yu de buen grado-. Es algo que los demas tienen muy claro, pero el sigue sin verlo.
– Ahora podra pasar pagina. Con Ling constantemente en la cabeza, le era imposible fijarse en otras. Como Nube Blanca, por ejemplo.
Este era otro de los temas preferidos de su esposa. Peiqin parecia creer que la ruptura habia supuesto un autentico golpe para Chen, pero, en realidad, la relacion del inspector jefe con su antigua novia llevaba mucho tiempo en la cuerda floja. Sin ir mas lejos, el ano pasado Chen desaprovecho la oportunidad de viajar a Pekin, aunque Yu decidio no mencionarselo a Peiqin en aquel momento.
– No, Nube Blanca no -respondio Yu, evitando hablar de Ling-. No me parece la persona mas adecuada para el.
– ?Sabes que encontre el otro dia en una libreria? -pregunto Peiqin, sacando una revista tras rebuscar de nuevo en la caja de los libros-. Un poema que escribio Chen. Para su novia, aunque no lo diga abiertamente. Incluso entonces ya parecian interpretar las cosas de forma distinta. Se titula «La version inglesa de Li Shangyin».
Peiqin se saco el delantal y empezo a leer en voz alta.