– Bebamos primero un vaso.

– ?Por los cangrejos!

– Lavemonos las manos -dijo Long-. Los cangrejos estaran listos enseguida.

Mientras Chen se sentaba a la mesa, Long destapo la vaporera y, saco los cangrejos. Luego coloco sobre la mesa una gran bandeja con los cangrejos al vapor, que, rojos y blancos, relucian bajo la luz de la lampara.

– Han de servirse muy calientes. No los hare todos todavia.

A continuacion, Long se dispuso a comer un gran cangrejo sin mas preambulos, y Chen hizo otro tanto. Tras verter una cucharada de salsa en el caparazon, Chen mojo un trozo de cangrejo en el liquido de color ambar. Estaba delicioso.

Long no levanto la vista hasta que se acabo las glandulas digestivas del segundo cangrejo. Despues suspiro con satisfaccion y asintio con la cabeza. Al volver del reves las visceras del cangrejo, se veia algo que parecia un monje diminuto meditando sobre la palma de su mano.

– En la historia de la Serpiente Blanca, un monje entrometido busca un sitio donde esconderse tras haber destruido la felicidad de una pareja joven. Finalmente se mete en el caparazon de un cangrejo. Es inutil. Fijese, no hay escapatoria posible.

– Es una historia maravillosa. Es usted todo un experto en cangrejos, Long.

– No se burle de mi entusiasmo. Es la primera vez que consigo comer cangrejos este ano. No lo puedo evitar -musito Long sonriendo timidamente, con una pata de cangrejo aun entre los dientes-. Usted es un hombre importante. Imagino que querra consultarme algo, pero no era necesario que trajera cangrejos.

– Bueno, es usted un especialista en poesia de Mao. Antiguamente, los alumnos llevaban jamones a sus profesores; por eso me ha parecido muy indicado venir aqui con cangrejos. Son solo una pequena muestra del respeto que le tengo.

– Se lo agradezco mucho -contesto Long, extrayendo la carne de una pata con el palillo.

– He estado leyendo los poemas de Mao. Pese a lo que puedan decir de el hoy en dia, sus poemas no son nada malos.

– Son unos poemas magnificos -dijo Long alzando su vaso-. No es facil para un joven intelectual como usted admitir algo asi. Usted tambien es poeta.

– Pero escribo en verso libre. No se demasiado sobre metrica, asi que tendra que ponerme al dia.

– En cuanto a la tradicion poetica, Mao escribio poemas ci, que deben seguir reglas complejas sobre el numero de caracteres de cada verso, el tono y los tipos de rima. Pero no es preciso analizar la versificacion para apreciar sus poemas. Como «Nieve», que esta lleno de imagenes audaces y originales. ?Que vision tan sublime!

– Realmente sublime, que duda cabe -repitio Chen. Quiza conviniera comenzar por un poema que no guardara una relacion directa con la investigacion-. ?Que imaginacion tan portentosa!

– Es cierto -asintio Long. Despues de que el vino le soltara la lengua, Long recito el ultimo verso del poema con ademan teatral-. «Para buscar lo realmente heroico, basta con mirar al presente.»

– He leido, sin embargo, que este poema tambien fue objeto de controversia. Mao hizo esta afirmacion despues de enumerar a emperadores celebres de la historia y de declararse mejor que ellos.

– No podemos tomarnos un poema tan literalmente. Lo «realmente heroico» puede ser singular o plural. No tiene por que referirse solo a Mao. Ademas, hay que tener en cuenta que tanto a Mao como a los miembros del Partido Comunista se les consideraba entonces «bandidos incultos», en cambio, el poema demostro la erudicion de Mao y obtuvo el aplauso de los intelectuales.

– Su interpretacion arroja mucha luz sobre el poema -contesto Chen, aunque no estaba en absoluto convencido de la explicacion de Long-. Por eso he querido consultar a un experto como usted.

– Hay interpretaciones e interpretaciones. Tal vez algunos alberguen resentimiento contra Mao, muy posiblemente por todo lo que sufrieron durante la Revolucion Cultural, pero es preciso ver a Mao desde una perspectiva historica.

– Cierto, aunque la gente no puede evitar verlo desde su propia perspectiva.

– Pues desde la mia, esta salsa es indispensable. Sencilla y esencial a un tiempo, potencia el sabor de los cangrejos -repuso Long, cambiando de tema mientras vertia salsa en otro caparazon-. Una vez incluso moje guijarros en la salsa, y, con los ojos cerrados, fui capaz de disfrutar del recuerdo de los cangrejos.

– Caramba, Long -dijo Chen-. Hoy estoy aprendiendo muchas cosas, y no solo acerca de la poesia de Mao.

– A muy pocas editoriales les interesa ahora la poesia -afirmo Long, mirando a Chen a los ojos-. ?Piensa escribir algo sobre los poemas de Mao?

– No, no soy ningun erudito, no como usted. Me licencie en filologia inglesa, y lo que me interesa es la traduccion.

– ?La traduccion?

– Si, en los setenta se publico una traduccion oficial de la poesia de Mao, firmada por academicos y traductores ilustres. Uno de ellos era catedratico en la Universidad de Lenguas Extranjeras de Pekin, donde estudie. Pero, en aquellos anos, quiza la interpretacion «politicamente correcta» hubiera ido demasiado lejos. Por ejemplo, algunos de sus poemas podian ser personales, y no solo revolucionarios; sin embargo, los traductores de aquella epoca tenian que convertirlos en poemas sobre la revolucion.

– Es verdad. Entonces se le daba un enfoque politico a todo.

– No se puede hacer una traduccion literal de un poema. Tambien deberia leerse como poema en la lengua de llegada. -Chen abrio su maletin y saco la traduccion que habia hecho de los poemas de amor clasicos chinos-. Esta es una compilacion que tradujimos el profesor Yang y yo. Acaban de sacar la edicion estadounidense. No ganamos demasiado con ella, pero recibimos mucha publicidad.

– En el mercado actual, solo usted podria publicar una coleccion de sus poemas aqui, y tambien en el extranjero. Asistio a un congreso en Estados Unidos no hace mucho, aun lo recuerdo. Tiene muchos contactos alli.

– Algunos -admitio Chen. Long debia de haber oido rumores acerca de su asistencia al congreso literario al frente de la delegacion china, e incluso acerca del trabajo policial que desempeno alli-. Por eso he venido a hablar hoy con usted. Hay una editorial interesada en publicar una traduccion de la poesia de Mao.

– No me sorprende. Usted es conocido como poeta, y tambien como traductor -respondio Long, aplastando una pinza de cangrejo con un martillito. No era un martillo especial para abrir cangrejos, sino un martillo de carpintero que resultaba igualmente efectivo-. Le agradezco que haya pensado en mi para este proyecto. Mi edicion anotada se publico hace anos, pero acabo de elaborar una bibliografia con las nuevas publicaciones sobre su poesia. Puedo proporcionarle ambas, claro esta.

– Tengo un ejemplar de su edicion anotada en casa, pero su nueva bibliografia podria serme muy util. La mayoria de libros sobre este tema se publicaron durante la Revolucion Cultural, y las fuentes de informacion fueron muy limitadas. Es usted el unico que ha continuado documentandose; seguro que dispondra de mucha informacion reciente.

– He estado trabajando en un ensayo sobre la obra de Mao, pero aun no esta acabado. En cuanto a informacion nueva, me temo que no hay demasiada.

– Estoy impaciente por leerlo -dijo Chen. Sin embargo, tratandose de un ensayo pensado para su publicacion en China, cabia suponer que el material «nuevo» seria escaso. Y tampoco le proporcionaria los datos que buscaba-. En cuanto a la traduccion de un poema, el primer paso consiste en saber interpretarlo. El poema que Mao escribio pensando en la fotografia de la senora Mao, por ejemplo, podria ser un poema personal.

– «Inscripcion en una fotografia de la Cueva Celestial en las montanas Lu, tomada por el camarada Li Jin.» - Long empezo a recitar el poema de memoria, sosteniendo una pinza de cangrejo como si fuera un trozo de tiza-. «En la creciente oscuridad se alza un pino, recio, erecto, / sereno, bajo nubes desenfrenadas que avanzan rapidamente. / ?Es una cueva encantada, nacida de la naturaleza! / La belleza inefable llega a su cima mas peligrosa.»

– En los sesenta, el poema se interpreto como una toma de postura revolucionaria contra el imperialismo y el revisionismo: las nubes desenfrenadas simbolizaban las fuerzas reaccionarias, y tambien constituian un ejemplo de la cercania entre Mao y la senora Mao -explico Chen, cogiendo una pata de cangrejo y, como Long, sosteniendola a modo de tiza-. Despues de la caida de la Banda de los Cuatro, a la senora Mao se la considero mierda de perro; entonces se dijo que el poema era simplemente la expresion del espiritu revolucionario de Mao,

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