legitimidad del Partido. Sin embargo, solo el Viejo Cazador y el subinspector Yu sabian que habia enfocado el caso desde esa perspectiva, y solo lo sabian parcialmente…
– Aqui tiene su recibo -dijo el taxista, con evidente preocupacion en la voz-. ?Esta bien, senor?
– Estoy bien -respondio Chen cogiendo el recibo, por una cantidad muy elevada. El taxista debia de haber conducido durante bastante tiempo antes de preguntarle adonde queria ir.
Chen bajo del taxi con aire aturdido. La cabeza le dolia tanto como al mono de
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Dos horas despues, el doctor Xia escribia una receta en su consulta con el ceno fruncido, tras haberle hecho a Chen una tomografia y una radiografia.
El doctor Xia habia formado parte del equipo forense del Departamento de Policia. Despues de jubilarse, empezo a trabajar a tiempo parcial como «experto» en una clinica cercana a su domicilio. Chen y Xia llegaron a conocerse bien en el Departamento.
– Le ha ido de un pelo -dijo con voz seria el doctor Xia, examinando la radiografia una vez mas-. La lesion del hombro no es demasiado grave. No se ha roto ningun hueso. Pero me preocupa el impacto que ha sufrido en la cabeza. Tiene que descansar durante una semana. Alejese del trabajo y cuidese. No olvide la crisis que sufrio no hace mucho.
– Ya sabe que el trabajo en el Departamento…
Su movil sono antes de que pudiera acabar la frase. Era Gang. No le quedo mas remedio que hablar bajo la mirada censuradora del doctor Xia.
– Me he puesto en contacto con Feng, mi ayudante durante la Revolucion Cultural. Ahora es un «bolsillos llenos», pero aun me llama comandante en jefe.
– Eso esta bien -dijo Chen-. ?Recordo alguna cosa sobre la escuadra especial de Pekin?
– Buscaban algo que quiza conservaba Shang, aunque no tuvieron exito. Ella se suicido.
– ?Sabia Feng lo que era?
No, no lo sabia. Tal vez los miembros de la escuadra especial tampoco lo supieran, pero querian impedir que los Guardias Rojos de la zona se acercaran a ella, por eso se pusieron en contacto con Feng y le pidieron su cooperacion. Quizas era una informacion confidencial. Ademas, parecia ser un grupo distinto a los que enviaba la senora Mao desde Pekin. Feng conocia a diversos miembros de esas otras escuadras.
– ?Cual era la diferencia?
– Las otras escuadras sabian lo que buscaban: recortes de periodicos y fotografias en las que saliera la senora Mao durante los anos treinta. Y no actuaban con tanto secretismo ni de forma tan furtiva. De hecho, Feng acompano a los miembros de esas escuadras y los ayudo a revolver las casas de las familias investigadas. En cambio, la escuadra especial enviada para interrogar a Shang no pidio ayuda de ese tipo, y tampoco le interesaban los recuerdos de los anos treinta.
– Es obvio que su mision era otra. ?Recordaba Feng el nombre de algun miembro de la escuadra, o mantuvo despues contacto con el?
– Uno de ellos se apellidaba Sima. Un apellido poco frecuente, por eso lo recordo Feng. El tal Sima pertenecia probablemente a una familia de cuadros del Partido, y hablaba con fuerte acento pekines. -Gang anadio-: Entre otras cosas, Sima menciono los vestidos y los zapatos de Shang, dos armarios llenos, y las camaras y el equipo de revelado que habia en su casa, lo que era muy poco habitual en aquellos anos. Asi que quedo impresionado. Es todo lo que Feng recordaba.
Despues de tantos anos, aquello era probablemente todo lo que cualquiera hubiera recordado. No obstante, habia datos muy utiles, sobre todo que la escuadra especial buscaba algo por orden de alguien que no era la senora Mao. Eso explicaba la urgencia de la busqueda despues de tantos anos. Hacia tiempo que la senora Mao se habia convertido en «mierda de perro», y el hecho de que se viera salpicada por mas «mierda» no tenia por que importarles a las autoridades de Pekin. Por tanto, debian de buscar, como habian dicho, algo directamente relacionado con Mao.
– Muchisimas gracias, Gang. Esta informacion me sera muy util para el libro. Volvere pronto al restaurante.
Sin embargo, ?como podia ponerse en contacto con Sima u otro miembro de la escuadra especial? No lo lograria pidiendo ayuda al ministro o a cualquier alto cargo de Pekin. Por el contrario, tan pronto como saliera a la luz que investigaba el «caso Mao», el inspector jefe seria suspendido de empleo y sueldo.
El doctor Xia no habia dejado de sacudir la cabeza mientras Chen hablaba por telefono.
– Disculpe la interrupcion, doctor Xia. Trabajo policial, ya sabe…
– A mi no me venga con lo del «trabajo policial», inspector jefe. Escucheme con atencion: si sufre mareos o vertigos continuos, tiene que venir a verme de nuevo. Debe alejarse del trabajo por completo durante una semana.
– Una semana… -repitio Chen, preguntandose si tendria la suerte de poder tomarse como mucho un dia libre.
Con todo, se sentia afortunado por no haber salido tan mal parado tras su encontronazo con los gangsteres, aunque su suerte podria cambiar la proxima vez.
– No diga ni una palabra acerca de esta visita a la gente del Departamento, doctor Xia -advirtio Chen.
Cuando ya se levantaba para irse, su movil volvio a sonar.
El numero indicaba que se trataba de una llamada de Pekin. Era Wang, presidente de la Asociacion de Escritores de aquella ciudad, al que Chen habia intentado sonsacar informacion sobre Diao, el autor de
– Diao acaba de llegar a Pekin y se aloja en casa de su hija.
– ?Va a volver pronto a Shanghai?
– No lo se. Esta cuidando de su nieto, segun me han dicho.
– Bien -dijo Chen, tras caer en la cuenta de que Diao podria permanecer alli semanas, incluso meses-. Muchas gracias, presidente Wang. Es lo que necesitaba saber, se lo agradezco.
– ?Puede olvidarse de su trabajo durante un minuto, inspector jefe Chen? -dijo el doctor Xia, cada vez mas exasperado-. Tomese unas vacaciones en algun sitio donde nadie pueda encontrarlo. Se lo digo muy en serio. Y, ademas, deshagase del movil.
– Unas vacaciones donde nadie me conozca… Y nada de moviles… Gracias por la sugerencia. Lo pensare, doctor Xia. Le doy mi palabra.
Lo cierto era que le vendrian bien unas vacaciones. En Pekin. Asi podria trabajar en el caso Mao simulando estar de vacaciones. Chen se despidio de Xia y salio de la clinica.
En esta fase de la investigacion, la colaboracion de Diao seria crucial, porque podria proporcionar informacion no solo sobre la muerte de Shang, sino tambien sobre la escuadra especial de Pekin. Y, lo que era mas importante, sobre lo que la escuadra buscaba entonces. Diao se habria documentado a fondo antes de escribir el libro, y tal vez no hubiera incluido todos los detalles de su investigacion en
Por otro lado, a causa de sus «vacaciones», el inspector jefe tendria que posponer unos dias sus pesquisas en Shanghai. Sin embargo, a raiz de los nuevos acontecimientos, Chen creyo que debia arriesgarse a hacer el viaje.
Tenia la impresion de que Mao estaba en el meollo de toda la confusion. En lugar de centrarse en el episodio de los gangsteres, o en el asesinato de Yang, se las arreglaria, como reza el proverbio, sacando la lena de debajo del caldero.
Si sus atacantes creian que las vacaciones se debian a su advertencia, que asi fuera. Acabarian por conocer al inspector jefe Chen, tarde o temprano.
Por ultimo, aunque no por ello menos importante, tenia otro asunto pendiente en Pekin, penso Chen con algo de remordimiento.
Torcio por la calle Chengdu, donde tal vez encontraria un taxi.