lenguas de pato fritas, cubiertas con una capa de pimientos rojos como colinas banadas en sirope de arce, ?se imaginan cuantos patos hacen falta?

– ?Puedo pedirle un favor? -pregunto Chen-. Los platos son asombrosos, pero ?puede servir los que queden a la vez? Estamos iniciando una conversacion importante.

– Se lo hare saber a nuestro cocinero -respondio la camarera, haciendo una profunda reverencia como una muchacha manchu antes de dirigirse hacia la puerta-. Prosigan, por favor.

20

– Bueno, volvamos a nuestra historia -dijo Chen-. Me estaba hablando sobre como murio Shang, sobre el vendedor ambulante.

– Ah, si, era un hombre muy hablador. Hizo una descripcion muy grafica de la escena de la muerte de Shang, aunque me pregunto como pudo recordar todos aquellos detalles despues de tantos anos.

– ?Shang murio en el acto?

– No. Dijo algo antes de perder el conocimiento.

– ?Que dijo?

– Que vivia en la quinta planta.

– ?Y eso que podia significar?

– El vendedor ambulante no tenia ni idea -respondio Diao con expresion pensativa, quitandose una espinita de pescado de entre los dientes-. ?Queria que alguien fuera a su habitacion de la quinta planta? Tal vez la hubieran torturado, o la hubieran empujado por la ventana. ?Queria que alguien llamara a una ambulancia desde el telefono de la habitacion? En aquella epoca solo habia una centralita en todo el barrio. Nadie sabe que pudo pasarle por la cabeza en los ultimos momentos.

– Entonces, ?que sugiere usted?

– Bueno, Shang era tan «negra» que la gente ni se acerco a ella mientras yacia en el suelo. Nadie hizo nada, salvo mirar y senalarla con el dedo. Un par de hombres con brazaletes rojos salieron a toda prisa del edificio, hablando con acento pekines…

Un momento, senor Diao. En su libro menciona a una escuadra especial de Pekin. Entonces, ?esos hombres pertenecian a aquella escuadra?

– El vendedor ambulante no sabia quienes eran, pero se quedaron junto a Shang, para impedir que la gente se acercara. Cuando por fin llego una ambulancia, Shang llevaba mucho rato muerta.

– ?Vino la policia?

– El coche de la policia tardo horas en llegar. ?Y que hicieron? Intentaron limpiar las manchas de sangre de la acera. De hecho, ni siquiera lo hicieron bien. Las moscas revolotearon durante dias sobre las manchas de color rojo oscuro.

– ?Que final tan tragico!

– Un final lleno de giros inesperados -dijo Diao, tras acabarse una crep rellena de pato y limpiarse los dedos manchados de salsa con la servilleta, como si quisiera borrar sus recuerdos-. Como sabe, Shang se hizo famosa en los anos cuarenta. Debio de atraer a muchos hombres ricos y poderosos, y eso le causo problemas despues de 1949. Las cosas eran muy distintas a principios de los anos cincuenta. Los jovenes amantes que se besaban en el parque Bund podian ser detenidos por llevar «un estilo de vida burgues». Pero Shang continuo llevando una vida «abiertamente burguesa». Lo que es peor, su marido se metio en asuntos politicos, y aquello supuso el fin de la carrera de Shang.

»Fue entonces cuando aparecio en su vida un guiren. Un guiren, ya sabe, un hombre importante que provoca un cambio de suerte en la vida de alguien. Un dia, el alcalde de Shanghai le envio una nota de su puno y letra: 'Camarada Shang, venga a verme, por favor'. Shang se dirigio sin dilacion al Pabellon de la Amistad Sino-rusa, donde Mao la recibio. Aquella noche daban un baile de gala. Mientras giraba en brazos de Mao, Shang le conto sus problemas. Poco despues, volvieron a asignarle papeles en varias peliculas, uno tras otro. En los anos cincuenta, el Estado controlaba y planificaba la industria cinematografica. Solo se filmaban unas cuantas peliculas al ano. Muchos actores y actrices famosos no pudieron conseguir papeles, tuvieran o no problemas politicos. Aunque parezca increible, Shang interpreto el papel de una miliciana, por el que llego a ganar un premio importante. Incluso visito varios paises extranjeros como miembro de una delegacion de artistas chinos. En aquella epoca, los dirigentes del Partido acostumbraban a recibir a los miembros de las delegaciones antes o despues de cada visita al extranjero, por lo que Shang aparecio fotografiada en los periodicos junto a Mao.

– Se ha documentado mucho, senor Diao.

– Permitame que le cuente algo acerca de mi investigacion. Incluso las publicaciones oficiales reconocieron la pasion de Mao por el baile. Despues de 1949, el baile como actividad social fue condenado y prohibido por formar parte del estilo de vida burgues, pero en el interior de los altos muros de la Ciudad Prohibida, Mao seguia bailando siempre que le apetecia. Segun la interpretacion que ofrecia el Diario del Pueblo, Mao trabajaba tan duramente por el bien de China que aquellas fiestas eran necesarias para que el gran lider se relajara. Pero eso es una tonteria. En cuanto a lo que sucedia despues de que Mao bailara con Shang, no creo que haga falta entrar en detalles.

– No, no hace falta -respondio Chen-. Aunque hay algo que quiero preguntarle. Durante aquellos anos, tal vez en la Ciudad Prohibida no hubiera demasiadas mujeres que supieran bailar. Dado que fue una actriz celebre antes de 1949, Shang debia de bailar muy bien. ?Le parece posible que Mao recurriera a ella por esa razon?

– Una joven aprende a bailar como una profesional en un par de horas. Mao no era un gran bailarin. No hacia falta que se molestara en buscar parejas de baile en otra ciudad. En aquella epoca, tenia otros rivales en las altas esferas. Incluso le habian instalado microfonos ocultos en su tren especial. ?Que diria la gente sobre su relacion con una actriz tan criticada? -siguio explicando Diao, despues de meterse en la boca una crujiente lengua de pato-. Pero Mao no pudo resistirse. Cuando la conocio, ella tenia treinta y tantos anos y estaba en la plenitud de su belleza. Era elegante, muy culta y venia de una buena familia. Su forma de bailar era como el oleaje rizado por la brisa, como las nubes que flotan en el cielo. Y puede que Mao hubiera visto sus peliculas ya en Yan'an. La senora Mao tambien era actriz, no lo olvidemos.

– ?Quiere decir que Mao tenia una fijacion con las actrices?

– Llamelo como quiera, la cuestion es que la suerte de Shang cambio de la noche a la manana.

– ?No podrian algunos cuadros locales haber contribuido a ese cambio? Quizas al ver que era la pareja de baile favorita de Mao, intentaron congraciarse con ella para ganarse el favor del presidente. Tal vez Mao ni siquiera fuera consciente de ello.

– No se habrian esforzado tanto por una de sus parejas de baile -repuso Diao-. Tenia muchisimas, y ellos lo sabian. Y los poemas que Mao le escribio eran evidentes.

– Poemas como «La miliciana», ?no?

– ?Usted tambien ha oido hablar de ese poema? De hecho, hay otro, «Oda a la flor de ciruelo».

– ?No me diga! -exclamo Chen, recordando lo que le habia contado Long acerca de los poemas-. ?Esta seguro? ?Llego a ver el pergamino con el poema que Mao escribio a Shang?

– No, no lo vi, pero el significado del poema es obvio. «Tan bella, no quiere apropiarse de la primavera / y se contenta con ser su heraldo. / Cuando las colinas se llenan de flores silvestres, / entre ellas sonrie.» Sigue el estilo del Poemas. En el primer poema de ese volumen, la virtuosa mujer de un emperador se alegra de que su marido haya encontrado un nuevo amor. Creo que Shang nunca hubiera exhibido un pergamino asi en su casa -dijo Diao con aire pensativo-. Entreviste a algunos de sus vecinos, y, segun uno de ellos, Shang tenia colgado un pergamino con un poema en su dormitorio. Pero el poema era de Wang Changling, un poeta de la dinastia Tang, y se titulaba «Concubina imperial abandonada en la habitacion de Changxing».

– Si, lo conozco. «Al amanecer, despues de barrer el patio / con la escoba, no le queda nada / por hacer, salvo girar / y girar el abanico redondo de seda / entre los dedos. Exquisita como el jade, / no puede competir con el cuervo otonal que vuela / en lo alto, y que aun conserva en sus alas el calor / del palacio del Sol Imperial.»

– El significado del poema es inequivoco -dijo Diao, asintiendo con la cabeza en senal de aprobacion-. La concubina se queja de la falta de atencion del emperador, sintiendose peor que un cuervo otonal que aun

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