Sin embargo, a las autoridades de Pekin no les gustaban las «medidas contundentes» propuestas, y tampoco estaban convencidas de que resultaran eficaces. Por eso habian ordenado llamar a Chen.
Junto con el expediente, Seguridad Interna no habia incluido ningun ejemplar del libro que habia publicado el medico personal de Mao: estaba prohibido en el pais. Tampoco habia un ejemplar del superventas
El titulo del libro lo intrigo. En la literatura china clasica, «nubes y lluvia» era un simil habitual para referirse al amor sexual. Evocaba a los amantes transportados en una esponjosa nube flotante, y la lluvia calida que se avecinaba. Su origen se remontaba a una oda que describia la cita del rey de los Chu con la diosa de la montana Wu, la cual afirmo que volveria de nuevo a su lado «con las nubes y con la lluvia». Pero la frase «nubes y lluvia» tambien formaba parte de un proverbio chino: «Con un giro de la mano, la nube, y con otro giro de la mano, la lluvia», en alusion a los cambios continuos e impredecibles en un contexto politico.
?Podria tener el titulo un doble significado?
Chen miro el reloj que reposaba sobre la mesilla de noche. Las diez y cuarto. Decidio salir a comprar un ejemplar de
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La libreria, de gestion privada, estaba a unos cinco minutos a pie de su casa. Desde el otro lado de la calle, envuelto en la oscuridad, Chen pudo ver que aun tenia las luces encendidas.
El propietario de la libreria, Fei el Barbudo, habia abierto la tienda con la esperanza de ganar dinero vendiendo libros de calidad mientras escribia una novela posmoderna. Cuando, al cabo del tiempo, sus esperanzas se hicieron pedazos como huevos estrellados contra una pared de cemento, Fei se convirtio en un librero practico y lleno su tienda de superventas que causaban sensacion y de basura poco interesante. Sin embargo, en una minuscula estanteria sus clientes aun podian encontrar algunos buenos libros: era su unica concesion a la nostalgia. Y abria hasta muy tarde, segun afirmaba, por el insomnio que le causaba la novela posmoderna que nunca consiguio acabar.
Para Chen, era una bendicion que la libreria abriera hasta tan tarde. Ademas, a la vuelta de la esquina habia un agradable restaurante que servia empanadillas. A veces, despues de comprar un par de libros, Chen entraba en el restaurante y se ponia a leer mientras comia una racion de empanadillas, al vapor o fritas, y se tomaba una cerveza. La camarera, vestida con un corpino parecido a un
La camarera siempre se mostraba amable, tanto con el como con los otros clientes.
– Bienvenido -lo saludo Fei con su habitual sonrisa, mirandolo a traves de unas gruesas gafas de culo de botella, mientras se peinaba su cada vez mas escaso cabello con un peine de plastico.
Nunca habian mantenido una conversacion prolongada, pero quiza fuera mejor asi. Fei no habria hablado tan abiertamente de haber sabido que Chen era inspector de policia. A diferencia de quienes habitaban las casas
En lugar de pedirle el libro en cuestion, Chen decidio echar primero un vistazo, como solia hacer cada vez que acudia a la libreria. No tenia sentido despertar sospechas innecesarias.
Para su sorpresa, Chen encontro varios libros sobre operas revolucionarias de Pekin, las unicas operas que podian representarse durante la Revolucion Cultural.
– ?Por que un interes tan repentino en las operas? -le pregunto a Fei.
– Bueno, los aficionados a este tipo de opera pasan ahora de los cuarenta. Sienten nostalgia por el pasado, por su juventud idealista. Fuera como fuese la realidad, no quieren borrar de un plumazo sus anos juveniles. Por eso estos «libros rojos de anticuario» se venden muy bien. ?Adivina cual es el mas popular? -Fei hizo una pausa teatral-. El
– ?Que? -exclamo Chen, sorprendido-. En su dia se imprimieron miles de ejemplares. ?Como pueden considerarlo un libro de anticuario dificil de encontrar?
– ?Usted todavia conserva uno en casa?
– No, claro que no.
– Pues ya lo ve. La gente se deshizo de ellos poco despues de la Revolucion Cultural; en cambio, ahora vuelven a estar de plena actualidad.
– ?Por que?
– Bueno, para los que no se han visto beneficiados por las reformas materialistas, Mao se esta convirtiendo de nuevo en una figura mitica. El periodo de Mao se ve ahora como una especie de epoca dorada en la que no habia brecha alguna entre ricos y pobres, ni corrupcion incontrolada en el Partido, ni mafias y prostitucion. La gente tenia acceso a servicios sanitarios gratuitos, pensiones estables y viviendas estatales.
– Es cierto. Los precios de la vivienda estan por las nubes. Pero ahora hay muchos edificios nuevos en Shanghai.
– ?Usted puede permitirse vivir en ellos? -pregunto Fei con una sonrisa sardonica-. Quizas usted si, pero yo no. «Mientras el vino y la carne se estropean sin que nadie los consuma en la mansion pintada de rojo, / la gente se muere de frio y de hambre en la calle.» ?No ha oido el ultimo dicho popular?: «Habeis trabajado a brazo partido por el socialismo y por el comunismo durante decadas, pero, de la noche a la manana, volveis al capitalismo».
– Es bastante ingenioso. -Entonces Chen pregunto de pasa- da-: Por cierto, ?tiene un libro titulado
Fei lo miro de arriba abajo.
– No es el tipo de libro que suele comprar, senor.
– Esta semana estoy de vacaciones. Me lo han recomendado.
– Se agoto hace algun tiempo, pero conservo un ejemplar que me quede para mi. Si es para un antiguo cliente como usted, se lo puedo vender.
– Muchisimas gracias, senor Fei. ?Realmente se ha vendido tanto?
– ?Nunca habia oido hablar de el?
– No -respondio Chen. El ministro le habia hecho la misma pregunta-. ?No trata sobre el tragico destino de una joven?
– Si, pero tambien de otras cuestiones. Tiene que leer entre lineas.
– ?De otras cuestiones? -pregunto Chen, ofreciendole un cigarrillo a Fei.
– Habra oido hablar de Shang.
– ?La estrella de cine?
– Si. Era la madre de Qian, la supuesta heroina del libro. Hay una maxima famosa en el
– ?El libro menciona todo eso?