completamente inmovil.

La expectacion reinaba en la sala; sin querer, todos contenian la respiracion, y los corazones latian aceleradamente. De repente, las manos de Milner salieron despedidas hacia el aire. No como si el las hubiese levantado voluntariamente, sino, mas bien, como si no hubiera podido mantenerlas pegadas mas tiempo al costado. Tan pronto alcanzaron las manos su cenit, de las juntas del feretro broto una luz brillante como el sol, levemente atenuada, como a traves de un filtro por la bandera de la ONU que todavia lo recubria. La luz que salia de la caja era tan caliente como luminosa, e hizo que el aire se dilatara produciendo un sonido parecido al del rugido de un soplete. Decker comprendio de inmediato lo que ocurria: Christopher estaba siendo regenerado; resucitaba igual que Jesus lo habia hecho dos mil anos antes.

El resto de los asistentes se echo hacia atras, protegiendo sus ojos de la intensa luz. Entonces, el feretro empezo a sacudirse violentamente. La bandera se deslizo hasta el suelo, y la luz -tan intensa que ya no se podia mirar- inundo la estancia sin filtro alguno. Solo los ojos de Milner permanecian abiertos. Las camaras de television seguian enfocando la escena, pero los operadores tuvieron que retirar la mirada o cerrar los ojos. La imagen de television solo mostro un raudal de luz que engullia cuanto tenia a su alrededor.

Luego la luz desaparecio y se hizo el silencio.

En el centro de la sala, la bandera de Naciones Unidas yacia en el sueno hecha un guinapo chamuscado. La tapa del feretro habia salido despedida y se habia hecho trizas contra el suelo, completamente descerrajada. De pie, junto al feretro abierto, estaba Christopher Goodman. Llevaba el brazo izquierdo colgando, inutilizado por la bala que lo habia atravesado, y la herida de la cabeza le habia dejado vacia la cuenca del ojo derecho. Con todo, estaba vivo.

Ya fuera una ilusion optica producida por la intensidad de la luz o por las lagrimas de alegria que le nublaban la vista, Decker creyo percibir que un aura de luz rodeaba todavia a Christopher. Este echo un rapido vistazo a su alrededor y se acerco hasta el subsecretario Milner, que habia hincado una rodilla en el suelo, agotado por el esfuerzo. Luego miro a Decker, que se apoyaba sobre sus muletas. Christopher sonrio.

– Vamos, Decker -le dijo-. Tenemos trabajo. -Decker hizo ademan de echar a andar hacia el, pero Christopher lo detuvo-: A esas no las vas a necesitar -dijo.

De repente, el dolor de la rodilla se desvanecio, y Decker dejo caer las muletas al suelo. Al instante estaba junto a Christopher. Mientras la muchedumbre se mantenia a una distancia prudencial, los tres hombres se dirigieron hacia la salida.

– ?Donde vamos? -pregunto Decker. Tenia un millon de interrogantes y de cosas que decir. Queria parar alli mismo, abrazarle y llorar de alegria, pero por los pasos apresurados de Christopher y su gesto de determinacion supo que habia cosas mas urgentes que hacer.

– Jerusalen -repuso Christopher al alcance del oido de casi toda la prensa.

– Hay un helicoptero esperandonos que nos llevara hasta el aeropuerto -anadio Robert Milner, cuando estaban algo mas alejados-. El supersonico del secretario general esta en el aeropuerto Kennedy.

Poco importaba ya que la votacion para que Christopher ocupara el cargo no se hubiese llevado a cabo; dadas las circunstancias, nadie iba a negarle ese privilegio. Teniendo en cuenta lo que acababa de ocurrir, a Decker le sorprendio que Christopher pudiera necesitar un avion. No sabia si preguntar o no, pero Christopher se anticipo a la pregunta.

– Existen ciertas limitaciones con las que tendre que vivir mientras permanezca confinado en este cuerpo - dijo-. Te lo explicare todo en el avion.

* * *

En cuestion de segundos, todas las agencias de noticias del mundo informaban sobre el prodigioso suceso de la resurreccion de Christopher. El mundo se quedo paralizado de asombro, impresionado por las informaciones y la cobertura televisiva del acontecimiento. Nadie estaba seguro de su significado, pero con tanta violencia y muerte por todas partes, esta unica victoria sobre la tumba parecia abrir un resquicio de esperanza para el amenazado planeta. Algunos rompian a llorar, otros lo celebraban, pero la mayoria se limitaba a observar las imagenes incredulos, preguntandose si no se trataria de una broma cruel. Pero en un mundo donde se habia sido testigo de tanta muerte y destruccion, y sobre el que todavia planeaba la amenaza de una forma de aniquilacion inexplicable, muchos buscaban desde hacia tiempo un rayo de esperanza, y por eso la mayoria deseo con toda su alma que lo que veian fuera verdad.

* * *

Cuando el helicoptero aterrizo en el aeropuerto Kennedy, habia ya mas de cuarenta periodistas apostados alli con sus camaras y microfonos. El cuerpo de seguridad de Naciones Unidas los mantenia alejados de la pista de aterrizaje -tal y como habia dispuesto Milner-, pero la prensa obstaculizaba el acceso de Christopher al reactor del secretario general.

Nada mas abrirse la puerta del helicoptero, los periodistas empezaron a gritar preguntas. Decker fue el primero en salir. Se pregunto como iban a atravesar la marabunta de periodistas y acceder al avion. Pero cuando Milner, seguido de Christopher, ahora vestido con una larga tunica de lino como la de Milner, bajaron del aparato, los reporteros callaron de repente. El brazo izquierdo de Christopher colgaba exangue al costado, y un parche ocultaba la cuenca vacia del ojo derecho. La vision de los periodistas completamente mudos era toda una experiencia, pero Decker supuso que no podia haber sido de otra manera, dadas las circunstancias. Espoleados por el cuerpo de seguridad de la ONU, los periodistas se apartaron a un lado, para que Decker, Christopher y Milner pudieran pasar.

Mientras subian a bordo del enorme reactor, uno de los periodistas recupero el habla y lanzo una pregunta a Decker.

– ?Adonde se dirigen? -exclamo.

Al final era la unica pregunta que se habia llegado a formular, aunque mejor asi, porque era la unica para la que Decker conocia la respuesta.

Trasladando lo que Christopher le habia dicho en el helicoptero, Decker grito:

– ?A Jerusalen, a poner fin a la matanza!

16

EL ORIGEN DE DIOS EL DESTINO DEL HOMBRE

Escasos minutos despues estaban en el aire. El supersonico -uno de los tres aviones reservados para uso exclusivo del secretario general- tardaria siete horas y media en llegar a Tel Aviv. Ahora era el momento de hablar.

– Decker -dijo Christopher muy excitado-. ?He mirado en el interior de la caja! La vieja caja de madera del sueno era el Arca, el arca de la Alianza sin su revestimiento de oro -explico.

»Cuando Moises fabrico el Arca, se le pidio que construyera una caja de madera, que luego debia recubrir con varias capas de oro. Si se retira la envoltura de oro del arca, entonces encontraras una caja muy sencilla de madera de acacia. Eso es lo que era la vieja caja que aparecia en mi sueno. -Christopher hizo una pausa-. Y esta vez he mirado en su interior.

»Decker, dentro del Arca he visto el pasado infinito, y tambien he podido comprender el futuro. Ahora lo entiendo todo: el significado de la vida y de la muerte, la razon de que yo este aqui, ahora, en este preciso momento. Existe una razon, un proposito. Pero tenemos una ardua tarea por delante, que va a ser dificil de llevar a cabo; mucho mas de lo que puedas imaginar. -Christopher se detuvo pensativo.

– En cierta manera -dijo-, creo que preferiria pasar de nuevo por la crucifixion antes que tener que hacer lo que se me ha pedido.

Le temblaba la voz, y se le habian empezado a formar gotas de sudor en la frente. Incluso parecia como si

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