Olof asintio.
– ?Deseas acostarte o prefieres que estemos sentados aqui un rato? Tus sabanas aun estan en la cama.
Peter no deseaba estar solo. Ahora habia luz fuera y se sentia menos amenazado pero sabia que no podria dormirse si se quedaba solo en el cuarto de invitados.
– ?Tienes fuerzas para quedarte aqui un rato? -pregunto Peter-. Tu tampoco has dormido mucho esta noche.
– Si, hombre, unas tres horas.
Olof se habia sentado en el sillon frente a el y ahora se recosto.
Peter le miro interrogante. Olof dejo que las yemas de los dedos repiquetearan por el reposabrazos del sillon.
– He tomado una gran decision estos ultimos dias.
Tomo un trago de te.
– Lo he estado pensando algun tiempo, pero finalmente me he decidido durante esta ultima semana. Voy a vender la agencia.
La habitacion quedo en silencio.
– Creia que era importante para ti -dijo Peter al cabo de un rato.
Olof dejo descansar sus dedos.
– Si lo ha sido, pero el tiempo pasa. Hace un mes cumpli cincuenta y siete anos y el tiempo no avanzara mas despacio por eso. Durante treinta y siete anos no he hecho otra cosa que trabajar y durante estos ultimos diez anos la agencia ha estado en la cima, de modo que no es facil encontrar una buena razon para continuar.
He ganado ya tanto dinero que tendre que esforzarme si quiero gastarmelo antes de morirme, y por eso he pensado empezar a hacerlo ahora.
De pronto se sentia completamente despejado, se inclino hacia delante y continuo como si quisiera convencer tanto a Peter como a si mismo.
– No tengo ni hijos ni familia. Ni siquiera tengo hermanos, y te aseguro que el dinero que he ganado en mi vida no va a ir a parar a Hacienda. He sonado hacer miles de cosas. Senderismo por el Himalaya, bucear en la Gran Barrera de Coral en Australia, ir de safari a Africa, y entonces me pregunto ?por que no lo hago? Pues porque cada dia voy a mi oficina y me siento a pensar como poder convencer a la gente para que compre Via en lugar de Ariel y de que no pueden vivir un dia mas si no se compran rapidamente una antena parabolica que les proporcionara cuatrocientos dieciocho canales de television.
Resoplo y se volvio a recostar.
– Sencillamente, soy demasiado viejo para eso. Ya no encuentro motivacion. Lo unico que deseo es algo de paz y tranquilidad.
La habitacion quedo en silencio. Una bandada de gaviotas volo por delante de la ventana panoramica.
– Pero me he dado cuenta, y por fin lo he reconocido, de que lo que me ha impedido vender hasta ahora es que me asusta la soledad.
Miro a Peter que escuchaba atento. Olof cruzo los brazos.
– Si quisiera podria hacer un par de llamadas y llenar la casa con cien invitados, pero ?quienes serian? Si, noventa sonrientes personas del mundo de la publicidad que saben que les interesa estar a bien con Olof Lundberg, y una decena de personas a las que quiza podria llamar mis amigos pero con las que desde luego no me gustaria hacer senderismo por el Himalaya. Todas tienen sus cosas y sus familias en las que pensar.
Bajo la mirada como si de repente se sintiese ruborizado. Peter se lleno de ternura.
– Esa es la pura verdad, la gente olvida que una persona de exito pueda estar sola. Yo mismo casi lo habia olvidado. Pero lo cierto es que si lo analizas estoy completamente solo y la oficina funciona como un sustitutivo. Voy ahi cada manana para tener la confirmacion de que aun soy necesario, pero en realidad no tengo ni idea de quien soy fuera de mi mundo profesional. Ahora he decidido descubrirlo.
Permanecio un rato en silencio, luego alzo la vista y miro a Peter.
– Pero al mismo tiempo siento miedo e inseguridad y aqui es donde tu entras en accion, Peter.
Ambos permanecieron en silencio.
– Tengo una propuesta -continuo Olof-. ?Que ahora no te de un ataque, eh! Me pregunto si te gustaria vivir aqui en la casa conmigo. Sencillamente la dividiriamos por la mitad y compartiriamos cocina y salon. Si uno desea estar en paz o tiene una visita solo tiene que irse a su lado.
Peter no podia creer lo que oia. ?Era posible que despues de treinta y dos anos color verde oliva ahora tuviera una oportunidad?
Miro a Olof y sonrio. Olof lo observo impaciente, como si deseara oir rapidamente su reaccion.
– ?Te estas declarando? -sonrio Peter.
Olof comenzo a reir.
– Si, quiza sea una forma de decirlo. Pero -sonrio y levanto el dedo indice- tengo que aclarar que no hay obligaciones matrimoniales de por medio, espero que eso quede perfectamente claro. Esas te las tienes que buscar tu mismo. Si te apetece acompanarme, me voy a Nepal dentro de tres semanas. Quiza alli encuentres a alguien.
Peter sintio como se extendia una agradable calidez por todo su cuerpo, y una singular y deseada tranquilidad se asento en lo mas profundo de su ser. Aun era necesario, quiza incluso mas que antes.
– Quiza necesite apuntar que no me lo puedo permitir -dijo el. Olof sonrio. -Si, si puedes.
36
Peter estaba tumbado en la cama y tenia la cartera en su mano izquierda. Eran las ocho y una suave paz se habia apoderado de el.
Sintio que estaba preparado.
Desdoblo rapidamente la carta mientras el valor aun le asistia.
No alcanzo a leer mas que las primeras palabras antes de sentir crecer en su garganta una bola dolorosa y despues de un par de frases esta se solto y se transformo en un torrente de lagrimas liberadoras que se precipitaron por sus mejillas. Leyo la carta cuatro veces e intento llorar tan silenciosamente como le fue posible. En ese momento no deseaba compania.
Aturdido guardo la carta de nuevo en la cartera.
Los pensamientos y los recuerdos se entrelazaban en su cabeza e intentaban componer un todo. Habia dado el paso hacia el abismo y aun no sabia si volaria o caeria.
Toda su vida habia resultado estar basada en una mentira, o por lo menos en una verdad omitida. Ahora, cuando por fin habia conseguido la clave secreta y la llave para librarse del peso que siempre le habia impedido continuar adelante y dejar atras el pasado, no podia aceptar la explicacion. No se sentia ni triste ni enfadado, pero tampoco contento o aliviado.
Estaba completamente vacio.
Penso en su madre.
Cuando murio el piso ya habia sido limpiado y todo lo que habia en el habia sido empaquetado. Habia preparado su partida hasta el mas minimo detalle. Toda la ropa estaba guardada en bolsas negras de plastico y la mayor parte de las cosas de la casa en cajas de carton. Ella habia llamado a Lions y les habia pedido que fueran a buscarlo.
Toda la vida de una persona reducida a cajas de carton cerradas y bolsas negras de plastico.
En cuatro de las cajas estaba escrito el nombre de Peter y Eva; habia repartido democraticamente entre ambos todas las cosas de valor y las fotografias. Debajo del todo, en uno de los cartones de Peter, habia un monton de libros anuales del Cuerpo de Bomberos, pero no habia dejado ningun mensaje personal; solo habia una escueta nota sobre la mesa de la cocina en la que les recomendaba la manera mas sencilla de deshacerse de los muebles. Junto a la nota habia dejado la llave de su caja de seguridad del banco; habia dividido su dinero en dos mitades y las habia colocado en un sobre para cada uno sin ningun saludo. El creyo que ella habia hecho todo esto en un desafortunado intento por evitarles problemas, pero hubiera estado mas que encantado de poder pasar un par de dias ordenando y limpiando la casa de sus padres. Se sintio despojado de la oportunidad de, solo y en