ademas, perdona, quiza vaya yo antes, ?no? Ya esta, me estoy poniendo nerviosa, pero, en realidad, no con ella, sino conmigo misma. Creo que deberia decirle esas cosas. Deberia discutirlas con ella y hacerselas notar, en parte porque se que tengo razon. Bueno, quiza la proxima vez. Y tambien esto me cabrea un poco porque al final lo pospongo siempre para la proxima vez. Y, en ocasiones, cuando me gustaria contestarle no me salen las palabras adecuadas, de manera que lo dejo estar. Luego, cuando llego a casa, se me ocurre la respuesta perfecta, ?pero entonces ya es demasiado tarde!
– ?En que piensas?
– Oh, en nada…
Como muestra, un boton…
– Entonces, ?que? ?Lo habeis decidido ya? Daos prisa, que el camarero ya viene.
Alis nos mira esperando a que nos decidamos.
– Yo tomare un entrante de carne, y luego pasta
– Veo que quieres guardar la linea, ?eh?… ?Y tu, Clod?
Clod cierra la carta.
– Yo solo una ensalada.
– ?Eh?
Alis y yo nos miramos a punto de desmayarnos.
No me lo puedo creer…
– ?Que te ha pasado?
– ?Te ha entrado por fin en la cabeza esa palabra que tanto odias…, dieta?
– Que graciosas. Es que no tengo mucha hambre.
Cuando llega el camarero pedimos lo que hemos elegido. Alis opta por una langosta a la catalana, que yo probe una vez y me parecio que tenia demasiado vinagre, pero por lo visto a ella le encanta. En cuanto el camarero se aleja retomamos nuestras pesquisas.
– ?Queremos saber el motivo de esa dieta!
– Si, que es lo que te ha llevado a entrar en razon…
– ?Que ha pasado?
– ?Alguien te ha hecho algun comentario?
– ?Tus padres? ?Un chico?
– ?Ha sido por algo que has visto en una pelicula?
– ?Un sueno?
Nos divertimos acribillandola a preguntas hasta que, por fin, Clod no puede resistirlo mas.
– Vale, vale… Ya esta bien.
Se queda por un instante en silencio. Nosotras tambien.
– Es que…
– ?Que?
Clod nos mira por ultima vez, despues esboza una amplia sonrisa.
– Estoy saliendo con Aldo.
– ?Nooo!
– ?No me lo puedo creer!
Alis se echa hacia atras con tanta fuerza que esta a punto de caerse de la silla, Yo estoy feliz a mas no poder, si bien aun me cuesta dar credito.
– No es una broma, ?verdad?
– ?Te parece propio de mi bromear sobre esas cosas?
– Cuentanos…
Poco a poco, en nuestra mesa se produce una suerte de silencio, ese que solo la palabra amor sabe crear. Porque el amor, es decir, la manera en que dos personas se conocen, se frecuentan, se llaman por telefono, empiezan a salir juntas o rompen, le interesa siempre a todo el mundo, es inevitable. Si, ademas, quien te lo cuenta es alguien como Clod, te emocionas aun mas.
– Pues bien, la clase de gimnasia se habia acabado ya. Me habia duchado y todavia tenia el pelo un poco mojado. Cuando sali, el estaba alli, en la puerta del gimnasio. Llovia y las gotas se veian a contraluz porque la bombilla de la farola estaba fundida…
– ?Caramba! Es perfecto…
Clod le sonrie a Alis.
– Extranamente, Aldo no hizo ninguna imitacion. En lugar de eso, nos miramos y nos echamos a reir. Despues paso un coche pegado a la acera a gran velocidad; no nos habia visto, y poco falto para que quedasemos como sopas.
– ?Precioso, igual que en las peliculas!
– Si, de manera que acabamos pegados el uno al otro… Y, no se como, nos besamos.
– Como dos imanes que se atraen…
– Si, claro, como dos imanes…
Alis siempre tiene que reventarlo todo.
– ?Entonces? ?Se puede saber que haces aqui?… ?Deberias estar celebrandolo con el, ?no?!
– De hecho, me ha mandado un mensaje, quiza nos veamos luego.
– ?De eso nada, ve ahora mismo!
Clod mira a Alis como si le estuviese preguntando «?Puedo?». Pero yo no lo pienso dos veces e insisto:
– ?Venga! ?Yo me quedo con Alis!
– ?Claro…, nos haremos compania mutuamente!
En cuanto acaba la frase, Clod casi vuelca la mesa.
– Gracias, habiamos organizado una cena pero no sabia como deciroslo…
Y sale del local. Alis y yo nos quedamos comiendo y hablamos por los codos, comentando la increible noticia.
– ?Te das cuenta? ?Clod tiene novio y nosotras no!
Aunque la verdad es que estoy encantada. Ella era la que, en teoria, tenia menos posibilidades de todas nosotras. Por un momento tengo la impresion de que Alis esta triste, y la verdad es que no se por que. Deberiamos alegramos por nuestra amiga. ?Su sueno se ha cumplido! La verdad es que la idea de pasar todos los dias con Aldo y soportar continuamente sus absurdas imitaciones me parece una pesadilla. ?Pero ella esta contenta! Y eso es lo que cuenta en la vida, ser felices gracias a las cosas que realmente nos hacen felices… Se lo digo a Alis, pero ella parece estar pensando en otra cosa.
– Perdone, ?tienen tarta de chocolate? -le pregunta al camarero.
– Si, por supuesto.
– ?Me trae un buen pedazo?
A continuacion me mira sonriente.
– Tal vez el ano que viene estaremos aqui con nuestros novios y ella estara sola de nuevo…
– Si… Puede ser, aunque quiza estemos las tres… ?con tres chicos!
Alis me mira de una forma extrana y se encoge de hombros.
– Si, claro.
Y me resulta extrano que no haya pensado en esa posibilidad.
Soy Tommaso, el abuelo de Carolina. ?Mi nieto Giovanni, o Rusty James, como lo llama ella, captura el mundo en una pagina en blanco. Yo tambien, solo que uso otro tipo de papel: el fotografico. El objetivo contiene el espacio que quiero inmortalizar; un circulo tan pequeno que, sin embargo, puede retener un momento magico, irrepetible. La fotografia detiene el tiempo, vence el temor de que todo se pierda algun dia. Es suficiente con un clic. Esa imagen y. sobre todo, lo que evoca seran nuestros para siempre. Esa es la idea que siempre me ha gustado del arte de la fotografia. Los momentos que puedo compartir con los demas, con mi Lucilla sobre todo. En mi opinion, ella es una modelo bellisima. Un rostro que cambia con frecuencia de expresion y que inspira innumerables fotografias. Tendriais que verla. Tiene unos ojos indescriptibles. Todavia hoy me pierdo en ellos.