– Con ninguno, los he dejado a los dos.

– Oh, vaya… ?Has hecho bien!

– Si, pero ahora salgo con Luca…

Mi madre pone cara de desesperacion. Trato de animarla.

– Lo dice adrede, ya sabes como es. No es cierto. Solo lo dice para molestarte.

Veo que se siente un poco mas aliviada, pero yo, si he de ser sincera, no estoy tan segura.

Son las 20.30. Suena el telefonillo.

– ?Podeis abrir? ?Quien sera a estas horas?

– Es para mi, papa. ?Si?

– Estoy aqui abajo -me responde Clod.

– Voy en seguida.

– Por lo visto, ahora sales todas las noches…

– De eso nada, papa… jamas he salido entre semana. Ademas, se lo he dicho a mama.

Mi madre aparece en ese momento con unos platos.

– Si, es verdad, me lo ha dicho.

Mi padre insiste. Debe de estar nervioso, como de costumbre.

– El hecho de que lo haya dicho no significa nada.

– Pero si sale con sus amigas…

– No es eso.

– Pero…

Empiezan a discutir. Lo siento mucho por ellos, pero Clod me espera abajo. Ademas, me apetece salir. Me ahogo en esta casa. Sobre todo cuando se producen esas discusiones tan estupidas, tan inutiles, tan…, ?tan asi que me sacan de mis casillas! Salgo del salon dando un portazo. Adrede. Y a continuacion bajo a toda prisa la escalera y salto los ultimos escalones antes de cada rellano. Dos. Acto seguido, tres. Despues incluso cuatro a la vez. Estoy enfadada. Mucho. Mi padre siempre trata mal a mi madre. No entiendo por que ella sigue con el. Quiza sea por nosotros, sus hijos. Si, de alguna forma es culpa nuestra. Odio a mi padre. Odio que ataque de ese modo mi felicidad.

– Venga, vamos.

– Eh, ?que te ocurre?

Clod arranca a toda velocidad obedeciendo a mi orden.

– Nada, no sucede nada.

Golpeo con fuerza el salpicadero del coche.

– Eh, no se lo hagas pagar a el, que no tiene la culpa… Si te sirve de consuelo, yo tambien he discutido con mi madre. No queria dejarme salir… A veces me gustaria cambiarme por Alis…

– Pues si.

Nos callamos, permanecemos en silencio durante un buen rato, salvo cuando le doy las indicaciones pertinentes.

– Al fondo y a la derecha. Luego todo recto.

Y Clod sigue conduciendo concentrada, sin abrir la boca, sin hablar. Poco a poco me va pasando la rabia, sin ningun motivo. Es mas, incluso llego a olvidar lo que ha sucedido.

– ?Caray, es fantastico!

Abro el estuche y lo miro.

– Tienes el ultimo de Maroon 5… ?Quien te lo ha dado?

– Aldo me ha hecho una copia.

– ?En serio? Es un cielo…

La miro. Me mira. Sonrie.

– ?Me lo prestas para que lo suba a mi iTunes y asi lo tengo en el iPod?

– ?Claro!

– Bien.

Y sigo bailando hasta que llegamos a Wild West. Alis nos espera fuera del local.

– ?Que pasa?

– Nada, ?que solo hay tres parejas y, por si fuera poco, son mas viejos que nosotras!

Miro dentro.

– Bueno, a mi no me parece tan mal… ?Ademas, uno de esos se parece a mi hermano!

– De eso nada, ojala, me derretiria nada mas verlo… Es suficiente con mirarlo a los ojos, ?ese es viejo por dentro! Venga, larguemonos…

Y sube a su coche.

– ?Pero si has reservado mesa!

– ?Si, solo que a nombre de Clod! ?Seguidme!

Arranca a toda mecha. La seguimos a dos mil por hora y al final llegamos a Celestina, en Parioli. Alis deja el vehiculo en manos del aparcacoches.

– Si me lo rayas, te mato…

Se lo dice riendose, pero tengo la impresion de que no habla en broma. Entramos.

Se acerca un camarero.

– Buenas noches.

– Hemos reservado mesa para tres, a nombre de Sereni.

Alis debe de haber llamado desde el coche. Esta vez ha dado su nombre: estaba segura de que nos quedariamos.

– Hola, Alis.

– Buenas noches.

La saluda una mujer que esta cenando con un tipo extrano, los dos tienen la cara un poco retocada. Quiza sean amigos de su madre. Por el modo de vestir es muy probable.

– Esta es vuestra mesa.

Nos sentamos. Alis mira alrededor.

– Aqui estamos mucho mejor.

– Si, claro.

– Y tambien esta mas cerca…

– Si, pero la gente no es muy interesante que digamos.

Aun asi, en las mesas se ve un poco de todo, hay parejas de todas las edades.

– Eh, pero ?esa no es…?, ?como se llama? Si…

Miro en la direccion que Alis nos indica con la barbilla. Si, es ella. Y esta con otro, el dia de San Valentin precisamente, quiero decir, no en una cena cualquiera.

– Claro que es ella, pero yo tampoco recuerdo su nombre.

Alis insiste:

– ?La novia de Matt!

– Melissa…

– ?Eso es, Melissa!

Pese a que nos separa cierta distancia, la chica parece habernos oido y desvia la mirada hacia nosotras. Clod y yo nos hacemos las locas. Alis, en cambio, se la sostiene. Es mas, veo que incluso arquea las cejas como diciendo: «Eh, guapa, ?que haces cenando con otro?» Despues se vuelve hacia nosotras. Al parecer, por fin ha dado por zanjado el enfrentamiento.

– No me lo puedo creer. El le ha cogido la mano. Se la esta acariciando…

– ?Y que?

– ?Pues que Matt y ella han roto!

– Manana lo llamo…

– ?Alis! Pero si ese apenas se acuerda de mi, y a ti debe de haberte visto una sola vez.

– Si, pero por la forma en que me ha mirado… Veras como se acuerda. Se acuerda…

– Lo que tu digas…

Abro la carta. Alis me saca de quicio cuando hace esas cosas. ?Esta demasiado segura de si misma! Y,

Вы читаете Carolina se enamora
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату