– ?Muy bien, asi me gusta.
?La tarde en casa de Alis es increible! Ha instalado una pizarra en la sala.
– Entonces, a ver como os lo explico… Esto, como podeis ver, es… -dibuja con una tiza blanca- su cosa… Puede ser mas o menos grande… La de Dodo era asi.
Y nos indica la medida con las manos. Clod no logra contenerse.
– Veo que lo recuerdas bien, ?eh? Alis sonrie.
– Como si se pudiese olvidar facilmente. Bueno, debeis mostraros afectuosas con esa cosa, no tirar de ella, ser dulces, acariciarla arriba y abajo, sin empujar mucho hasta el fondo… Y sin tirar demasiado hacia vosotras… ?Si no, se la arrancareis!
Clod suelta uno de sus comentarios.
– Si…, ?para poder llevarmela a casa! ?Quien te crees que soy?, ?el tio de
En ese preciso momento entra la madre de Alis.
– Chicas, yo salgo… -Luego ve la pizarra-. ?Alis!
– ?Manana tenemos clase de educacion sexual, mama! No querras que me suspendan, ?no?
La madre mira de nuevo el dibujo que hay en la pizarra.
– Bueno…, si se trata de estudiar.
Y sale. Nosotras retomamos la leccion. Alis es una profesora magnifica y con ella descubro cosas que jamas me habria imaginado que podian hacerse.
– ?Os dais cuenta de que nuestros padres habran hecho todo eso?
– ?Puede que incluso mas!
Me imagino a mis padres. Me resulta extrano. Luego a Massi y a mi…, y entonces me parece de lo mas natural. Socorro. Se acerca el momento. ?Que sucedera?
Vuelvo a casa.
– ?Ya estoy aqui!
Mis padres. Ale, estan todos. Voy al bano, cierro con llave y me desnudo. Abro el grifo de la banera, echo las sales que he comprado. Me pongo el albornoz y me encamino hacia mi habitacion. Me encuentro con mi madre.
– ?Que haces?
– Queria darme un bano. A fin de cuentas, la cena tardara todavia un poco, ?no?
– Si.
Y me sonrie. Entro en la habitacion, cojo mi iPod, los altavoces, y regreso al cuarto de bano. Cierro la puerta, lo conecto y lo enciendo. Ya esta. El agua esta ardiendo. Me quito el albornoz y despues, poco a poco, me meto en la banera. Me deslizo lentamente hacia abajo. Quema un poco, pero en cuanto me acostumbro me parece perfecta.
Empieza la musica, al azar. Suena Alicia Keys, Me pirra. Lentamente me voy deslizando mas hacia abajo. Mi cabeza toca el agua. Esta caliente, esta buena. Es relajante. El ligero aroma de las sales. Massi. Me encantaria que estuvieras aqui. Y asi, pensando en el, me acaricio una pierna. Me lo imagino. Imagino que es una de sus manos. Siento su beso, su perfume. Subo la mano por la pierna. Su mano. Y, de improviso, sigo las instrucciones de Alis. Sonrio medio sumergida en el agua. Ahora seria capaz de hacerlo. Lo haria todo. El agua caliente es perfecta, echo la cabeza un poco mas hacia atras, arqueo la espalda, separo un poco las piernas. Apoyo los pies en las esquinas de la banera, no pueden ir mas alla… Sigo ligera, delicada, suave. Alis me lo ha explicado de maravilla. Me gusta. Y no me averguenzo. No me averguenzo estando asi…
Tum, tum, tum.
Alguien llama a la puerta.
Me incorporo.
– ?Quien es?
Intentan abrir. Esta cerrada. Por suerte.
– ?Soy yo, Ale! ?Cuanto tiempo piensas estar ahi dentro. Caro?
– Oye, estoy muy a gusto, ?de acuerdo? Asi que espera un poco.
– ?Mira que si no sales echo la puerta abajo!
Pum. Oigo que da una patada en la parte baja de la puerta. Con fuerza.
– Usa el otro bano.
Pum. Otro. Mi hermana, que conazo. Me pongo en pie. Me quito la espuma, me seco. Me pongo el pijama azul turquesa. Abro la puerta y salgo del bano toda perfumada, ligera. Me siento limpia. Tranquila. Relajada.
– Ya era hora…
Ale entra deslizandose por detras de mi. No le hago ni caso. Gracias, Alis. Nos lo explicaste todo a la perfeccion. Sonrio. De una manera u otra, se puede decir que ha sido mi primera vez. Me siento en el sofa. La cena todavia no esta lista. Enciendo la television. Busco el canal 5, Ha empezado «Amici». La verdad es que me gustaria ser una de las participantes, pero sin competir, eso no. Se marchan todos, salen del estudio, sacan a empellones a la presentadora y yo permanezco alli, con mi pijama azul turquesa y el microfono en la mano. Canto de maravilla. Y en las gradas esta solo el, Massi. Canto para ti, Massi.
Cojo el movil y me pongo en pie sobre el sofa.
La canto casi a voz en grito.
– ?Caro! -Me vuelvo. Es mi madre-. ?Has perdido el juicio?
Le sonrio.
– ?Es mi cancion favorita!
– Si, solo me faltaba ahora que participases en el festival de San Remo… Ven a la mesa, venga, la cena esta lista.
– Si, mama…
Le sonrio y me ruborizo ligeramente. Un pensamiento repentino. Si solo pudiese imaginar, si solo supiese lo que ha ocurrido en el cuarto de bano. Y todo lo que me esta sucediendo. Que bonito seria en ocasiones no tener prejuicios y poder confiarse abiertamente, sobre todo con alguien como ella. Me siento frente a mi madre, despliego la servilleta y le sonrio.
– Mmm, que bien huele… Debe de estar delicioso.
Mi madre no me responde y empieza a servirme. De manera que bajo los ojos y aparto de mi mente cualquier pensamiento, salvo uno. A menudo parece que estemos muy cerca cuando, en realidad, estamos muy lejos unos de otros.
He ido a ver a la abuela. Hacia tiempo que no iba a visitarla. Y, de alguna forma, me sentia culpable. Como si mi felicidad me apartase de su dolor. Hoy, sin embargo, Massi no podia venir a recogerme a la salida del colegio. De forma que he pensado que debia ir a su casa. Por todas las cosas bonitas que me han ensenado, tanto ella como el abuelo Tom. Una pareja maravillosa.
– ?Que es esto?
– Un albaricoquero. Pero los frutos todavia estan verdes.
– ?Se llama de verdad asi? Es la primera vez que lo oigo.
Mi abuela sonrie, camina con sus zapatillas azul oscuro por la gran terraza, se aproxima a las plantas y da la impresion de acariciarlas. Ha cambiado. Ahora parece mas taciturna.
– Hoy me ha ido muy bien en el colegio…
– ?Ah, si? Cuentame…
Le digo que me han preguntado sobre un tema, que me han puesto una buena nota, en fin, le cuento como van las cosas en general. De vez en cuando me mira de soslayo y despues se concentra de nuevo en sus flores. Asiente con la cabeza mientras escucha, pero luego su mirada se torna mas atenta, sus ojos se cruzan con los mios, los observa como si buscase algo nuevo. Por lo visto, se ha dado cuenta. Soy tan feliz… Me encantaria contarle mi historia con Massi, pero no lo consigo, es superior a mis fuerzas.
– Muy bien, veo que todo te esta saliendo a pedir de boca…
– Si, y ahora tengo que prepararme como es debido para el examen final…
– Sigues viendo a tus amigas Alis y Clod, ?verdad?
– Por supuesto.
– Bueno, creo que estas viviendo una epoca preciosa.