tiene todas consigo. Mejor.
Durante los dias siguientes hemos ido a comer varias veces fuera. Al japones de la via Ostia, riquisimo, a una pizzeria que hay junto a la via Nazionale y que se llama Est Est Est, alucinante, y en la via Panisperna, 56, La Carbonara, para chuparse los dedos. ?En los tres locales apenas he probado bocado! Massi me ha mirado las tres veces preocupado: «?No te gusta el sitio?» «?Odias la comida japonesa?» «?La carbonara es demasiado pesada?»
En cada ocasion me he echado a reir como si fuese medio idiota, pero no he dicho nada.
– Ah…, ahora lo entiendo, ?aun estas a dieta!
– ?De eso nada! Estoy de maravilla, me encanta el sitio y todo esta delicioso.
– ?Entonces?
– No tengo mucha hambre…
– Ah, ?eso es todo? ?Mejor asi! -Coge mi plato y engulle las sobras, se lo mete en la boca con voracidad-. ?Ya veo que me saldras barata!
Pruebo a darle un golpe.
– ?Imbecil! Eres un macarra…
Y el come adrede con la boca abierta.
– ?Que asco! ?Se acabaron los besos, ?eh?!
Massi exagera a proposito, mueve la cabeza arriba y abajo como si pretendiese decir; «?Ahora veras si te doy asco!»
Y organizamos un buen bullicio, le tiro de la manga de la camisa para que se detenga, el intenta hacerme cosquillas, bromeamos, simulamos que discutimos y no dejamos de reirnos en ningun momento. La verdad es que, cuando estoy con el, es como si perdiese el apetito.
– ?Tregua? ?Paz?
No puedo mas, al final me rindo.
– Esta bien.
Massi sonrie, me sirve un poco de agua, despues el tambien se llena el vaso. Nos miramos mientras bebemos y a los dos se nos ocurre la misma idea, fingimos que nos salpicamos con el agua que tenemos en la boca. Pongo cara de preocupacion. Al final Massi se inclina hacia mi como si tratase de echarme el agua, pero se la ha tragado ya. Sacudo la cabeza, sonrio y, poco a poco, nos vamos calmando. Lo miro, el corazon me late acelerado, siento la emocion en los ojos. Se tinen de amor. No entiendo lo que me esta ocurriendo. Me miro al espejo que tengo al lado. Nada de dieta… ?Esto es amor! Es amor, amor, amor. Tres veces amor. ?Estoy acabada!
Hoy vamos a ver
?Que guay! Lo ha escrito Diablo Cody» una joven
?Ya me imagino resbalando y cayendome al suelo!
Estamos en el intermedio de la pelicula. Es una peli muy chula, muy ocurrente, realmente divertida. La actriz protagonista es muy joven, ademas de muy buena. Creo que se llama Ellen Page.
– A veces ocurre…
Massi se inmiscuye en mis pensamientos.
– Menudo lio.
– No se como consigue arreglarselas tan tranquila… Quiza porque se trata de una pelicula…
Massi me toca la barriga.
– ?Y tu que harias?
Cierro los ojos.
– No niego que me encantaria tener un hijo, ?pero tengo catorce anos! -Los abro de nuevo-. ?Ella tiene quince, de modo que todavia me queda un ano de libertad!…
– Si lo consideras un castigo… ?De verdad no te gustaria?
– Bueno, lo ideal es que suceda cuando haya vivido por lo menos el doble… O sea, cuando tenga veintiocho anos.
– Vale, me parece justo. Me reservo para cuando llegue ese momento…
Me sonrie y me coge la mano.
Tiene diecinueve anos, uno menos que mi hermano ?Que diria Rusty si lo conociese? ?Sentiria celos de el? Y mientras pienso en eso apoyo la cabeza en su hombro. Mi melena rubia se esparce sobre su camiseta azul. Espero tranquilamente a que empiece la pelicula.
– ?Quieres palomitas, Carolina?, ?algo de beber?
Reflexiono por un instante y miro al vendedor de helados que esta ahi, en un rincon mas abajo, junto a la pantalla, rodeado de un monton de gente.
?No! No me lo puedo creer. Veo que delante de mi se levantan Filo, Gibbo y varios mas de la clase, Raffaelli, Cudini, Alis y Clod, con Aldo.
– No, no, gracias, no quiero nada.
Y me deslizo hacia abajo en mi asiento. No se por que, pero el caso es que me incomoda. No quiero que me vean. Con el no. Massi es mio. No quiero compartirlo con nadie. Bueno, tampoco es eso. Es que me siento muy feliz y esta felicidad me parece muy fragil, eso es, como una telarana.
Si, esta compuesta de unos sutiles hilos de cristal y yo me encuentro en el centro, tendida, prisionera, con mi pelo rubio esparcido sobre mis hombros mientras Massi avanza, camina a cuatro patas y me mira, como un magnifico hombre arana, un Spiderman vestido de negro… Y solo se necesita una menudencia para que nuestra magica red se deshaga, puf…, y yo me caiga.
De manera que me deslizo un poco mas hacia abajo en mi asiento, casi desaparezco. Luego, por suerte, se apagan las luces. Presto atencion a la pelicula, pero ya no me divierto como antes. Los vislumbro a lo lejos, reconozco sus perfiles incluso en la penumbra de la sala. De vez en cuando, alguna escena algo mas luminosa los alumbra un poco mas, y entonces puedo verlos mejor. Aunque, por otra parte, ?los conozco sobradamente! Los veo a diario desde hace tres anos. Incluso en los matices mas nimios. ?Como puedo confundirme? Son mis amigos. Y, al pensar en eso, me siento un poco mas tranquila, me agito menos y me acomodo en la butaca. Me concentro de nuevo en la pelicula y me rio otra vez como todos, a la vez que ellos, relajada, confundida entre la gente que ocupa la platea, como ellos, como mis amigos, asi, despreocupada.
Acaba la pelicula. Me levanto en seguida, pese a que, por lo general, me gusta leer los creditos para averiguar el nombre de determinado actor o la pieza de musica que me ha gustado. Me vuelvo dando la espalda a mis amigos y me encamino hacia la salida. Massi me sigue. Sus anchos hombros me tapan.
No tardamos nada en salir, pero en cuanto doblo la esquina…
– ?Carolina!…
Es Gibbo.
– Caramba, ?estabas en el cine? ?No te he visto!
Se acerca a nosotros y en un instante llegan los demas.
– ?Te ha gustado?
– Si, menudo enredo.
– Ya ves, imaginate que me quedara embarazada a esa edad. ?Al menos a ti eso no puede sucederte!
– ?Por que lo dices? Tal vez el ano que viene…
– Si, con la ayuda del Espiritu Santo…
– ?Anda ya, ni aun asi! ?Ni siquiera con un milagro!