su ascenso siempre llega mas arriba. Y el sol. El silencio. El ruido del mar. No lo se. Me estoy excitando. Me siento arder por dentro. Que sensacion tan extrana. No entiendo una palabra. Llegado un momento, Massi se vuelve lentamente hacia mi. A pesar de que tengo los ojos cerrados, puedo sentirlo. Entonces ladeo poco a poco la cabeza y los abro. Me esta mirando. Sonrie. Yo tambien.
– Ven.
Se levanta de golpe. Me ayuda y poco despues empezamos a correr por la arena. No esta demasiado caliente. En un abrir y cerrar de ojos llegamos a las viejas ruinas. Mira alrededor. No hay nadie. Me aparta como si pretendiese examinarme.
– Ese traje de bano te sienta realmente bien.
Me siento observada y me averguenzo. Estoy blanca. Demasiado palida.
– Me gustaria estar un poco morena. Me quedaria mejor…
– De eso nada, asi estas guapisima…
Me atrae hacia el. Estamos en un rincon de las ruinas, ocultos entre dos muros. El mar es el unico espectador curioso. Pero educado. Respira silencioso formando alguna que otra ola pequena. Siento la mano de Massi en un costado. Me atrae hacia si. Me besa. Lo abrazo. Lo siento encima de mi. Noto que esta excitado. Tanto. Demasiado. No por nada, es que no tengo la menor idea de lo que debo hacer. En cambio, el si sabe como moverse. Poco despues siento su mano en mi traje de bano. Lenta, suave, delicada, agradable. Se detiene en el borde, tira un poco del elastico y, plof, se sumerge delicadamente. Su mano acaricia mi cuerpo. Desciende, cada vez mas abajo, sin hacerme cosquillas, entre las piernas, me acaricia despacio y yo me abandono en su beso como si fuese un refugio capaz de contener todo lo que estoy experimentando, que me sorprende, me maravilla, que me gustaria parar, fijar para siempre, sin verguenza, con amor.
Seguimos besandonos mientras mi respiracion se va haciendo cada vez mas entrecortada, jadeante, hambrienta de el, de sus besos, de su mano, que me ha secuestrado, que sigue moviendose dentro de mi. Y casi me entran ganas de echarme a gritar… Al final me muerdo el labio superior y, casi exhausta, permanezco con la boca abierta, suspendida en ese beso. Pasan unos segundos. Ahora lenta, mas lenta, su mano, como una ultima caricia, casi de puntillas, educada, se separa de mi traje de bano. Noto que me mira como si me espiase, como si buscase detras de mis ojos alguna huella de placer. Y entonces, emocionada, con los ojos entornados, le sonrio. De improviso siento algo que casi me asusta. No. Me relajo. Es su mano, me acaricia el brazo derecho, se desliza por el antebrazo hasta llegar a la muneca. Me toma la mano, la sostiene por un instante asi, suspendida en el aire, inmovil, como si fuese una senal. Pero no lo entiendo. Lo oigo respirar cada vez mas rapido, me aprieta la mano y, poco a poco, la guia hacia su traje de bano. Entonces comprendo. Que tonta. ?Es la hora? ?Que se supone que debo hacer? No es que no quiera…, ?es que no tengo ni idea de que debo hacer! Y en un instante lo recuerdo todo. Las explicaciones de Alis. Pero ?seran adecuadas? ?Seran ciertas? Repaso mentalmente todo lo que creo recordar, y en un abrir y cerrar de ojos me encuentro alli, sobre su traje de bano, es decir, mi mano esta alli sola, porque la suya acaba de abandonarla.
Me quedo inmovil por unos segundos, no mas. Luego empiezo a moverme lenta y suavemente, sin prisas, sin miedo, entro en su traje de bano, con delicadeza, buscando abajo, siempre mas abajo, hasta encontrarlo. En ese mismo momento busco su boca y lo beso, como si pretendiera esconderme, huir de mi verguenza. Pero a la vez muevo la mano arriba y abajo, lentamente, poco a poco, despues algo mas rapido. Siento que Massi respira cada vez mas de prisa. Y sus besos son apresurados, hambrientos, se interrumpen de repente para atacar de nuevo, y yo prosigo cada vez mas decidida, segura, veloz, otra vez, mas, mientras noto aumentar el deseo en su aliento. Y, de repente, esa explosion caliente en mi mano, prosigo mientras sus besos se frenan, ahora son mas tranquilos, casi se detienen en mi boca. Luego Massi apoya la mano sobre el traje de bano, encima de la mia, para que me detenga.
Sonrio.
– Me parece que la he liado…
El se encoge de hombros.
– Da igual… Ven.
Me coge y me arrastra fuera de las ruinas, por la playa desierta, abandonada, barrida por un viento ligero, yerma, vacia. Somos los unicos que caminan por esa arena suave, blanca y caliente, como lo que acabamos de vivir. Llegamos a la orilla. Massi entra corriendo en el agua, yo me detengo.
– ?Pero esta fria! ?Mejor dicho, helada!
– ?Venga! ?Esta genial!
Echa de nuevo a correr para dejar bien claras sus intenciones y despues, ?plof!, se tira y apenas emerge del agua empieza a nadar a toda velocidad para dejar de temblar de frio. Al cabo de un momento se para y se vuelve hacia mi.
– ?Brrr! Una vez dentro es fantastico.
De manera que me convence y yo tambien lo hago. Corro sin detenerme y al final me tiro, emerjo y nado aun mas de prisa, cada vez mas, hasta llegar a su lado. El me abraza de inmediato y me da un beso dulce, aunque salado, suave y calido, hecho de mar y de amor. Acto seguido se separa envuelto en los rayos del sol.
– ?Estas bien?
– De maravilla.
– Yo tambien…
– ?En serio? Nunca lo habia hecho.
Me mira buscando algun indicio de mentira. Entonces recuerdo que debo procurar que no se sienta excesivamente seguro.
– ?Me estas diciendo la verdad, Caro?
– Por supuesto…
Me alejo nadando a toda velocidad. Despues me paro, me vuelvo y lo miro, esta guapisimo ahi, en medio de nuestro mar.
– Yo siempre te digo la verdad, salvo alguna que otra mentira…
?Sencido o complicado? Sencillo.
?Amistad o amor? Las dos cosas.
?Moto o microcoche? Por el momento estoy contenta con
?Movil o tarjeta telefonica? Movil.
?Maquillaje o solo agua y jabon? Depende. Alis dice que deberia maquillarme mas.
?Una cosa extrana? Sentirme como me siento ahora.
?Una cosa buena? Massi.
?Una cosa mala? La ausencia de Massi.
?Un motivo para levantarse por la manana? ?Massi!
?Un motivo para quedarse en la cama? La ausencia de Massi…
?Que estas escuchando ahora? El silencio.
?Que escuchas antes de acostarte? Ahora, a Elisa.
?Un vicio al que no puedes renunciar? El chocolate.
?Una cita que siempre queda bien? «Tenemos que emplear lo mejor posible el tiempo libre», Gandhi.
?Una palabra que siempre suena bien? Amor.
?Sabeis una de esas mananas en que no teneis ganas de levantaros y la cama os parece el lugar mas bonito, comodo y acogedor de este mundo? Pues bien, eso es lo que me ocurre hoy. Solo que no puedo regodearme. Que pena. Todo me parece tan lento, tan fatigoso, tan negativo. Las zapatillas no estan en su sitio y ademas tengo un ligero dolor de cabeza. El sabado o el domingo, cuando por fin puedo dormir, resulta que nunca lo hago. Al reves, a veces me sucede que esos dias me levanto temprano incluso aunque no deba hacerlo. ?Sera posible que solo cuando hay que ir al colegio la cama me parezca tan maravillosa? Uf.
Cuando me levanto, mi madre ha salido ya. Mi padre tambien. Solo queda Ale, con su consabido cruasan de crema, y eso que luego se lamenta porque engorda. Faltaria mas. Por si fuera poco, lo moja invariablemente en un tazon de leche enorme.