me lo explique. Uf. Por una vez que una pareja bonita funciona… ?Sera una cuestion de cuernos? ?El? ?Ella? Nooo, no me lo puedo creer, no es posible. Como sea eso, Rusty me va a oir. Y en caso de que haya sido Debbie, bueno, pues sera ella la que me oiga. Estoy tentada de coger el movil, pero luego cambio de opinion. Algunas cosas no pueden hablarse por telefono. Le escribo un sms: «?Hola! ?Cuando podemos vemos para charlar un poco? Ademas tengo que darte una cosa», y lo envio.
Miro el sobre una vez mas. No esta cerrado. Quiza la respuesta este ahi dentro. Bastaria un segundo. A fin de cuentas, nadie se dara cuenta. Lo cojo y le doy vueltas en las manos. No quiero que esos dos rompan. Pero si lo abro y leo la carta, ?que resuelvo? Por otra parte, solo ellos dos saben lo que pueden hacer… Si, pero a mi tambien me gustaria saberlo. ?Es que siempre he sido muy fan de ellos! Ademas, dado que debo hacer de cartera, tengo derecho a algun tipo de retribucion, ?no?
Abro poco a poco el triangulo de papel azul. Saco el folio que hay en el interior, doblado en dos. Lo despliego.
– «Amor, perdoname…»
Oigo que gira una llave en la cerradura de la puerta. Ale entra en tromba. Vuelvo a meter la carta en el sobre y la escondo a toda velocidad bajo un cojin.
– Hola… ?Que haces en casa? ?Has puesto a hervir el agua para la pasta?
– No.
– ?Y a que esperas?
– A ti.
– Anda ya…
Y se encamina hacia su dormitorio.
Cojo de nuevo la carta, la guardo en un escondite mejor. Quiza la lea despues, con mas calma. O tal vez no. Puede que sea justo que esas palabras queden entre ellos sin mas. Y tras tomar esa ultima decision, me dirijo a mi cuarto.
En el colegio no hay nada que hacer, a medida que se acerca la Navidad empieza a sentirse una extrana adrenalina. Ademas de que el ultimo dia celebraremos la fiesta del arbol. ?Practicamente todos llevan regalos, que despues se sortean! Es muy divertido, solo que los chicos suelen regalar cosas absurdas, a veces asquerosas. Lo hacen adrede porque les encanta ser transgresores, aguar la fiesta de Navidad.
A Cudini le han quitado ya la escayola. Ha desafiado al profe Leone a jugar con el balon de futbol. Le ha dicho que, si la toca mejor que el, no debe preguntarle en clase durante todo el mes de enero, concederle una especie de bono por un mes. El profe ha aceptado el desafio.
– Entonces, ?preparados?… ?Ya! Uno, dos, tres-
Cuento con el resto de mis companeros, pero, como no podia ser de otra forma, todos estan en contra del profesor.
– Catorce, quince…
Sin embargo, lo hace muy bien. Pelotea tranquilo y sigue adelante.
– Veintidos, veintitres…
– ???Fiuuuuu!!!
Algunos silban, otros golpean los pupitres. ?Un barullo de padre y muy senor mio! Los demas tratan de distraerlo como pueden, ?pero el no ceja!
– Treinta y cinco, treinta y seis… -Hace un esfuerzo increible para seguir-. ?Treinta y siete! ?Eeeh…, eehhhh! No lo consigue, no lo consigue…
– Ooooh…
?Se le ha caido! Todos golpean los pupitres, como en una especie de ola.
– Chsss, chicos, ?no hagais tanto ruido, que si entra el director nos la cargamos!… ?Como voy a explicarle este certamen?
– ?Eh?
– Certamen…, competicion. Cudini, competicion. «Certamen» quiere decir competicion.
– ?Ah, profe, pero es que a ver quien es el guapo que lo entiende a usted, habla como los aristocratas! Nos confunde las ideas, joder.
Mis companeros… Unos autenticos lords ingleses, como podeis ver.
– ?Venga, ahora le toca a ti!
Cudini coge el balon y empieza a darle patadas.
– Uno, dos, tres…
Y yo cuento. No obstante, Cudini salta con dificultad. Todavia tiene las piernas un poco debiles y se apoya en la que se rompio.
– Diez, once, doce…
Cudini lanza lejos la pelota, trata de alcanzarla saltando con una sola pierna, consigue dar un golpe, «trece», y, tratando de dar otro mas, resbala y cae al suelo.
– ?Ay! -Se lleva de inmediato la mano izquierda al codo-, ?Ay, que dano! Menudo golpe me he dado.
– Ensenamelo. -El profe Leone se arrodilla en seguida a su lado y le examina el brazo-. No es nada… ?Menos mal! ?Solo te faltaba romperte ahora el codo.
– ?Pero me arde a rabiar, profe! ?Veo las estrellas!
– ?Es verdad! Te has dado un golpe en un punto neuralgico. De ahi parte un nervio que…
En fin, que inicia una explicacion que, mas que un profesor de italiano, lo hace parecer un profe de medicina. Lo mas increible es que Cudini al final vuelve a levantarse en el preciso momento en que aparece Bettoni, su amigo del alma.
– Mira esto. -Le pone delante el movil y le muestra la grabacion-. Diez, once, doce… -?Y pum! El vuelo de Cudini.
– ?Ay, que dano!
Cudini se echa a reir cuando se ve.
– ?Menuda leche! Pero… guay, te tronchas. Damela, que la cuelgo en seguida en YouTube.
– Por eso precisamente te la he ensenado…, con esto obtendras una buena clasificacion. ?Entraras disparado entre los mejores!
Y se rien como locos mientras se alejan cogidos del brazo orgullosos del vuelo y de la posible entrada en la clasificacion.
– En cualquier caso, Cudini, he ganado yo, asi que preparate porque manana mismo te preguntare en clase.
– ?De acuerdo, profe…, revancha!
Tarde tranquila. He ido a comer a casa de los abuelos.
Me han contado como se conocieron. En una fiesta. Las fiestas de entonces eran distintas de las de ahora, Eran mas abiertas y, por lo que me han dicho, todo el mundo era amigo de verdad. Hoy quiza ya no sea asi. Siempre tengo la impresion de que hay muchas envidias.
En un momento dado, mi abuelo le ha cogido una mano a mi abuela y se la ha besado con amor. Ella ha cerrado los ojos, daba la impresion de que estaba sufriendo por algo. Luego los ha vuelto a abrir, ha exhalado un suspiro y ha sonreido, como si intentase recuperar un poco de serenidad. Yo no sabia muy bien que hacer, de manera que me he servido un poco de agua simulando que tenia sed.
Al cabo de un rato, despues del postre, mientras mi abuela recogia, me he puesto a curiosear en su libreria. He cogido un libro y he empezado a hojearlo.
– Jamie, de veras te amo.
– Lo se -dijo-. Lo se, mi amor. Dejame decirte mientras duermes cuanto te amo. No puedo expresarte lo mucho que te amo mientras estas despierta; solo las mismas palabras, una y otra vez. Mientras duermes entre mis brazos, puedo decirte cosas que sonarian estupidas estando despierta, pero en tus suenos sabras la verdad.
Es