Que absurdo. Quiero decir que no creo que cuando a uno lo dejan, lo que, por otra parte, nunca me ha sucedido hasta ahora, deba existir a la fuerza una razon practica. ?Lo que no funciona es un conjunto de cosas! Si alguien rompe contigo por el mero hecho de que te marchas con tus padres por unos dias en Navidad, en fin, eso significa que no te has perdido gran cosa. A continuacion Lele entorna los ojos como si de improviso hubiese intuido otros posibles motivos, mucho mas relevantes, lo que en realidad le estoy ocultando.
– Dime la verdad, ?estas saliendo con otro!
Y yo le contesto con la frase mas inapropiada que podria haber dicho:
– Por desgracia, no.
O tal vez sea la mas sincera. Lele pierde el control.
– Pero bueno…, pero yo…
Y empieza a soltarme un sermon que acaba produciendome dolor de cabeza.
– Basta, Lele. Lo he pensado mucho y es asi.
– Vale. -Baja del muro. Parece derrotado-. Toma. Esto es para ti de todas formas.
– Quiza sea mejor que te lo quedes, dado que ya no salimos juntos.
No deberia haberselo dicho, porque pasa de nuevo al ataque,
– Pero ?estas segura? ?Lo has pensado bien?
– No sabes cuanto… No he dormido en toda la noche.
En realidad, cuando vi tan claro el error que hubiera sido regalarle la dichosa sudadera, tome la decision de inmediato, pero es mejor que parezca algo muy meditado y doloroso, porque de lo contrario volvera a la carga.
– Vale. Si dices que lo has pensado bien… En cualquier caso, te ruego que aceptes esto. Solo sirve para
Siendo asi, acepto el regalo.
– Unicamente te pido una ultima cosa, Caro.
– ?De que se trata?
– Un ultimo beso.
Dios mio, tengo la impresion de haber oido ya esa frase. ?Ah, no, eso es! Es el titulo de una pelicula, Pero ?a que viene pedirme ahora un ultimo beso? ?Que quiere decir? De eso nada, ni hablar, yo ya no siento nada por el, no puedo. Solo que, como de costumbre, mi boca va por su cuenta y riesgo. Aun peor.
– Esta bien, pero no muy largo, ?eh?
Apenas puedo dar credito. ?«No muy largo»! Pero ?como es posible que se me ocurran ciertas frases? No me da tiempo a pensar en otras. Lele, como un pulpo, se abalanza sobre mi y me da un beso impresionante. El mejor, el mas intenso. Parece un funambulo de la lengua, un artista del beso profundo, un loco con unos labios locos… Quiza porque quiere que experimente algo; quiere que entienda lo mucho que me estoy equivocando, quiere…
– Ejem, ejem…
Nos separamos. No me lo puedo creer.
– Disculpad.
De nuevo la senora Marinelli. Esta vez, sin embargo, su aparicion es providencial.
– No, no, disculpe usted… Estaba a punto de entrar.
Y aprovecho que abre la puerta para deslizarme al vuelo a traves de ella.
– Adios, Lele. ?Ya hablaremos!
Veo que le gustaria anadir algo pero no puede, ya no.
– Caro… Entonces… ?Te llamo luego!
– Si, si, claro.
Subo en el ascensor con la senora Marinelli. Un trayecto a decir poco largo, larguisimo. ?No me mira, me escruta de arriba abajo! ?Y yo se de sobra lo que esta pensando! Imaginaoslo… Cuando, por fin, el ascensor se detiene en su piso y ella sale, no puedo contenerme,
– Para su informacion, se lo he dicho a mi madre.
– ?Ah, si?
– Si, ?y me ha dado permiso!
Pulso el boton del ascensor y la dejo plantada en el rellano. Las puertas se cierran delante de su semblante desconcertado, esta boquiabierta. En cuanto el ascensor se pone en marcha, yo me pongo a bailar, feliz de mi victoria. Cuando llego a casa desenvuelvo de inmediato el paquete. Nooo…, pero que monada. Es una especie de sueter para perros con el nombre de
Durante los ultimos dias de diciembre, Lele me acosa. No le respondo. Por el momento. Le he mandado un mensaje especial: «Perdona, pero creo que es mejor asi durante cierto tiempo.» Puede interpretarse de mil maneras. Por eso es el mas adecuado. Me gustaria haberle escrito: «Perdona si te llamo error», pero no estoy muy segura de que lo hubiese entendido. Y, en cualquier caso, no se habria reido.
31 por la noche. Una fiesta fantastica, una fiesta divertida a mas no poder a la que han invitado a todos mis amigos. Y la noticia por excelencia: ?mis padres me han dejado ir! Por si fuera poco, despues voy a dormir a casa de Alis.
Estoy en el coche con Gibbo. Han organizado una fiesta increible en casa de un tal Nobiloni, un disc-jockey fabuloso. La musica es divina: para empezar, algunos temas de Finley, a continuacion Tokio Hotel y por ultimo los anos ochenta. Y por primera vez… me he emborrachado. Cerveza, champan, de nuevo cerveza, otra vez champan. Al final hemos ido a ver los fuegos artificiales al ponte Milvio. ?Menudo espectaculo! Caia una nieve ligera, mientras los cohetes explotaban en lo alto. Uno ha llevado un estereo pequenisimo, pero con unos altavoces increibles; una musica genial, hemos bailado bajo las estrellas. Despues ha llegado una pareja, ella tenia los ojos vendados. El la ha acercado a la tercera farola, le ha quitado la venda y cuando ella ha visto donde estaban se le ha echado al cuello gritando: «?Ooohhh, si! ?Te quiero!»
?«Te quiero»? ?No puede ser! ?Menuda frase! ?Y yo? ?Cuando dire a alguien que lo quiero? Despues, el tipo en cuestion se ha sacado del bolsillo un candado, lo han enganchado a la cadena que habia sujeta a la farola y han tirado las llaves al rio. «??Eso es!!» Ha estallado un aplauso general mientras esos dos se besaban felices. ?Y nosotras? ?Que pasa con nosotras, las pobres desgraciadas? ?Nosotras, que llevamos el candado en el bolsillo desde hace no se cuantos meses y no tenemos un nombre, una esperanza, un sueno donde engancharlo? ?Por que no hay una farola tambien aqui, en el ponte Milvio, para nosotras? ?La farola de las solteras! Y con este ultimo pensamiento en la cabeza, me despido del ano… ?Adiooos!
Pues bien, eso fue mas o menos lo que sucedio durante los primeros meses de colegio. En mi opinion, sin embargo, lo bonito de la vida cuando se echa la vista atras es que te das cuenta de lo mal que has estado por ciertas cosas que luego olvidas por completo y que, en cambio, recuerdas siempre los momentos de felicidad. Y, sobre todo, cuando repasas lo que has hecho te percatas de que tal vez podrias haber entendido algo. Entonces sientes la tentacion de volver sobre tus pasos, de regresar a ese momento y, quiza, cambiar la decision que tomaste, optar por una diferente, algo asi como lo que sucede en