dijo Cu. Se aparto suavemente de su hermana y le beso ambas mejillas-. Esto es algo que tengo que hacer -dijo y monto en su caballo con un movimiento suave.
– Te quiero, hermana mia -dijo Cuchulainn.
Finalmente, se puso en camino hacia el norte.
Elphame lo observo mientras se reunia con las dos figuras aladas que lo esperaban pacientemente junto a las murallas. Sus heridas no se habian curado del todo, y todavia tenian las alas rasgadas, pero Curran y Nevin habian insistido en acompanar a Cuchulainn cuando el anuncio que iria a las Tierras Yermas para guiar a los ninos a su hogar, en Partholon.
Elphame siguio mirandolos hasta que desaparecieron entre los arboles. Tuvo la sensacion de que su pasado mas feliz desaparecia con Cuchulainn. ?Que le sucederia a su amado hermano? ?Seria siempre un fantasma de si mismo, o habria alguna manera de curarlo? Elphame reconocio la ironia de sus pensamientos. Cuchulainn necesitaba encontrar el modo de arreglar lo que se habia roto dentro de el sin la ayuda de una Sanadora. Elphame se habia sentido impotente, durante aquellos ultimos dias, mientras veia como un vacio horrible invadia el alma de su hermano. ?Podria encontrar la felicidad sin Brenna? Ella no lo sabia. Habia creido que podia perder a Lochlan, asi que entendia algo de lo que estaba sintiendo Cuchulainn. Ella podria haber seguido viviendo sin su companero, pero ?habria encontrado la verdadera felicidad otra vez? Eso no lo sabia.
«Por favor, Epona, cuidalo y traelo sano y salvo a casa. Y ayudalo a encontrar nuevamente la felicidad».
Elphame ya anoraba a su hermano. Con el corazon encogido, entre sollozos, comenzo a andar, con pasos de plomo, hacia el castillo.
Sintio algo parecido a una caricia fisica y alzo la vista. La luz de la manana envolvia a Lochlan, que estaba en el balcon de la Torre de la Jefa del Clan. Ella no veia su rostro, pero lo vio llevarse la mano al corazon y extenderla luego hacia ella.
Cuchulainn era su pasado, pero el futuro estaba con Lochlan y con el clan de los MacCallan. Todos tendrian que enfrentarse a unas tierras pobladas por gente que desconfiaba de ellos, y que los juzgaba con dureza. No seria facil ganarse a Partholon, pero con la bendicion de Epona, irian juntos hacia el futuro. La Jefa del clan de los MacCallan se enjugo las lagrimas e irguio los hombros.
Los pasos de Elphame eran fuertes y seguros cuando se apresuro a reunirse con su companero al comienzo de aquel nuevo dia.
P. C. Cast
P.C. Cast nacio en 1960 en Watseka, Illinois, y crecio repartiendo su vida entre Illionies y Tulsa, Oklahoma, que es donde ella se enamoro de los caballos Cuarto de Milla y de la mitologia. Fue en Tulsa donde impartio clases de Ingles de secundaria y donde su hija, la tambien escritora Kristin Cast, es estudiante de su Universidad.
Su primer libro, Divine By Mistake, se publico originalmente en 2001, gano el Prisma, Holt Medallion, y Laurel Wreath, y fue finalista para National Readers’ Choice. Sus libros posteriores han ganado una gran variedad de premios.
En 2005, ella y su hija comenzaron a co-escribir la serie
Cast se ha casado y divorciado tres veces. En junio de 2010, escribio sobre sus matrimonios y su relacion actual con Seoras Wallace, un historiador escoces y jefe del Clan Wallace, a quien conocio mientras trabajaba en su novela