– Shhh -susurro.
Seguramente, la nina tenia hambre. Los recien nacidos comian constantemente. El lo recordaba bien. Mientras calentaba un biberon, el peso y el olor del bebe le suscitaron nuevos recuerdos. Se habia olvidado de que tener en brazos a su hija recien nacida siempre le habia parecido una experiencia religiosa. Y el no era un hombre religioso. No tenia tiempo para la rigidez y la hipocresia de la religion organizada. Habia encontrado a sus dioses en los prados de heno dulce, o en el calor de un establo, o en la lealtad de sus perros. Asi pues, cuando pensaba en que tener en brazos a aquella nina era algo religioso, no pensaba en la iglesia, ni en nada parecido. Pensaba en la perfeccion de la belleza, en el mejor de los milagros de la naturaleza. Se sento en la mecedora y suspiro al sentir el crujido de sus rodillas y el entumecimiento de la espalda. Sin embargo, mientras la veia tomarse el biberon y oia sus sonidos suaves, como de cachorrillo, se dio cuenta de que no era ningun viejo. Tenia la mirada de un hombre que estaba viendo de nuevo la magia de la vida y del nacimiento, y que experimentaba el renacimiento del amor.
– Creo que nos va a ir muy bien -le dijo al bebe-. Mama Parker y yo ya no somos unos ninos, pero tampoco somos tan tontos como dos jovenzuelos sin experiencia. Y yo tengo practica en esto de ser padre. Creo que si Shannon estuviera aqui ahora, te diria que con ella lo hice muy bien.
Pensar en Shannon le entristecio, como siempre. La echaba de menos. Sin embargo, aquella noche, con el peso suave y calido de una recien nacida en brazos, se dio cuenta de que la ausencia de su hija le hacia menos dano. Nunca dejaria de echarla de menos, pero tal vez aquella nina que se parecia tanto a ella pudiera compensar un poco su ausencia.
Una vez que el bebe termino el biberon, Richard se lo apoyo en el hombro, y se echo a reir cuando Morrigan eructo como un pequeno marinero.
– Igual que Shannon -dijo.
Despues la tomo en brazos de nuevo comenzo a acunarla canturreando suavemente. El bebe pestaneo y sonrio. Richard, que habia sentido un gran peso en el corazon desde que su hija habia desaparecido de aquel mundo, se sintio repentinamente ligero, como si le hubieran crecido alas.
Tuvo que carraspear y parpadear para que no se le cayeran las lagrimas.
Capitulo 5
Partholon y Oklahoma
El Paraiso de los Suenos es mi lugar favorito. Si, me gusta incluso mas que el Templo de Epona, mas incluso que la Toscana, o que Irlanda. Siempre he sido capaz de controlar mis suenos, incluso antes de llegar a Partholon y convertirme en la Elegida de Epona.
Cuando era nina, en Oklahoma, pensaba que el hecho de poder controlar los suenos era normal. No sabia que era nada extrano hasta que una de mis amigas me conto que la noche anterior habia tenido una pesadilla horrible. Yo me eche a reir y le pregunte que por que no habia trasladado sus suenos a algun sitio feliz. Ella me miro como si estuviera loca y me dijo que la gente no podia controlar los suenos a voluntad. Yo me quede callada, cosa poco normal en mi, hasta que llegue a casa y se lo pregunte a mi padre. El me explico que la gente, por lo general, no era capaz de controlar los suenos, y que si yo era capaz de hacerlo, tal vez debiera mantenerlo en secreto. Y eso es lo que hice despues de aquel dia, aunque lo extrano de mi habilidad no disminuyo mi disfrute en el Paraiso de los Suenos.
En Partholon, aquella habilidad se volvio magia. Epona se comunicaba a menudo con su Elegida a traves de los suenos. En realidad, es mas preciso decir que la Elegida tiene la capacidad de proyectarse astralmente; las Sacerdotisas de Partholon lo llaman el Sueno Magico. En otras palabras, la Elegida, o sea, yo, proyecta su alma durmiente a cualquier sitio que Epona desee. Lo cual es tan fascinante y desconcertante como puede parecer. Epona me ha llevado a muchos sitios, desde una batalla sanguinaria contra los Fomorians, en la cual mi espiritu le salvo la vida a mi marido, hasta a un nacimiento en Partholon, en el que la parturienta era atendida por mujeres que reian y cantaban mientras yo era testigo del milagro de la renovacion de la vida.
Sin embargo, durante la mayor parte de mi embarazo, Epona habia mantenido al minimo los viajes del Sueno Magico. Es decir, despues de que Nuada fuera derrotado y Rhiannon sepultada en un arbol, y despues de que yo estuviera de vuelta en Partholon. Asi que me quede sorprendida cuando mi sueno, en el que Hugh Jackman me estaba dando un masaje en los pies, fue interrumpido, y mi espiritu saliera despedido de repente hacia el techo del Templo de Epona y lo atravesara, como el corcho de una botella de vino tinto.
– Aaay, vaya -dije, mientras tomaba una gran bocanada de aire nocturno-. Ay, estoy mareada… siento vertigo… me siento… -de repente, me di cuenta de por que me sentia tan extrana, y sonrei-: ?Ya no estoy embarazada!
Oi la risa musical de Epona, que flotaba por el aire, a mi alrededor.
«?Acaso esperabas sentir que seguias embarazada despues de dar a luz, Amada?».
– En realidad, no. Sin embargo, va a pasar una temporada antes de que pueda meterme otra vez en esos pantalones de montar tan ajustados y tan monos. Asi que supongo que pensaba que todavia iba a sentirme gorda e hinchada la noche siguiente al parto.
«El espiritu se recupera de un parto mucho antes que el cuerpo».
Yo me sentia relajada y estaba disfrutando del sonido familiar de la voz de la diosa en mi mente, pero me detuve en seco cuando oi las siguientes palabras de Epona.
«Y es bueno que el espiritu se recupere tan rapidamente. Esta noche tienes que hacer un viaje dificil, un viaje que no podias hacer durante las ultimas semanas de tu embarazo».
– ?De que se trata? No son los Fomorians otra vez, ?verdad?
«No, no son los Fomorians. Se trata de Rhiannon».
– ?Rhiannon? ?Pero si ha muerto!
«Si, Amada. Rhiannon ha muerto».
– Yo… yo no sabia que habia estado viva en el interior del roble durante todo este tiempo.
Aquello me puso muy triste. Clint y yo eramos quienes la habiamos confinado alli. Y a Clint, su participacion le habia costado la vida.
«Fueron los actos de Rhiannon los que la sepultaron. No tu, ni tampoco Clint».
Como de costumbre, parecia que Epona me habia leido el pensamiento.
«Tienes que saber que, antes de que Rhiannon muriera, su alma se curo».
– Me alegro mucho -susurre con sinceridad.
«Se curo, y su espiritu fue rescatado de las manos de Pryderi. Sin embargo, la Triple Cara de la Oscuridad todavia quiere controlar a la que lleva la sangre de mi Elegida».
– ?Myrna! ?Va a venir por mi bebe?
«Es posible, Amada, igual que intento apartarte de mi».
– No tiene ni la mas minima posibilidad de conseguirlo.
«Contigo y con ClanFintan a su lado, habra muy pocas posibilidades de que Myrna escuche los oscuros susurros de Pryderi. Asi pues, no es ella quien me preocupa».
– ?Entonces?
«Preparate, Amada. Y recuerda que estare contigo».
Entonces, el cielo claro comenzo a girar por encima del templo como si fuera un extrano tornado invertido. Aquel infierno giratorio succiono mi espiritu. No podia respirar. Presa del panico, abri la boca para gritar y justo en aquel momento, mi espiritu salio disparado del tunel. Yo me quede completamente desorientada. Tenia nauseas. Respire profundamente para calmarme, y al mirar hacia abajo, me di cuenta de donde estaba. Senti una gran felicidad, porque habia vuelto a Oklahoma y estaba flotando sobre mi hogar de infancia. Mi espiritu comenzo a bajar lentamente hacia aquel techo tan familiar, y pronto estaba levitando en mitad del salon de la casa de mis padres.
Me quede muy quieta, intentando empaparme de aquella habitacion. No habia cambiado nada. Estaba muy limpia, pero desordenada. Mis padres tienen una casa real, donde la gente vive de verdad, ama y rie, y no una casa de diseno fria y sin corazon. Habia varios libros por las mesas auxiliares, puesto que mis padres leen constantemente. Solo habia una lamparilla encendida y estaba a una intensidad tan baja que me costo darme