Oklahoma.
– Bueno, ?y donde esta?
Richard entorno los ojos y volvio a mirar hacia el coche. Habia alguien sentado en el asiento del pasajero, pero estaba demasiado oscuro como para distinguir sus rasgos. Resoplo de nuevo. Era logico que ella tuviera miedo de salir y enfrentarse a el.
– Esta ahi.
El anciano no se acerco a la puerta delantera del coche, sino que se dirigio a la puerta trasera y la abrio. Richard lo siguio y fruncio el ceno. Solo habia una cosa dentro, y parecia un cuerpo envuelto de pies a cabeza en una manta india. John Aguila de la Paz subio con agilidad, se agacho y aparto la manta con delicadeza. Al ver su cara, Richard se sintio como si lo hubieran golpeado con fuerza en el estomago.
– ?Shannon! -exclamo, y subio de un salto a la camioneta.
– No, no es Shannon. Es Rhiannon. Expreso su deseo de que la trajera aqui, y tambien de que le diera a su hija para que usted se encargara de criarla.
A Richard le zumbaban los oidos, y le resultaba dificil concentrarse en lo que le estaba diciendo el anciano.
– Esta muerta -dijo.
John Aguila de la Paz asintio.
– Murio despues del parto. Sin embargo, tuvo tiempo para que el amor por su hija sanara su espiritu.
Richard aparto los ojos de aquel rostro identico al de su hija.
– ?Sabe su historia? ?Sabe lo de Partholon?
– Si. Presencie todo lo que ocurrio cuando el Chaman Blanco vencio al demonio y se sacrifico para que Shannon pudiera volver a ese mundo. Tambien acudi esta noche, cuando el demonio libero a Rhiannon del arbol sagrado en el que ella estaba aprisionada.
Richard miro a su alrededor.
– ?Lo ha seguido hasta aqui?
– No me ha acompanado ningun mal. Los arboles sagrados y yo expulsamos al dios oscuro, y entonces, la aparicion de Epona ahuyento los ultimos vestigios del mal y corto los lazos que unian el alma de Rhiannon a ese dios.
– ?Epona perdono a Rhiannon?
– Si. Yo lo vi.
Con la voz profunda, grave y ritmica de un gran narrador, Aguila de la Paz recito todo lo que le habia sucedido a Rhiannon en el bosque sagrado.
– Al final fue capaz de encontrar el bien que habia en su alma -dijo Richard, y lentamente, le acaricio la mejilla fria.
Despues alzo la vista y vio a su mujer junto a la camioneta. Mama Parker tenia una mirada de espanto y la mano apretada contra la boca.
– No, mama Parker, no -dijo el. Bajo de la camioneta y la abrazo-. No es Shannon. Es Rhiannon. No llores.
Le acaricio la espalda mientras ella sollozaba contra su hombro. Estaba demasiado ocupado consolando a su mujer como para darse cuenta de que el viejo chaman tambien bajaba al suelo, pero si se dio cuenta de que volvia hacia ellos, porque llevaba en brazos a una recien nacida.
– Esta es Morrigan. Su nieta.
El anciano les tendio a la nina, y automaticamente, mama Parker la tomo en brazos. Con las manos temblorosas, abrio la manta y desenvolvio al bebe. Richard Parker miro a la nina por encima del hombro de su esposa, y se enamoro instantanea e irremediablemente de ella.
– Es igual que Shannon cuando nacio -dijo, y se echo a reir con los ojos llenos de lagrimas-. Igual que un bichito -asi solia llamar a su hija, Bichito.
– Oh, carino, ?como puedes seguir con eso? Las dos son demasiado bonitas como para ser un bicho.
Richard miro a su mujer. Llevaban treinta anos casados, desde que Shannon era una nina. Patricia Parker no podia tener hijos, pero habia querido a Shannon y la habia criado como si fuera suya. Y ahora, ella tenia cincuenta y cinco y el tenia cincuenta y siete anos. Eran demasiado mayores para criar a un bebe.
Volvio a mirar a Morrigan, que se parecia tanto a Shannon.
– No tiene a nadie en este mundo -dijo John Aguila de la Paz-. Rhiannon me pidio que le dijera que creia en usted y que sabia que haria lo correcto -explico. Despues de una pausa en la que considero sus palabras, anadio-: Tengo un presentimiento acerca de esta nina. Siento que tiene un gran poder. Sin embargo, todavia hay que descubrir si sera un gran poder para el bien o para el mal. La oscuridad que siempre persiguio a su madre tambien acechara a Morrigan. Si rechaza a esta nina, me temo que esa oscuridad podra con ella.
– ?Rechazarla! -exclamo Patricia, y Richard noto que su mujer estrechaba al bebe entre sus brazos-. Oh, no. No podemos rechazarla.
– Pat, tienes que estar muy segura sobre esto. Ya no somos jovenes.
Ella miro a su marido con una sonrisa.
– Morrigan nos mantendra jovenes. Y ella nos necesita, carino. Ademas, es lo unico de Shannon que vamos a tener.
Incapaz de hablar, Richard asintio y beso a su esposa en la frente.
– Mi hija Mary esta en el coche. Ha traido algunas cosas para el bebe, panales, leche en polvo y biberones. Eso servira para esta noche.
– Gracias -dijo Pat Parker con una sonrisa-. Se lo agradecemos.
– ?Por que no llevais Mary y tu las cosas del bebe a casa? John y yo terminaremos aqui -dijo Richard.
Pat asintio, pero antes de alejarse miro por ultima vez a Rhiannon.
– Es dificil creer que no es Shannon.
– No es Shannon -repitio Richard con firmeza-, Shannon esta viva y a salvo en otro mundo.
El bebe comenzo a agitarse, y Pat lo miro. Arrullo a la nina suavemente y se acerco a la puerta del asiento delantero de la camioneta. Richard espero a que las mujeres entraran en la casa, y despues se volvio hacia el anciano.
– No voy a enterrarla en el pueblo. Esto solo es asunto nuestro.
John Aguila de la Paz asintio.
– Es una buena cosa que el mundo moderno no vuelva a afectarle. Ella pertenece a un tiempo diferente, a un lugar diferente.
– Me gustaria enterrarla junto al estanque, bajo los sauces. Esos arboles siempre me han parecido tristes.
– Ahora sera como si lloraran por ella.
Richard asintio.
– ?Quiere ayudarme?
– Si.
Los dos fueron al establo en busca de las palas que necesitaban.
– ?Que le va a decir a Morrigan sobre su madre? -pregunto John Aguila de la Paz.
– La verdad -respondio el automaticamente, y despues anadio-: Algun dia.
Ojala supiera como demonios iba a hacerlo.
John Aguila de la Paz y su hija se marcharon al filo del amanecer. Richard estaba agotado. Se masajeo con cuidado la mano derecha para calmar la rigidez que siempre le molestaba si la usaba demasiado. Se pregunto si aquella herida se curaria alguna vez de verdad, y despues recordo que solo habian pasado cinco meses desde que se habia rasgado la mano intentando salir del estanque por un agujero en el hielo. Un agujero que habia hecho el malvado Nuada para cumplir su amenaza de matar a todos los seres queridos de Shannon. Richard se estremecio. No le gustaba recordar aquel dia.
El llanto del bebe lo saco de su ensimismamiento. Silenciosamente, se levanto y miro a la nina. Estaba acostada en la vieja cuna de Shannon. A el se le habia olvidado que todavia la conservaban. Llevaba mas de treinta anos en la buhardilla. Sin dudarlo, tomo a Morrigan en brazos y le dio unas palmaditas en la espalda. Despues la saco de la habitacion antes de que despertara a mama Parker.