de la propiedad y, para terminar de complicar las cosas, tiene una familia enorme y tambien grandes ambiciones para ellos. Esta tratando de enviar a la escuela a todos los hijos que quieran estudiar, lo cual produce estudiantes cansados y trabajadores exhaustos.

– Y menos ingresos. -Fitzwilliam nego con la cabeza-. Tendria que mantenerlos en casa.

– Y lo hace, Richard. Solo van a la escuela cuando no es epoca de cosecha, pero el los sigue haciendo estudiar por la noche. Es su parcela. La tierra realmente no es muy productiva.

– ?Que se puede hacer?

Darcy suspiro.

– Hablare con el administrador manana. -De repente Darcy recordo las visitas dominicales a los colonos en las que lo habia embarcado Georgiana el pasado invierno. No pudo evitar sonreir al pensar en la forma en que el sentido Darcy de justicia mas femenino, que le habia ensenado Georgiana, influiria necesariamente en su reaccion ante esta situacion. A juzgar por lo que le habia visto hacer a ella en Pemberley, Darcy apenas podia adivinar que seria un auxilio apropiado ante los ojos de Georgiana. Manana se encargaria del asunto.

El sonido de las puertas del salon detras de el lo hicieron enderezarse, mientras una mezcla de excitacion y panico recorria su columna vertebral. ?Elizabeth! De repente el nudo de la corbata le parecio insoportablemente apretado y trato de aflojarselo, al tiempo que daba media vuelta para saludar a los que llegaban. El anciano lacayo anuncio a los invitados de lady Catherine con la voz un poco gritona, caracteristica de alguien que esta perdiendo el oido.

– El reverendo senor Collins y la senora Collins, su senoria. -Los Collins hicieron su reverencia de saludo, pero Darcy se limito a asentir rapidamente, buscando con la mirada a Elizabeth en la entrada.

– La senorita Lucas, su senoria. -La joven senorita Lucas, insegura como siempre, hizo su reverencia y se hizo a un lado. La puerta se cerro detras de ella.

?Donde estaba Elizabeth? Darcy miro la puerta cerrada con incredulidad. ?No habia venido? ?Como era posible que no hubiera venido? ?Por que? Durante un minuto no pudo moverse, mirando hacia la puerta.

– ?Fitz? -El tono interrogante de Richard lo saco de su trance. Ignorando a su primo, Darcy avanzo hacia el circulo que formaban las anfitrionas y sus visitantes, con la intencion de agarrar a Collins de un brazo para pedirle una explicacion, cuando lady Catherine se le adelanto.

– Senor Collins -dijo con voz estridente-, ?donde esta la senorita Elizabeth Bennet?

– Mil excusas, su senoria, la senorita Bennet esta consternada por no tener el honor de aceptar su amable invitacion de esta noche. Se ha sentido muy decepcionada de…

– ?Por que, senor Collins, por que no ha venido? -lo interrumpio lady Catherine.

– La senorita Bennet tiene jaqueca, su senoria. -La senora Collins hizo una reverencia al intervenir en la conversacion-. Le ruega que la disculpe usted esta noche.

– ?Una jaqueca! -Darcy no alcanzo a oir el resto de la opinion de lady Catherine acerca de las jaquecas, porque dio media vuelta en medio de una gran confusion. ?Elizabeth estaba enferma! Aquella era una eventualidad que el no habia contemplado. ?Enferma? Richard no habia dicho nada acerca de que pareciera enferma.

– ?Que mala suerte! -Su primo se reunio con el en la ventana-. En lugar de disfrutar de la Bennet, tendremos que aguantar al Collins. Aunque resulta extrano… no parecia enferma esta tarde.

– ?Como estaba? -Darcy no pudo evitar preguntar.

– Pensativa, un poco distraida, tal vez -contesto. Luego se rio-. Despues de todo, hablamos sobre ti.

La broma de Richard centro los pensamientos de Darcy. ?Ella habia hablado sobre el! Tambien sabia que solo faltaba un dia para que el se marchara de Kent. ?Seria posible que estuviera incomoda con su lentitud al decir las cosas? ?O tal vez al fingir una enfermedad le estaba ofreciendo una oportunidad? La idea no era tan improbable. Era muy factible. Por otro lado, era posible que estuviera enferma realmente. Darcy se la imagino sola, esperando expectante o con resignacion, y enseguida decidio lo que haria. En cualquier caso, era imposible que no fuera a verla… ?e inmediatamente!

Sin decir palabra, se giro bruscamente y se alejo de la ventana. Con los ojos fijos en la puerta, ignoro a Fitzwilliam hasta que este se puso delante de el y lo agarro del brazo.

– ?Fitz! ?Adonde vas? -siseo Richard-. ?No puedes irte asi como asi!

– Apartate -le espeto Darcy en voz baja pero llena de autoridad. No estaba dispuesto a tolerar mas demoras ni objeciones.

– ?Fitz! ?Piensa bien en lo que estas haciendo!

– ?Ya lo he hecho! ?Y se lo que estoy haciendo! -Se libero de la mano de Richard-. Disculpame con lady Catherine y los Collins… o haz lo que quieras. ?No me importa lo que ella piense de mis modales! -Darcy desafio a su primo, y en sus ojos se vio reflejada la decision implacable de su rostro.

Fitzwilliam dejo caer la mano y miro a Darcy con aprension.

– Entonces haz lo que quieras y ?que el cielo te ayude, primo!

Darcy le hizo un gesto breve de asentimiento, paso junto a el, abrio la puerta y atraveso el vestibulo a grandes zancadas. Subio las escaleras de dos en dos y recorrio el pasillo que conducia hasta su habitacion casi corriendo. Fletcher lo habia oido, porque las puertas de la habitacion se abrieron inesperadamente, un segundo antes de que las alcanzara.

– ?Senor Darcy! -exclamo el ayuda de camara, con los ojos muy abiertos, al ver la expresion contrariada de su patron.

– Fletcher, mi abrigo y mi sombrero. ?De inmediato!

El criado no dijo nada mientras se apresuraba a ir al vestidor para tomar las prendas que le habia pedido, dejando al caballero en medio del silencioso orden de su alcoba. ?Elizabeth no habia venido! Se paseo de un lado a otro. Cuanto mas pensaba en el asunto, mas claro le parecia su significado. Ella habia evitado que el cometiera el error de declararse en un lugar poco apropiado, y ?que habia hecho el? Se habia alejado de ella durante todo el dia. Probablemente ella lo habia estado esperando y su ausencia la habia confundido… o la habia decidido. Era muy propio de Elizabeth actuar de semejante forma para que los asuntos entre ellos alcanzaran una culminacion. ?Sus duelos en Netherfield y, mas recientemente, en Rosings, deberian haberle ensenado eso!

El ruido de los pasos de Fletcher hizo que Darcy se diera la vuelta.

– Senor. -Fletcher levanto el abrigo gris a la altura de sus brazos. Darcy metio los brazos por las mangas y se ajusto la prenda sobre los hombros, antes de que Fletcher pudiera ayudarlo-. Sus guantes, senor. -Darcy se los puso y estiro la mano para coger el sombrero, que tomo de las manos de Fletcher y lo metio debajo del brazo mientras avanzaba hacia la puerta.

– Fletcher. -Se detuvo casi al llegar a la puerta para dirigirse a su ayuda de camara-: Si alguien pregunta…

– Se requeria su presencia urgente en otro lugar, senor -dijo Fletcher con voz suave-. Y no regresara hasta las…

Darcy asintio con agradecimiento al ver la astucia de su ayuda de camara.

– Dentro de una hora. -Se quedo pensando en las posibilidades-. Dentro de varias horas -se corrigio, mientras estiraba los guantes-. Tal vez mas.

– Muy bien, senor -respondio Fletcher, y su actitud segura y profesional le sirvieron a Darcy para calmar un poco el torbellino de sus pensamientos. Recorrio el pasillo a grandes zancadas, pero se detuvo al llegar a las escaleras. Si usaba la escalera y la puerta principal, se arriesgaba a ser interceptado por Richard, o visto por alguno de los criados de lady Catherine, que hubiese sido enviado a buscarle. Asi que dio media vuelta y se dirigio hasta la entrada del pasillo del servicio. No recorria los estrechos y oscuros corredores que usaban los criados para ocuparse sigilosamente de la casa desde que era un nino, pero seguramente podria recordar el camino.

– ?Darcy? -El eco de la voz de Fitzwilliam resono desde las escaleras. No tenia alternativa. En pocos segundos estuvo al otro lado de la puerta, rumbo a la escalera de servicio, y en el camino tuvo que evitar a varias criadas con los brazos cargados de sabanas y toallas que subian hacia las habitaciones. La estancia del servicio estaba desierta. Inspecciono la habitacion larga y estrecha, buscando una puerta que diera al exterior. Como no encontro ninguna, atraveso la estancia y descubrio un corto pasillo que conducia hasta la salida.

Despues de alejarse un poco de Rosings, Darcy se detuvo y miro hacia la mansion que habia abandonado de manera tan precipitada. ?Richard debia de estar pensando que estaba loco! Su primo habia adivinado adonde se dirigia y al principio se habia alarmado. Pero luego le habia deseado que el cielo le ayudase. Cuando llegara la hora y el trajera a Elizabeth de su brazo como su prometida, Richard lo apoyaria. Pero lady Catherine… Lady

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