brazo, se inclino y susurro-: Estaba esperando tu llegada ansiosamente. ?Ha sucedido una cosa extraordinaria!

– ?Que puede haber sucedido? -Georgiana sonrio a su hermano-. Debe de ser una cosa realmente maravillosa a juzgar por tu sonrisa.

– Lo es -susurro Darcy-. Ve a refrescarte un poco y luego ven directamente a mi estudio. Trata de pasar inadvertida. -Darcy levanto la barbilla hacia la senorita Bingley y la senora Hurst y, apremiando a su hermana, anadio-: ?Anda! -Con una risita de entusiasmo, Georgiana obedecio y cayo enseguida entre los brazos de la senora Reynolds, que la esperaba en la puerta para darle la bienvenida. Luego subio corriendo las escaleras. Satisfecho con la reaccion de su hermana, Darcy entro en la casa detras de ella, pero espero hasta que todos sus invitados estuviesen arriba para enviar un mensaje a las caballerizas y despues se dirigio a su estudio. No tuvo que esperar mucho tiempo. Transcurridos apenas quince minutos, Georgiana estaba sentada en el divan, con tal expresion de excitacion en su rostro que Darcy no pudo evitar sonreir.

– ?Si? -Georgiana lo miro con intriga, pero era tanta la curiosidad y la ilusion de la felicidad que esperaba le produjera la noticia, que el no supo como empezar. En vez de eso, echo hacia atras la cabeza y solto una carcajada-. ?Fitzwilliam! -Georgiana le tiro de la mano, como solia hacer cuando era una nina-. ?Dime que es!

Darcy se dejo caer en el divan junto a ella y, haciendo un gran esfuerzo para controlar la risa, pregunto con la mayor solemnidad:

– ?Te gustaria conocer a la senorita Elizabeth Bennet?

Su hermana abrio los ojos, incredula.

– ?La senorita Elizabeth Bennet? ?Fitzwilliam, estas bromeando!

– ?No, te lo juro! -Darcy volvio a reirse-. ?Esta aqui… en Lambton, o mejor, en la posada Green Man!

– Pero ?como…?

– Esta haciendo un viaje por Derbyshire con sus tios. -Darcy se acomodo junto a su hermana, feliz de poder contarle todo por fin-. Su tia es de Lambton y la senora Gardiner queria visitar los lugares de su infancia. La reputacion de Pemberley los trajo hasta aqui y, cuando confirmaron que no estabamos en casa, la senorita Bennet accedio a visitarla. Me encontre con ellos en el jardin ayer, cuando venia de las caballerizas.

– ?Como se habra sentido ella al verte! -murmuro Georgiana con un sentimiento de solidaridad hacia Elizabeth-. ?Y tu! ?Ay, hermano!

– Me quede perplejo, sin duda. -Darcy acaricio la mano de su hermana-. Casi no recuerdo que dije, pero mas tarde…

– ?Si? -pregunto ella. Darcy sonrio con cierta vacilacion.

– Creo que lo hice mejor. -Respiro hondo-. Le pedi que me permitiera llevarte para que la conocieras.

– ?En serio, Fitzwilliam? -Georgiana le apreto la mano.

– Si, querida, de verdad. -Darcy volvio a sonreir-. Y ella me dio su consentimiento.

– ?Cuando? ?Cuando voy a conocerla? -Georgiana estaba tan entusiasmada como Darcy deseaba que estuviera.

– Tenia la esperanza -dijo Darcy, mirandola de reojo- de que accedieras a ir a Lambton enseguida.

– ?Ahora? -pregunto Georgiana desconcertada-. ?Oh!

– Se que acabas de llegar -se apresuro a explicar Darcy-, pero hay tan poco tiempo para que puedas conocerla con total… privacidad… -Georgiana miro a Darcy con aire de complicidad-. Veo que me entiendes. Vamos, ?estarias dispuesta a complacerme a mi y a la senorita Elizabeth Bennet? El cabriole esta en camino. - Darcy podia ver que su hermana tenia dudas, que ante la perspectiva de tener un encuentro tan precipitado, una sombra de timidez habia vuelto a cubrir su expresion. Asi que tomo las manos de Georgiana y las beso-. ?Si, Georgiana? Ella te va a encantar; ?estoy seguro! No podria desear una amiga mejor para ti.

– Claro, Fitzwilliam. -Georgiana retiro una mano y se la llevo al corazon-. Dejame ir a buscar mi sombrero.

– Pide que alguien te lo traiga -susurro Darcy-. Debemos salir sin que nos vean. -Como todavia estrechaba una mano de Georgiana, se levanto y tiro de ella suavemente para ayudarla a ponerse en pie. Riendose de alegria, Georgiana comenzo a avanzar detras de el. Darcy la llevo rapidamente hasta la puerta, apoyo una mano en el pomo y la abrio, pero freno en seco al encontrarse al otro lado con un sorprendido Charles.

– A ver, ?que sucede aqui? -Bingley retrocedio y se quedo mirandolos a los dos, parados en el umbral-. ?Darcy?

– ?Bingley! -Darcy hizo una pausa. ?Que podia hacer?-. Mi hermana y yo tenemos que acudir a una cita urgente en Lambton -anadio, al mismo tiempo que todos se volvian a observar el cabriole que se detenia en ese instante delante de la puerta.

– ?En Lambton? -Bingley enarco las cejas-. Acabamos de pasar por Lambton.

– Si, bueno. -Darcy trato de pensar en algo que pudiera satisfacer la curiosidad de Bingley.

– Vamos a encontrarnos con alguien -explico Georgiana-. Alguien que esta de visita.

Bingley volvio a mirar a Darcy.

– ?En serio? Debe de ser alguien realmente muy importante como para hacer viajar de nuevo a la senorita Darcy, cuando acaba de llegar.

Darcy se quedo callado, con la esperanza de que Bingley no insistiera mas, pero podia sentir la incomodidad de Georgiana con el interrogatorio de su amigo. Parecia que no le quedaba otra opcion que invitar a Bingley.

– Se trata de la senorita Elizabeth Bennet -revelo Darcy en voz baja, agarrando a Bingley del brazo y empujandolo hacia la puerta-. ?Shhh! ?No digas nada!

– ?Pero, Darcy! -protesto Bingley en un susurro, mientras su amigo lo sacaba de la casa-. ?La senorita Elizabeth?

Darcy ayudo a su hermana a subir al carruaje y le entrego su sombrero, que acababan de traer.

– No, solo la senorita Elizabeth y sus tios de Londres. Se que la senorita Bennet se encuentra bien -dijo Darcy, al ver la expresion de decepcion de Bingley-, pero eso es todo lo que te puedo decir.

– No obstante, me habria gustado mucho ver a la senorita Elizabeth -insistio Bingley.

– Y lo haras, muy pronto -le aseguro Darcy-. Solo queria presentar a Georgiana y la senorita Elizabeth en un ambiente mas privado que el de Pemberley, con todos mis invitados. -Darcy le lanzo a su amigo una mirada de complicidad.

– Ah, sin que Caroline y Louisa esten presentes, quieres decir. -Bingley sonrio-. No necesitas dar mas explicaciones, amigo mio. Lo comprendo perfectamente. -Luego miro a Georgiana-. Me mantendre alejado hasta que ustedes dos se conozcan. Pero te ruego que le preguntes a la senorita Elizabeth si puedo subir despues a saludarla. ?Lo haras, Darcy? -Bingley volvio a mirar a su amigo, que asintio en senal de aceptacion-. ?Muy bien, entonces! Vamos alla -dijo y luego anadio con expresion de felicidad-: ?Sensacional!

El viaje de seis millas hasta Lambton transcurrio en medio del silencio, aunque cada uno de los ocupantes del vehiculo tenia sus propias razones para estar callado. Mientras Georgiana se contemplaba las manos sobre el regazo y observaba el paisaje, Darcy se imaginaba que se estaba preparando para aquella inesperada entrevista, en la cual ella sabia que su hermano habia depositado muchas esperanzas. En cuanto a el, se habia dejado llevar por la rapida sucesion de los acontecimientos de la manana, pero a medida que avanzaba hacia Lambton y Elizabeth estaba mas cerca, comenzo a sentir una cierta inquietud en el pecho. Habia vuelto a tener dudas acerca de que Elizabeth realmente quisiera conocer a su hermana, y esta vez esas dudas venian acompanadas de la perturbadora certeza de que no la habian avisado de que se dirigian a verla. Seguramente ella no se iba a mostrar agradecida ante aquel impulso que solo podia considerarse como otro ejemplo de un comportamiento insufriblemente autoritario. ?Acaso habia vuelto a equivocarse y habia sacado demasiadas conclusiones a partir de su conversacion y sus miradas? Estaba seguro de que Elizabeth seria amable con Georgiana. E incluso podria recibir a Bingley con agrado. Pero ?se comportaria de una forma fria y distante con el?

Como solia suceder, la noticia de que se aproximaba un coche que venia de Pemberley se extendio por Lambton antes de que el vehiculo llegara. Darcy estaba casi dispuesto a jurar que tanto Matling, de Black's Head, como Garston, de Green Man, le pagaban a algun chico para que mantuviera una vigilancia permanente, porque cuando entraron en el pueblo los dos se encontraban delante de sus respectivos establecimientos, decididos a ganarle la partida al otro en su competencia personal por atraer la atencion del senor mas importante de la comarca. En consecuencia, el hecho de que el cabriole se detuviera en el pueblo delante de Green Man constituyo un gran triunfo para el uno y una gran derrota para el otro. En unos segundos, los numerosos nietos de Garston formaron una guardia de honor desde la escalerilla del carruaje hasta la puerta de la posada, donde el propio

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