– ?Porque has aparecido tu?
– Si.
– ?Donde vives?
– En una ciudad que se llama Barcelona. ?Sabes donde esta?
– ?Quieres que despues de que pase todo esto me vaya a tu ciudad a vivir contigo, como si tal cosa?
– ?Si!
– ?No tienes ni idea de quien soy! ?No sabes nada de mi!
– Se lo suficiente: que estamos solas y nos necesitamos. Tu, Indira y yo.
– ?Y si damos con esa puerta, hablas con tus padres y puedes reunirte con ellos en la nave, o en el lugar en que vivan?
Habia preguntas que aun le dolian.
– No lo se -fue sincera.
– ?Quieres que te diga una cosa? -Amina sonrio friamente-. Creia que mis facultades eran sobrenaturales, que era una elegida o algo asi. A veces, si miraba al cielo, sentia una especie de llamada. Pero nunca crei que fuera parte de una civilizacion exterior, superior.
– ?Cambia algo tu percepcion ahora que conoces la verdad?
– Si.
– ?En que sentido?
– Este no es mi mundo. Joa fruncio el ceno.
– ?Por supuesto que lo es! ?Nacimos en el! ?Somos mas humanas que extraterrestres!
– ?Como lo sabes, si dices que siempre has detenido el progreso de tus poderes?
– Amina…
La chica levanto una mano para impedir que siguiera hablando. La danza era cada vez mas rapida y se hacia obsesiva. Recortadas sobre las hogueras, las siluetas de los danzantes cobraban formas casi demoniacas. La musica combinaba la percusion con otros instrumentos de la cultura del pais, como la kora, un arpa con mas de veinte cuerdas, el n'goni, una diminuta guitarra, el balafon o los djembes, y su intensidad crecia obligandolas a hablar un poco mas fuerte cada vez.
Amina atraveso un punto de inflexion tras el cual aparecio, agazapada y escondida, otra clase de persona.
– Yo no soy buena -dijo de pronto.
– No digas eso.
– Quiero conocer a mis antepasados -su voz se hizo apenas audible-. Quiero saber por que me dejaron sola, por que me siento tan apartada de todo, por que siento tanta rabia. Quiero que me lo digan. Pero despues seguire siendo quien soy, sin ti.
– ?No podemos separarnos ahora! ?Formamos parte de algo extraordinario!
Joa le cogio las dos manos con las suyas. Amina se quedo muy rigida.
– Encontraremos esa puerta en Egipto, te lo prometo -lo proclamo con vehemencia-. Se que cambiaras de idea, que ahora todo esto te resulta increible, demasiado para entenderlo de golpe.
– No, todo esta muy claro ahora -asintio la nina jordana.
Y de nuevo reaparecio en sus ojos la dureza, aplastando cualquier atisbo de rendicion y debilidad.
No pudo recuperarla, ni continuar con su dialogo. La musica y la danza cesaron de golpe. Los bailarines cayeron al suelo y volvio a servirse comida. Joa se sintio tensa por el silencio.
– Bassekou -se dirigio al dogon que habia ido a por ellos al hotel.
– ?Si?
– Por favor, cuentame otra vez que dice la profecia exactamente.
El hombre no le pregunto la razon de que ella quisiera oirlo de sus labios de nuevo. Para cualquier cosa existia una justificacion. Tal vez las hijas de las estrellas le pusieran a prueba.
– Dice la profecia que un dia volveran los Nommo, hijos de las estrellas, sera en la Decima Luna, y ese sera el comienzo del nuevo futuro.
El comienzo de un nuevo futuro.
?Que clase de nuevo futuro podian darles ellas?
– ?Que creeis que va a suceder?
El dogon sostuvo su mirada. Lo considero atentamente. Luego volvio a depositar sus ojos al frente.
– Estais aqui. Solo eso. Esperaremos a que nos lo digais vosotras.
– ?Como habeis mantenido en secreto la existencia del cristal? ?No se lo ensenasteis ni siquiera a los misioneros que en 1931 establecieron contacto con vosotros?
– Solo los Nommo podian recuperarlo. Solo vosotras podiais verlo.
Tan simple…
– ?Siempre fue blanco?
– Si, siempre que yo lo he visto.
– ?No ha cambiado de color nunca en todos estos anos?
– No lo se. Solo una vez al ano alzamos la tapa de la vasija que lo contiene. No lo tocamos. Es tabu. Seguimos un ceremonial y luego volvemos a cubrirlo. Ese ritual lo llevamos a cabo a mediados de enero, cuando Orion se encuentra en su cenit; esa noche, a dos horas del cambio de dia, lo vemos en su plenitud.
Tal vez fuera un cristal distinto, mas poderoso, mas fuerte, o el primero que llego a la Tierra. ?El suyo y el de Amina se habian vuelto blancos porque de alguna forma recibian su influencia?
Mas preguntas.
Mas misterios.
Y Orion entraba en el juego.
Joa miro a Amina. La joven tenia la cabeza baja. Sus ojos estaban hundidos en el polvo, justo en el lugar en que unos segundos antes habia estado impresa en la tierra la cruz del Nilo. Volvia a estar inmovil por fuera.
Pero Joa capto ahora toda la intensidad volcanica que la dominaba por dentro, sacudiendola con una furiosa descarga de energia.
36
No regresaron al hotel. Ni de noche, por la imposibilidad de subir aquel escarpado a oscuras, ni al amanecer, cuando despertaron. Tenian las ropas sucias y sudadas, pero no querian irse ni un segundo y dejar sola a Amina o abandonar a los dogones por la puerilidad de necesitar una muda. De pronto formaban parte del pueblo. Asi de sencillo. La fiesta de la noche anterior habia sido unica, una explosion de luz, color, una orgia de los sentidos. Despues de dormir en una casa de barro, con el cuerpo atravesado por una docena de picaduras y dolorido por la incomodidad, el nuevo dia los devolvio a una extrana calma. La vida no se detenia, seguia. Bassekou Toure les llevo agua, fruta y mijo. Ninguna pregunta. Las diosas y su acompanante eran libres y estaban alli. Al asomarse por la puerta de la casa vieron escenas cotidianas. El pueblo entero les sonreia, asentian con la cabeza, eran felices de tenerlos cerca. Un privilegio.
– ?Que hacemos? -pregunto con pragmatico realismo David.
– Quiero volver a la cueva.
– Sabia que dirias eso.
– ?Entonces por que preguntas, bobo! David le beso la mejilla.
– Pareces feliz.
– La he encontrado, ?no?
– Si -su afirmacion fue debil.
– Te lo dije anoche: dale tiempo.
– Es que no se que has encontrado.
– No es un monstruo.
– Esa chica lleva machacada toda la vida. Ha sacado las unas siempre. No han podido con ella. ?Incluso ha llegado hasta aqui, sola! Y ahora, de pronto, apareces tu y le sueltas quien es y de donde procede. Mas que a una