oscuridad…?

– Si, pero es evidente que a ti te ha afectado mas.

– ?Y Amina?

Joa recupero el pleno dominio de sus facultades. Hizo un esfuerzo y se arrodillo junto a la chica. Le aparto el pelo de la cara y contemplo sus rasgos de adolescente dormida. Vestia zapatillas deportivas, pantalones vaqueros y una camisa. No parecia una nina jordana.

Joa saco la botellita de agua de su bolso. David se arranco uno de los bolsillos de su camisa y ella humedecio la tela. Se la paso por los labios antes de limpiarle la sangre de la herida de la cabeza. Al sentir la humedad en su boca Amina se removio. Cuando la levantaron un poco para que pudiera beber un pequeno sorbo, tuvo una especie de descarga electrica.

Abrio los ojos.

Se encontro con el rostro sonriente de Joa.

– Estamos aqui -le acaricio la mejilla, infundiendole toda su ternura.

La chica miro a David. Sonrio, cerro los ojos y se abandono un momento. Los siguientes sorbos de agua, cortos, pacientes, le devolvieron el primer atisbo de vida. Poco a poco su mente regreso de las sombras y se instalo en la realidad.

– Lo siento… -gimio.

– Tranquila.

– Perdona…

Lloraba. Jamas lo hubieran creido posible, pero lloraba. Se aferro a Joa con fuerza, presionando sus brazos, temblando. La dejaron vaciarse, expiar culpas y temores, sentimientos y miedos. Fue un largo proceso, hasta que Amina se sereno y acompaso su respiracion, igual que si fuera a dormirse tras un shock.

– No podemos quedarnos aqui -le susurro Joa.

– No hay salida -la miro con dolor-. Es inutil.

– Si la hay. Solo hemos de encontrarla.

– He entrado en cuatro de esas puertas…

– ?Como lo has resistido?

– Cuando comprendi lo que me hacian, bloquee mi mente, no deje que penetraran en mi.

– Yo no tuve tiempo -lo comprendio Joa.

– Pise algo y se me cayo una pared encima. No pude percibirlo antes, fue muy rapido.

– Ya paso.

– ?Vamos a morir aqui, a pesar de nuestros poderes?

– No vamos a morir, te lo prometo.

– ?No puedo mover nada, esas piedras son demasiado pesadas, mi fuerza no sirve en este…!

– ?No vamos a morir! -la sujeto por los brazos.

– ?Sabes que puerta es la que nos lleva al siguiente lugar?

– La numero cinco.

Amina miro en su direccion.

– ?Puedes caminar? -le pregunto David.

– Si, creo que si.

– ?Cuanto llevas aqui dentro?

– No lo se, dos, tres dias… -reflexiono ella-. He perdido la nocion del tiempo.

– ?Como lograste entrar burlando a los Defensores de los Dioses?

– Cuando llegue aqui y comprendi el papel que tenian como guardianes de este lugar, cuidando la cruz del Nilo, estudie sus movimientos. Al caer la noche busque el acceso. Me descubrieron, pero ya fue tarde para que me detuvieran. No eran mas que dos. Los lance contra una pared y los demas ya no me siguieron.

– Loca -suspiro Joa-. Podias haber muerto.

La ayudo a incorporarse. Apenas si quedaban dos dedos de agua pero se los cedio a la herida para que se recuperara un poco mas. David y ella tenian la boca seca y la desaparicion de la ultima gota les atormento.

Tenian que seguir.

– Vamos -Joa dio el primer paso en direccion a la puerta numero cinco.

La linterna ilumino las escaleras ascendentes.

Fue la primera en cruzar aquel umbral.

No sintieron nada. Subieron unos quince peldanos y despues caminaron por un pasadizo hasta llegar a otra escalera, esta descendente. Contaron treinta peldanos. Caminaron por un segundo pasadizo que giraba a la izquierda y a su termino desembocaron en otra gran cueva, aunque no tanto como la primera de las columnas. En ella vieron tres puertas, cada una con dos pilares parecidos a las columnas de Karnak a ambos lados. La ultima comunicaba con una especie de ejercito de dioses.

Nueve.

Por detras, un muro lleno de inscripciones.

– Mas pruebas… -musito David.

– «Y los dioses guardianes te preguntaran por su vida. Si no sabes, moriras. Si no conoces, moriras. Si no eres humilde, tambien moriras. Y la cruz del Nilo sera tu tumba» -recordo Joa.

– ?Que significa eso? -pregunto Amina.

– Espero que sea la pista para recorrer el camino

vivos.

– ?Como abriste la primera puerta? -quiso saber David.

– Cuando llegue a El Cairo lei acerca de los dioses egipcios. Comprendi que, si este lugar tenia que ver con ellos y con nuestros antepasados, habria alguna relacion. Pero no lei lo suficiente, esta claro.

– ?Saliste de Mali con el pasaporte de Joa?

– Si.

– ?No tuviste ningun problema? -alucino el.

– Un par de veces tuve que mirar fijamente a alguien y alterar sus pensamientos -lo dijo sin ningun enfasis especial, con toda naturalidad.

Joa le hizo una senal a David para que no siguiera preguntando.

– Veamos lo que tenemos aqui -ilumino a los nueve dioses aunque de nuevo de las alturas surgia una leve claridad que los banaba de forma espectral.

De izquierda a derecha identifico a los cuatro dioses que integraban la cruz del Nilo tal como aparecia en la TT 47 y en Karnak: Amon, Ra, Aton y Nut. En el centro estaba Sacmis, a continuacion Nefertem, Set, Isis y Osiris. Joa pronuncio sus nombres en voz alta para que David los identificara. Ya le habia hablado de los cuatro primeros, pero no de los otros cinco dioses.

– Sacmis representa la energia destructora, es la diosa de la guerra -senalo la impresionante estatua de mujer con cabeza de leona-. Causaba terror en el mas alla, pero tambien aqui entre los vivos. De hecho su nombre egipcio era Sejmet, que significa La Poderosa. Para impedir que aniquilara a los humanos, Ra la engano. Le ofrecio siete mil vasijas de cerveza con un tinte rojizo y ella creyo que se trataba de sangre. Se las bebio todas, se emborracho y asi fue como los humanos sobrevivieron -paso a la siguiente-. Nefertem es el dios de la naturaleza, su mision consistia en garantizar la continuidad de la vida en el nuevo mundo. Nacio de un loto, y por esa razon se le representa con uno en la cabeza. Como curiosidad a veces se le sustituia por Imhotep, el creador de las piramides.

– Segun tu, Imhotep pudo ser enviado por ellos… -dijo David.

– Si -Joa miraba fijamente la estatua de Nefertem.

– ?Y las siguientes figuras?

– Set, el trueno, simboliza la destruccion. Amenazaba el orden cosmico y fue el asesino de Osiris -contemplo la estatua coronada con cabeza de perro de largas orejas, antes de pasar a la siguiente-. Isis es la madre de los dioses, la mas popular de las diosas egipcias. Se caso con Osiris y engendro a Horus. Simboliza la seguridad, por eso se la representa con una mujer con un trono en la cabeza. Por ultimo, Osiris es el dios de los muertos y el que otorga la vida eterna. Hijo de Gueb, la tierra, y de Nut, el cielo, crecio junto a Isis, Set y Neftis en el vientre de su madre, donde Osiris e Isis ya se amaban. Osiris era el heredero de Gueb, pero su hermano Set quiso matarle. Construyo una caja, invito a Osiris a un banquete, le engano para que se metiera en ella y, una vez dentro, la

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