2.° nivel -20 (equivale a 1 X 20)

1.a nivel -1 (uno)

– Asi podriamos llegar al infinito, ?no es asombroso?

– Escribeme 100 -le pidio David para acabar de comprenderlo.

Joa lo hizo.

– El caracol abajo, cero, y en el segundo piso o nivel, una raya de cinco. Cinco por veinte, cien. Segun su sistema, no podrian escribirlo en un solo nivel. No les alcanza. A lo maximo que se llega en el primer nivel es a diecinueve. Para el veinte ya necesitan la caracola abajo y un punto arriba.

– Entonces hemos de volver a Palenque -David se echo hacia atras.

– He de entrar en la tumba veintisiete, si, y tratar de ver que descubrio mi padre en ella.

– ?Y esos seis glifos?

– Creo que empiezo a saber que son.

– ?Y que son?

– Primero lo asocie con calendarios, pero son representaciones concretas de fechas mayas. ?Sere estupida! Lo tenia muy olvidado pese a mi memoria.

– ?Lo dices por estas rayas y puntos situados a la izquierda de algunos de los glifos pequenos?

– Si -Joa se mordio el labio inferior-. Pero una cosa es saber la numeracion y otra el calculo del tiempo segun ellos. Tengo vagos conocimientos pero nada que nos sirva sin profundizar un poco mas. Por ejemplo recuerdo que utilizan tres sistemas circulares y que de sus intersecciones depende el dia en que se encuentran. Son la rueda calendarica, el haab y el tzolkin. Asi, los dias mayas se repiten cada cincuenta y dos anos, que es cuando las tres ruedas vuelven a coincidir.

– ?Que hacemos?

– ?Entrar en Internet, por supuesto! -se levanto de la mesa para dirigirse a la habitacion de Juan Pablo, que era donde el tenia el ordenador, o computador, como lo llamaban en Colombia.

39

Joa se sento delante del ordenador, lo encendio y metio la clave personal de su propietario.

– Escucha -la voz de David estaba revestida de

desalientos-, ?no te das cuenta de que quien tenga a tu padre ya sabra todo esto?

– No conoces a mi padre.

– ?Y si han hecho algo mas que interrogarle?

Joa se enfrento a sus ojos.

– Callate, ?quieres? Te repito que no conoces a mi

padre.

– No sabemos con quien tratamos, y esto es muy serio. Para algunos, como los jueces, y probablemente otros, se trata del futuro de la humanidad. Esos idiotas creen que las hijas de las tormentas son la avanzadilla de una invasion en toda regla, y la clave de lo que vaya a suceder tarde o temprano.

– Lo que haya en esa tumba de Palenque seguira alli y hemos de descubrirlo. Mi padre es lo bastante listo como para haberles confundido.

– ?Y si lo tienen ellos? -levanto un dedo en direccion al cielo.

– Eso significaria que mi madre esta ahi y el con ella.

– ?Y?

– Pues eso, que mi padre la habria encontrado y seria

feliz.

– Joa…

– Tu no sabes de que forma la amaba -un destello sacudio sus ojos-. Ha sido un hombre muerto desde que desaparecio mama. Un buen padre, un gran arqueologo, pero un hombre muerto. La necesita, ?entiendes? Si esta con ella, yo descansare feliz.

– Puede estar con ella de muchas formas, incluso muerto.

– No ha muerto, y mi madre tampoco.

– ?Como lo sabes?

– Lo se.

– ?Tu intuicion?

Lo desafio con la mirada.

– Si.

David se rindio. No queria enfrentarsele. No ahora que tenian algo conjunto por lo que luchar. El inicio de algo luminoso.

– Bueno, veamos por donde me meto -Joa se enfrento a la pantalla del ordenador, llevo el raton al buscador y tecleo algunas palabras como «maya», «tiempo», «calendario» y otras.

Un listado de paginas posibles surgio ante sus ojos. Abrio la primera.

Durante unos segundos ella y David no hablaron, leyeron cada uno por su cuenta el texto mostrado por el ordenador. Por si acaso, abrio un archivo y fue copiando algunas cosas. Incluso dibujos.

– ?Ves? Para los mayas el tiempo no era como una linea recta que venia del pasado y seguia hacia el futuro, sino el fluir en la eternidad y de manera ciclica -fue lo primero que leyo en voz alta reafirmando sus palabras anteriores-. Veamos que nos dicen del haab, el tzolkin y la rueda calendarica.

Sus manos empezaron a moverse con rapidez. A David ni siquiera le daba tiempo a leer o captar con detalle lo que estaba viendo en la pantalla. Joa copiaba textos y grabados, dibujos, sobre todo de glifos, y los transportaba al archivo abierto para recopilar la informacion. Cada vez sus gestos eran mas precisos y mas veloces.

– ?Ya sabes de que va? -fruncio el ceno el.

– Si, a medida que lo veo, recuerdo cosas que mas o menos ya sabia. Ahora te lo cuento todo. Es largo y un poco complicado, especialmente si no estas avezado en ello.

– Vale, gracias.

– No te estoy llamando tonto -parecia animada. Por fin estaba metida en la dinamica de su investigacion. Le sonrio con calor-. A mi misma me sirve para ir pensando un poco en el tema. Hablar en voz alta me ayuda a darme cuenta de las cosas, verlas en perspectiva.

David ya no dijo nada. La dejo hacer. Incluso fue al servicio y se tomo su tiempo. Para cuando regreso a su lado, Joa seguia abriendo y cerrando paginas como una posesa. Tambien tomaba notas a mano en un papel. Parecia absorberlo todo con pasmosa facilidad.

Casi quince minutos despues dio por terminada su primera exploracion.

– Ven -le invito a sumarse a ella.

– ?Por donde empezamos?

– Por lo basico -puso su dedo indice en la pantalla, donde varios archivos compartian su espacio-. De entrada has de saber que los mayas utilizaban varios calendarios para medir el tiempo, pero que los mas importantes eran el tzolkin y el haab, mas la rueda calendarica que engarzaba ambos. El tzolkin, tzol de orden y kin de dia, tambien conocido como telar de los mayas o modulo armonico de los mayas, era el calendario sagrado, de doscientos sesenta dias, y el mas importante para ellos. -Multiplo de trece.

– Asi es -Joa continuo su explicacion-. El tzolkin lo formaban trece numeros y veinte dias que se iban combinando sucesivamente: trece por las articulaciones del cuerpo y veinte por los dedos de

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