despistado.
Saco un cuadernillo y un boligrafo.
– Bueno, pues entonces lo que tu me digas. Soy todo oidos, aunque…
– ?Para el carro, Villamagna! Si quieres puedes informar sobre el asesinato del hermano Cristobal, contar que estaba haciendo en el convento de las corazonianas, por ahi te extiendes sobre arte y cultura, ya te dare datos. Puedes decir tambien que ha desaparecido el beato fray Asercio de Montcada, y vuelves a extenderte sobre momias medievales, conservaciones funerarias, enterramientos en iglesias, etc. Por ultimo, anades que creemos que ambos hechos estan relacionados, que se descarta el robo por lucro y que hay un testigo. Y ya esta.
– ?Cono, Petra, no me jodas, me van a crucificar! ?Tu no te das cuenta de que la imaginacion popular se desbordara con todos estos elementos?: que si momias desaparecidas, que si monjes asesinados por la espalda, maldiciones, misterios, venganzas… y voy yo y les suelto a los putos periodistas una clase de historia antigua. ?Me hostiaran!
– Puedes anadir un poco de historia sagrada: los frailes,
– Si, claro, y pasarles un DVD de
– ?Tu obligacion no es mantener a los informadores a distancia?
– Para nada. Mi obligacion es negociar contigo que me des lo maximo que puedas, venderlo a la prensa como si fuera mucho mas y procurar que la imagen de la policia salga siempre bien parada.
– Dales la nota oficial y van que arden.
– Esa nota es mas sosa que una invitacion a tomar el te. Si les suelto solo eso se inventaran cosas, se produciran filtraciones porque empezaran a acosar hasta al ultimo mono de la bofia, sera un follon.
– Pues entonces diles la verdad: que no tenemos ni la mas remota idea, que andamos despistados y que si seguimos asi la momia acabara por pudrirse en su desconocido destino.
Rezongo un buen rato mientras yo me alejaba. ?El fanatico religioso! En aquella ocasion los plumillas, como el les denominaba, demostraban tener bien poca imaginacion. Pero asi eran las cosas, la historia criminal espanola estaba falta de casos con componentes llamativos u originales y, si nadie lo remediaba, las filtraciones e inventos a los que hacia mencion el portavoz, no tardarian mucho en hacerse realidad. Habria que darle un poco de carnaza de vez en cuando para que el la distribuyera entre los colmillos periodisticos.
Intentando que aquel problema adicional no perturbara mis planes inmediatos me dirigi a mi despacho. La puerta estaba entreabierta. Me acerque, aplique el oido y pude distinguir que Yolanda y Sonia se encontraban enfrascadas en una discusion. Desde hacia un tiempo se habia distribuido entre la dotacion policial un monton de protocolos que debian rellenarse segun la actividad que se estuviera llevando a cabo. De ese modo podian efectuarse rapidos recuentos estadisticos que facilitaban el analisis de la praxis policial al mismo tiempo que una valoracion de los hechos delictivos. Como toda medida de nueva creacion que significaba mas trabajo, habia sido muy mal recibida por los agentes. Estos no siempre sabian como encuadrar el servicio prestado dentro de las escuetas casillas de los formularios. Policias como Sonia, no muy sobrada de luces, tenian reiteradas dificultades para cumplir con esta labor burocratica. Corrobore todo esto en la conversacion que oi entre las dos jovenes policias. Sonia parecia al borde de la desesperacion.
– Pero, vamos a ver, Yolanda: si encuentro a un menor que merodea solo por la calle utilizo el impreso C; pero si no es la primera vez que me topo con el, ?entonces que impreso se rellena: el de menores o el de reincidencia?
Entre subitamente y las dos se callaron al instante.
– Veo que estan en plena faena tecnica -comente. Yolanda enseguida contesto:
– Nada especial, inspectora. Se presentan algunas dudas de vez en cuando. Es que esto de los impresos es un lio del demonio. A veces te dan ganas de no detener a algun sospechoso porque no sabes en que impreso tendras que ponerlo despues. ?Y total para que los politicos puedan manejar cifras en sus discursos!
– Meterse con los politicos es la tipica actitud de policia fascistoide que no corresponde a tu edad. Ademas, deberias saber que las estadisticas son importantes.
– Si, inspectora -respondio enseguida como una aprendiz de marine.
– ?Donde esta el subinspector?
– ?Aqui! -canto Garzon desde la puerta-. Habia ido al excusado, con perdon.
Sonia dejo escapar una tonta risita.
– Quiero saber como habeis realizado la busqueda de la testigo.
– Hemos visitado y preguntado por ella en todos los lugares donde solia estar. Hemos ido al albergue en el que pernoctaba y nos han informado de que no habia acudido alli en los ultimos tres dias, lo cual era considerado extrano por la directora. Tambien nos hemos enterado de que paseaba por el barrio del Born, donde nadie la ha visto ultimamente. Tampoco ha vuelto a ocupar el lugar frente al convento de las corazonianas, donde se convirtio en testigo del desplazamiento en camioneta del beato.
– Correcto. Como os imaginais, no os he hecho venir a mi despacho para echaros broncas. Quiero que trabajeis las dos en este caso.
Sonia no estaba dotada con la virtud de la prudencia ni con la capacidad del disimulo, asi que practicamente dio un salto para decir:
– ?Bien, en el de la momia, que ilusion!
La recompense con una mirada que hubiera debido helarle la sangre, pero aun encontro fuerzas para intentar arreglarlo y musito:
– Bueno, quiero decir que todo el mundo lo comenta y dicen que es como los asesinatos de las «pelis», como la maldicion de la momia y yo…
– ?Ni maldicion de la momia ni pollas en vinagre! Es un caso de asesinato que vamos a investigar y punto. El comisario Coronas nos ha autorizado un operativo especial de veinte hombres durante tres dias para buscar a esa mendiga. Vosotras dos aglutinareis los informes diarios de todos esos agentes.
– ?Un operativo de veinte hombres? ?No me lo puedo creer! -exclamo Garzon, y anadio parodiando a Sonia-: ?Que ilusion!
– La ilusion para mi seria que dejaran de interrumpirme. Deben elaborar un mapa con los lugares que frecuentaba la mendiga o que sean frecuentados por mendigos en general, con especial atencion a los alrededores de los conventos. Quede bien entendido que ninguna de las dos, al igual que los hombres del operativo, tendra informacion sobre los avances del caso. Ademas, si me entero de que alguien habla con algun periodista lo machacare. Vuestra labor tambien consistira en darme el chivatazo si os enterais de que alguno de los hombres se reune con la prensa. ?Y nada de comentarios estupidos sobre la maldicion de la momia o la venganza del Espiritu Santo! ?Entendido?
– Si, inspectora -respondieron al unisono con aire marcial.
Mientras salian oi como Sonia le preguntaba a Yolanda en voz queda:
– ?Y que impresos habra que rellenar para toda esta movida?
Yolanda contesto en un susurro airado:
– ?Pero tu eres gilipollas o que?
Volvi mi alterado rostro hacia Garzon y lo descubri pugnando por ocultar la risa.
– Puede reirse todo lo que quiera; pero le comunico que Coronas quiere un informe hoy mismo, de todo. Asi que mas vale que nos repartamos la tarea y nos pongamos a trabajar.
– Tengo que llamar a Beatriz para decirle que llegare tarde.
Se retiro un poco para no hablar delante de mi y yo simule enfrascarme en mis papeles. Pude oirle decir «carino» un par de veces. Cuando regreso puse cara de poker.
– ?Usted no llama a Marcos?
– Ya le adverti que quiza me retrasara bastantes dias mientras esto dure.
– Bueno, pero una llamadita nunca esta de mas.
– No quiero malacostumbrarlo -dije solo para hacerlo rabiar.
– Va usted de dura, ?eh, inspectora?
– Ya me conoce, Bogart y yo somos asi.
Nos repartimos el trabajo adentrandonos sin ningunas ganas en la redaccion de los informes. Cenamos un bocadillo que nos trajeron desde La Jarra de Oro y abundancia de cafe. A las doce de la noche Garzon asomo la