cabeza.

– Yo ya lo tengo todo mas o menos encarrilado, ?que le parece si nos largamos?

– Yo he acabado tambien.

Me desperece discretamente mientras el se frotaba los ojos. Cuando estaba cerrando el ordenador como en un antiguo ritual, el subinspector me propuso de improviso:

– ?Y si nos tomamos una cervecita? La Jarra debe estar abierto aun.

Solo por la elevacion sutilisima de las comisuras de sus labios pude darme cuenta de que estaba retandome. Lo unico que me apetecia era llegar a casa y charlar con mi marido, pero despues de mi farol anterior, no me quedaba mas remedio que aceptar el envite.

– ?Y dos si es necesario! Deje que vaya un momento a lavarme la cara y estoy lista.

Las comisuras descendieron notablemente, por lo que colegi que el tambien se encontraba loco por regresar a los brazos de su amada. Sin embargo, ninguno de los dos estabamos dispuestos a reconocer nuestro nuevo estado de conyuges felices y las esclavitudes que eso comportaba, asi que un rato mas tarde estabamos sentados en la barra del bar, que a esas horas se hallaba lleno de gente solitaria.

– ?Tiene la impresion de que con veinte hombres encontraremos a la mendiga, inspectora?

– Se supone que estamos aqui para solazarnos despues de un largo dia, de manera que no tratemos de trabajo.

– Lleva razon. ?Que tal le va con los hijos de Marcos?

– Sobre la familia tampoco quiero hablar.

Le pego un sorbo concienzudo a su cerveza y, con retranca, pregunto:

– ?Cree que el Deportivo de la Coruna le ganara al Real Madrid?

Lo observe, imperterrita.

– Arriesgaria toda mi fortuna apostando a que si, Fermin -le conteste.

Cerca de la una llegue a casa. Marcos estaba despierto aun, leyendo un libro. Vino a mi encuentro, me abrazo. Parecia preocupado.

– ?Todo va bien?

– Relativamente bien.

– Es terrible que tengas que ocupar horas y horas en asuntos tan lugubres.

– ?Pero Marcos, en eso consiste mi profesion!

– Ya lo se; pero todo esto del monje muerto es muy desagradable. Me gustaria poder preservarte de esa realidad tan sangrienta.

Lo mire con afecto.

– Tu me preservarias de la realidad negativa a mi, yo te preservaria a ti, pero entonces ninguno de los dos estaria en la realidad.

– Supongo que es asi, pero cuando he oido al portavoz de la policia dando detalles del caso…

– ?Cuando ha sido eso?

– En las noticias de las diez. Vamos a la cocina, van dando resumenes informativos de vez en cuando. Ademas tienes preparada una minitortilla de calabacin. Me acordaba perfectamente de que no quieres que te cocine nada, pero hoy estaba seguro de que no habias cenado. Le he pedido a Jacinta que la hiciera.

Aparente sonreir. La vida es increible, pense, centenares de miles de mujeres se quejan de la falta de atenciones domesticas de sus maridos y yo, que solo aspiraba a llegar a casa y descansar, me veia obligada a zamparme una amorosa tortilla que sin duda me sentaria fatal.

Encendi el televisor, le quite la voz y ambos nos sentamos a la mesa de la cocina.

– Cuentame como va tu trabajo, Marcos -le pedi mientras comia.

– Como de costumbre. Ahi andamos todo el equipo peleandonos con los planos de un nuevo hotel.

– ?Que interesante!

– ?De verdad te lo parece?

– ?Por supuesto!

– No veo por que.

– Pues es evidente: tantas habitaciones, todos esos espacios comunes… ?la gran cocina!

Se echo a reir, valorando mis esfuerzos por demostrar que la arquitectura de un hotel me parecia apasionante.

– Si de verdad te llama la atencion te ensenare los proyectos, te los explicare.

– ?Estupendo!

Cogi a toda prisa el mando a distancia y subi el volumen del televisor. Habia avistado a Villamagna en la pantalla. Iba trajeado, elegante, y pronunciaba cada palabra con acento patricio. Le oi decir:

«La policia esta siguiendo varias pistas fiables, y ninguna de ellas se descarta actualmente. Operativos especiales han sido puestos en marcha para aligerar la investigacion. De momento, es todo lo que puedo comunicarles. Ustedes saben, caballeros, que en este tipo de asuntos resultan basicas la discrecion y la prudencia».

– Cuando le vi antes conto algunas cosas mas.

– ?De que tipo?

– Vaguedades. Mas o menos lo que me habias contado tu. Hablo durante diez minutos sin decir absolutamente nada.

– Eso es justo lo que debe hacer.

– Pues no se si esa es una buena solucion para acallar los comentarios de la gente.

– ?Que comentarios?

– De todo tipo. El otro dia en el trabajo los administrativos estaban en plan gore. Decian que a la momia le habian clavado una cruz puntiaguda en el pecho.

– ?Que bestias! Y eso que aun no han empezado a producirse filtraciones en serio. Cuando ocurra, la gente las deformara hasta lo increible.

– ?No podeis evitarlo?

– Resulta dificil. Un asesinato llamativo es como una casa vieja; aunque se hagan apanos siguen apareciendo goteras. Solo espero que tus hijos no oigan demasiados bulos sobre esto.

– No te preocupes. Tu ya tienes bastante con lo tuyo.

– Lo mio es que se han cargado a un buen hombre sin ningun motivo aparente.

– ?Me parece terrible, el ser humano no avanza!

Recogi los restos de mi cena mientras Marcos subia a acostarse, un tanto cabizbajo. Era obvio que yo no habia sabido preservarlo de la realidad, sino al contrario, habia proyectado de lleno sobre el mis tristes asuntos policiales. Claro que el tampoco habia conseguido gran cosa conmigo: la tortilla de calabacin empezaba a provocarme ardor de estomago. Y es que probablemente el amor pueda ser capaz de metamorfosear el caracter del hombre, incluso su vida, pero desde luego se muestra absolutamente ineficaz para cambiar las miserias diarias.

4

A la manana siguiente, al llegar a comisaria, encontre a Garzon acompanado de Yolanda y Sonia. Estaban clavando chinchetas sobre un gran plano de Barcelona que habian colocado en la pared.

– ?Que es eso? -pregunte-. ?Un torneo de golf?

– Son los lugares donde suelen encontrarse mendigos, y en la seleccion incluimos los albergues y los comedores de beneficencia.

– ?Que cantidad de chinchetas!

Garzon suspiro profundamente, hizo un gesto de serena desesperanza y abrio los brazos de par en par.

– ?Las ciudades estan infestadas de gente sin hogar, infestadas!

– Si, ya se, en este pais hay mas mendigos que bares, por poner un ejemplo exagerado; pero supongo que han escogido los sectores siguiendo un criterio racional.

Yolanda tomo la palabra.

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