necesito que me ayudes ahora.
Al otro lado de la habitacion, vio un estremecimiento espantoso que recorria la columna vertebral de Jodi.
– No lo se.
– ?No mientas!
– No miento.
Siguio tratando de recuperar la mano y ella siguio resistiendose. Tiraba cada vez con mas fuerza, hasta que el llego a pensar que podia dislocarsela.
– El te lo cuenta todo, Cal. Lo entiendo. Se supone que es lo que pasa entre los tios. Pero tambien eres mi amigo.
– Y lo soy, Rose, pero…
Jesus, Dios, todo el maquillaje resbalando en una riada de colores, como si se hubiera destrozado la cara.
– Me siento morir. ?No habria sido peor si me hubiera cortado la garganta!
Ya habia suficientes mujeres asesinadas alli.
– Te lo juro, Rose, no lo se.
– ?Por favor! -chillo, un gemido largo, quejumbroso e infantil. Finalmente logro arrebatarle la mano y quiso taparse los oidos-. ?No soy idiota! -Mientras su odio resbalaba hasta el suelo, lo mismo le ocurrio al de el, hasta que, fuera de su elemento, no pudo seguir viviendo. Alargo la mano hacia ella y le acaricio la mejilla, como si eso sirviera de algo.
– No me cuenta esas cosas. -Parecia una completa locura, pero no habia otra forma de hacerlo.
– Pero…
– Estoy diciendote la verdad, Rose. -Deseando tener algo mas inteligente o sincero que decir, busco a tientas los zapatos y la camisa y se los puso. El muy hijo de puta de Willy merecia estar alli, ver lo que habia hecho y limpiar los destrozos de su machismo.
– Eres un maldito pedazo de mierda cabron y mentiroso -siseo Rose-. Y siempre lo has sido.
No, penso el, no siempre.
– Vete, corre. Largo de aqui. Quitate de mi vista.
La dejo alli arrodillada y cogio su abrigo. Jodi se aparto de la puerta y le dio el espacio justo para salir, pero aparto la cara creyendo que podia tratar de besarla.
Unos sonidos incomprensibles lo siguieron por los tres tramos de escalera y mas alla del mostrador de la entrada. El chico de las matematicas no levanto la mirada mientras Cal recogia su carne y salia a la ventisca.
Sin destino concreto, vago por la tormenta. La nieve le azotaba los ojos y le quemaba como la gravilla con la que lo habian sepultado los vientos del invierno durante las vacaciones navidenas. Durante quince minutos siguio otras huellas por los casi invisibles caminos del patio.
Antes de saber siquiera que se encontraba en un edificio, estaba caminando por los estrechos pasillos de la emisora de radio, limpiandose nieve de los zapatos y dirigiendose a la cabina de retransmision de la KLAP.
No sabia si debia estar alli. Pero era mejor sentarse en silencio con Fruggy Fred que rumiarlo todo en su cuarto, en la biblioteca, en medio de la tormenta o buscando a Willy. No sabia como se habia enterado Rose de que Willy la estaba enganando.
Los altavoces de la emisora bramaron:
– El restaurante de Alice. -La voz aflautada de Arlo Guthrie hizo reir a la audiencia con los veinticinco minutos de su relato de guerra y desgracia, hippismo y bolsas de basura azules.
Shiska Bob, agachado en una esquina buscando entre una pila de gastadas cubiertas de albumes y caratulas de CD, levanto la mirada. Su brillante y rosada calva relucio, y temblo su fino bigote cuando dijo:
– Eh, hombre de nieve, pensaba que no podias moverte sin tu sombrero magico.
Cal vio su reflejo en el espejo que habia tras el estante junto al que se arrodillaba Bob. Tenia el pelo y la chaqueta completamente blancos, y la cara colorada por culpa del viento. Se miro el pelo desde diferentes posiciones, consciente de que ese seria su aspecto dentro de poco tiempo, el de un anciano prematuro.
– Llevo un rato sin ver a Willy -dijo Bob-. ?Que pasa?
– ?Te lo creerias si te digo que hemos estado trabajando?
– Solo si tambien hubieras sido voluntario en un orfanato, donando medio litro de sangre cada tres meses, y hubieras recogido tres toneladas de alambre de aluminio para la campana anual de reciclaje.
– Eres un alma bondadosa.
Shiska Bob se encogio de hombros.
– ?Sabes en que disco de Dylan esta, «Lily, Rosemary and the Jack of Hearts».
– ?En
– No, ya he mirado en ese. ?Que te trae aqui tan temprano?
– ?Ha llegado ya Fruggy Fred?
– Si, esta sobado en el sofa, como siempre. Le quedan cinco minutos para despertarse antes de que Arlo termine.
– ?Crees que lo conseguira?
Bob levanto la mirada y adopto una expresion de extremada seriedad.
– Los dos sabemos que siempre lo hace.
Caleb asintio.
– ?Cuando sales?
– A las cuatro -consulto su reloj-. Exactamente dentro de quince minutos. Eso te da diez minutos para hacer el ganso en el aire si quieres. Negare todo conocimiento de tus acciones. -Dio la vuelta a la caratula del CD de Dylan,
Cal lanzo el abrigo sobre el perchero del otro lado de la habitacion, fallo y entro en la cabina de retransmision.
Fruggy Fred estaba alli, en gloriosa somnolencia, inaudito y hermoso, con la carne marfilena desbordando los cojines del sofa en el que dormia.
Llevaba una camisa de hockey remangada hasta el ombligo. Las alargadas marcas de color rosa de su vientre eran dolorosamente visibles. La gente se equivocaba al pensar que era perezoso o sufria una depresion clinica, pero Cal sabia que Fruggy era el hombre mas dedicado y disciplinado que habia conocido en toda su vida. Otros podian pensar que el obsesivo era Willy, con los surcos de los tendones tallados como obras de arte del esfuerzo, y tendrian razon en parte, pero se equivocarian en el resto. El golpe de realidad era una forma de poder.
Era Fruggy Fred quien permitia que sus musculos se atrofiaran, quien entregaba su vida despierta a la resolucion del nudo freudiano-gordiano de los simbolos de sus pesadillas, siempre en busca de sico-teologias ignotas en los rincones de su mente inconsciente. Cal no sabia que lo habia inducido a asumir esta activa inactividad o que era lo que habia encontrado ya o esperaba encontrar. Jodi odiaba a Fruggy con vehemencia. Su odio se le acumulaba en el interior y afilaba los planos de su cara, levantaba su labio inferior formando una mueca de repulsion por lo que ella tenia por pereza inherente. Pero en parte eran celos, pensaba Cal: la familia de Fruggy era adinerada y podia permitirse un curso incompleto e incluso fallido del todo sin que eso afectara a su futuro. En algun momento acabaria por hacerse cargo de la empresa de software de su padre, o la venderia y estaria instalado el resto de su vida, que para el caso era lo mismo. A pesar de lo cual, Fruggy lograba figurar todos los anos en la lista del decano, con un impecable expediente de sobresalientes.
Caleb lo queria.
Su relacion se basaba en una aceptacion total y pura, no adulterada por juicio alguno, fuera etico o de otra naturaleza. El silencio de Fruggy era a menudo la unica cosa con la que podia aliarse. Estar alli sentado frente a aquella mole durmiente era como encontrarse frente a las tumbas de tus seres queridos, muertos antes de que hubieras podido decirles lo mucho que los amabas. El movimiento REM de los ojos de Fruggy Fred apaciguaba tu alma.
Era como confiarle tus secretos a los muertos. Fruggy escuchaba, pero conscientemente no