Hacia grandes aspavientos de espantapajaros.
Pero no dijo nada.
?Por que se quedaba quieto y callado como un paralitico? ?No podia deshacerse de Juan inmediatamente?
Claro que podia. Cualquier padre puede deshacerse de su hijo cuando el hijo le agarra del cuello y lo zarandea. Sucede muy a menudo. Sucede cada dos por tres. Cada dia mas. Cada dia es mas frecuente ver a un padre agarrado del cuello por su hijo. Un padre zarandeado por su hijo. ?Y que? El hijo lo agarra del cuello al padre pero el padre le da un manotazo al hijo y lo aparta. En realidad el hijo esta esperando eso. Que su padre lo aparte. Espera que lo aparte de un manotazo. Un padre provoca a su hijo para que lo zarandee. Una vez que el hijo lo zarandea porque el padre lo ha provocado el padre ya no se deja zarandear mas que un momento. Segundos. En seguida lo aparta. Y el hijo esta esperando que lo aparte. Si no lo aparta no sabe que hacer. Desde luego puede hacer cosas que no quiere hacer. Puede zarandearlo mas.
Estrangularlo.
Derribarlo.
Patearlo.
Pero tambien puede echarse a llorar en los brazos de su padre como si necesitara llorar abrazado a su padre.
Y puede echar a correr ofuscado a la calle y meterse debajo de las ruedas del primer autobus que pase.
Pero el se dejaba zarandear. Su padre era un verdadero muneco de trapo. Totalmente indefenso. Inexpresivo. Inutil. Y Juan podia hacer cualquier cosa con esta clase de muneco.
Uno dos. Uno dos.
Grabando.
Grabando ahora llaman a la puerta. El mozo de equipajes. ?Como tardo tanto en subir el equipaje?
Le enseno la propina. Es lo primero que hago. Ensenarle la propina. Entonces el mozo coloca la maleta en su sitio. Ya ha visto la propina en mi mano y se tranquiliza. Grave error ocultar la propina hasta el final. ?Con que objeto? Asi no hay malentendidos. Garantizas que va a hacer bien su trabajo. Es uno de los trabajos mas faciles del mundo este de llamar a la puerta de la habitacion y con cara como si fuera el quien viene agotado de un largo viaje soltar la maleta y poner la mano para salir por donde ha entrado. Pero esta gente puede ser malvada. Puede ser peligrosa. Hay que ensenarles la propina sin ningun temor a ofenderles. Es falso creer que ensenarles la propina les ofende. Ellos no quieren sorpresas. Quieren saber desde el principio y cuanto antes con quien se la estan jugando. Lo que les pone fuera de si a los mozos de equipajes es precisamente que escondas la propina y que cuando ya han hecho las cuatro mamarrachadas que tienen por costumbre hacer les entregues la mitad de la propina que esperaban. Sabran vengarse en su momento. Eso no lo perdonan. Toman buena nota del numero de habitacion y del nombre del cliente que les dio la mitad de la propina que esperaban.
?Para que se tomaron la molestia de explicar las cosas que explican una vez han dejado la maleta en su sitio? Se empenan en explicar cosas absurdas para sacar mas propina. En realidad esperan dos propinas. Una por dejar la maleta y abrir el armario. Otra por ensenar y explicar cosas estupidas en la habitacion cuando ya estas al cabo de la calle de todo lo que hay en la habitacion. Pero ellos tienen que hacer cuanto pueden para sacarte de quicio ya que cuando te han sacado de quicio y no soportas ni un segundo mas su presencia en la habitacion les das una triple propina para perderlos de vista. ?Que hacen?
Encienden y apagan las luces.
Abren y cierran las puertas.
Se asoman al cuarto de bano y dicen aqui esta el cuarto de bano como si tu no vieras que eso no puede ser mas que un cuarto de bano. ?Creen que algun cliente va a confundir el cuarto de bano con un sofa?
Luego el mozo corre las cortinas que dan a la calle Domgasse y dice que si te asomas veras que por la calle Domgasse pasan constantemente coches de caballos con turistas que van a ver la casa de Mozart. Y anade que esta es una de las casas de Mozart en Viena porque como usted sabe Mozart tambien vivio en otras dos casas en Viena situadas en otras calles. Y espera que tu pongas cara de imbecil y le des las gracias por el solo hecho de que por ahi abajo pasen constantemente coches de caballos como si fueran sus coches de caballos.
Luego se dirige al horrible minibar y abre la puertecita del minibar y mete su cabezota de mozo de equipajes por el hueco del minibar y dice que en efecto el minibar esta surtido con toda clase de bebidas tal como puedes ver.
Todavia le queda el mando a distancia del televisor. Ahora no tiene ninguna prisa. Al reves. Ahora se apoya en el respaldo de una butaca y podria sentarse en la butaca si le das pie a ello y pasar ahi un par de horas repantigado explicando el funcionamiento del mando a distancia de la television. Enciende y apaga el televisor tres veces. Cambia los canales identificandolos. Sube y baja el sonido. Y repite la operacion mirandote de reojo cuantas veces sea necesario porque hasta que no le das las gracias y le suplicas que no cambie mas veces el canal seguira cambiando el canal.
?Por que no abrevian su farragosa liturgia estos mozos de equipajes?
Cuando le das la propina todavia sigue ahi plantado mirando fijamente el termostato de la pared. Mira el termostato como si acabara de descubrir su existencia. Y el termostato merece dos palabras. El mozo de equipajes tambien se ocupa de la temperatura ambiente ademas de subir los equipajes. En realidad lo de los equipajes es lo de menos. Es como un pretexto. Su mision es mucho mas ambiciosa. Mas compleja.
Aqui esta el termostato. Es mejor que no lo mueva. Le aconsejo que lo deje como esta.
Y vuelve a mirar mi mano. No le interesa nada mas que mi mano. Lo que le preocupa es mi mano. Otro billete. Eso trata de decirme. Que me meta la mano en el bolsillo y saque otro billete del bolsillo y se lo entregue. No se haga el despistado. Mas chelines. Solo asi se ira.
Son cinicos como pocos profesionales en el ramo de hosteleria. Pero Juan siempre tuvo muy presente la conveniencia de dejarlos contentos. ?Que pasara si en plena noche te da un infarto? El mozo de equipajes seria el primero en meterse en la habitacion con la llave maestra que le cuelga del cinturon y el primero en sacarte de la habitacion en el carro de los equipajes. Te encerrara en el cuarto de equipajes hasta que llegue la ambulancia. Todo muy rapido. Es preciso no llamar la atencion. Los achaques y no digamos las muertes de clientes en un hotel alteran mucho la vida del hotel. Arruinan su falsa felicidad. Las muertes de clientes en los hoteles producen enorme confusion. Son muy negativas para el negocio. Nadie quiere poner los pies en el hotel donde un pariente o un amigo han muerto. Ni siquiera apetece pasar por la misma calle. Se da un rodeo. Porque cuando caes gravemente enfermo en un hotel desde ese mismo instante dejas de ser una persona y te transformas en un desperdicio del hotel. Un bulto del que hay que deshacerse lo antes posible. Si estas muerto como si estas agonizando. Es igual. Sigues siendo el mismo bulto que hay que sacar inmediatamente del hotel por la puerta destinada a la basura. Y ya esta.
?Ya esta?
No esta. Este energumeno todavia quiere anadir algo.
?Es la primera vez que se aloja con nosotros?
Si.
?Si? Que raro. Su cara resulta familiar. Su cara me suena. ?De verdad no se ha alojado antes en nuestro hotel? ?Seguro?
Segurisimo. Nunca. Es la primera vez.
Pues hubiera dicho que usted ya estuvo en nuestro hotel.
Y entonces el mozo de equipajes hace un falso gesto de contrariedad. Como si la memoria le fallara cuando el no quiere que la memoria le falle. No quiere que le falle nada. Levanta una mano sin dejar de mirar mi mano. Se acerca la mano a la cara. No se acerca la mano a la cara para enjabonarse la mejilla y afeitarse sino que lo hace para agitar la mano en la que ya se ha puesto el guante blanco y con esa mano indicar que tu fisonomia le resulta bastante familiar.
Estos mozos heredaron todos los trucos del oficio de sus antepasados los mozos de equipajes en tiempos del imperio austrohungaro.
?Es el suyo un viaje unicamente de placer o tambien de trabajo?
Cuidado. Mucha atencion. No reveles que el viaje es de placer. Eso es lo que esta esperando el picaro. Solo espera que digas que tu viaje es de placer para atraparte en su red de venta de entradas agotadas para la Opera y de entradas agotadas para los conciertos en el Musikverein y de entradas agotadas para los conciertos en la