mejor que esta. Aunque lo dudo. La que me gusta es esta. Es la enfermerita rubia mas apetecible que conozco. Vamos enfermerita rubia entra aqui aunque sea por la ventana. Entra aqui aunque sea por la ranura de la puerta. Pero entra. Quiero verte. Me haces falta. Oh, thank you. Asi es mucho mejor. Asi no voy a tener ningun problema. Ella esta aqui. Me permite tocarla. Puedo acariciarla. No quiere que Juan le quite las braguitas. Es igual. No le quito las braguitas. No importa. Thank you very much enfermerita rubia del laboratorio neoyorquino. Pero la bata blanca si. Se la puede desabotonar. Son diminutas esas braguitas y son pequenos los pechos de la enfermerita rubia. Los pechos si que se los puedo tocar. No hay que tener prisa. Te agradezco mucho que no me des prisas. Otra vez thank you. Ya va. Todo llega. Mi polla le esta rozando los muslos. Rozando sus braguitas de enfermera rubia con la bata desabotonada.

Juan sudaba. Se ahogaba. Temia que de un momento a otro le entrara un ataque de risa. Casi siempre que se ponia nervioso le entraba la risa. Risa nerviosa. Risa de loco. Y solo faltaba eso. Que empezara a reirse como un loco encerrado en el cuartito blanco del laboratorio frente al espejo con el jodido frasco en la mano. Diabolico. Y que la gente del laboratorio oyera a un tipo muerto de risa dentro del cuarto en el que nadie se moria de risa. Pero no va a pasar nada. Juan no se va a reir. Un poco de calma. La enfermera se ha puesto de perfil delante del espejo. Como el. Y hace exactamente lo mismo que hace el delante del espejo. Juan todavia se frota la polla. Ella se frota el clitoris. Que bien lo hace. No imaginaba que lo hiciera tan bien cuando la vio tecleando en el ordenador. Se humedece el clitoris con saliva. Entorna los ojos. Abre los ojos para mirarse de perfil en el espejo. Le tiemblan las piernas. Bonitas piernas las piernas de la enfermerita americana. Vamos enfermerita rubia un pequeno grito y ya esta.

Frasco numero tres.

Tres.

Agarrado como si fuera otro pene.

Un poco mas y ya esta.

Y por fin el moquito blanco aparecio.

Todo era otra vez blanco. Las paredes. El lavabo. El retrete. El estante. El techo. El papel higienico. Los kleenex. El jabon. La toalla. La manivela. La puerta.

Blanco todo menos el rostro de Juan. Los ojos de Juan.

Se lavo deprisa. Se subio los pantalones. Se abotono la camisa. Se miro por ultima vez en el espejo.

Abrio la puerta.

Aqui tiene los frascos.

Pero ella seguia tecleando. Fingia estar ocupada. Ausente. Absorta en la pantalla del ordenador. Sin duda cumplia a rajatabla las instrucciones del laboratorio. Cuando el paciente aparezca con los frascos no debe reaccionar inmediatamente. Deje transcurrir unos segundos.

Por fin levanto la cabeza sobre el ordenador y le miro con cierta extraneza. Como despistada. Como si hubiera olvidado de que se trataba. Por que estaba alli este hombre con tres frascos en la mano. Hay que hacerlo exactamente asi. Eso les tranquiliza. Por supuesto ninguna familiaridad. En buena medida los resultados dependen del comportamiento de las enfermeras.

Aqui tiene los frascos.

La enfermera le miro sonriente.

?Todo bien?

Creo que si.

?Lo hizo exactamente como le indique? ?Recuerda como lo hizo? ?Siguio todos los pasos en orden?

En ese momento a Juan le asalto la duda.

?Lo habia hecho bien? ?Valdria o no valdria la muestra del frasco numero uno si habia rellenado un poco de orina despues de orinar en el retrete?

?Oh no! Eso no tenia que haberlo hecho asi. Ya se lo dije. Poca cantidad era suficiente. No necesitamos mas. Pero anadir nunca. Es lo unico que no hay que hacer. Recuerde que se lo dije. Orina del mismo chorrito. No otro chorrito de orina. ?Se acuerda?

Lo siento. Lo siento mucho.

No se preocupe. Tiene arreglo. Tendra que repetir todo paso a paso. No es usted el unico. Estas cosas ocurren.

Y la enfermera bajo la cabeza. Reanudo su trabajo en el ordenador. Parecia estar ya a miles de kilometros de distancia.

Pansy se habia levantando y plegaba el periodico. Vino hasta el mostrador. Queria ponerse al tanto.

La enfermera volvio a hablar. Se dirigia a los dos.

Si quieren pueden llevarse los frascos a casa. Tal vez les resulte mas facil alli. Luego lo traen antes de que pase una hora desde que llenen los frascos. ?Lo prefieren asi?

Entonces intervino Pansy. Primero tosio un poco. Siempre tosia un poco antes de hablar.

?No me lo puedo creer! ?No me digas que te has equivocado! ?No me digas que lo has hecho mal!

Y lo repetia en ingles.

I can't believe it! ?Otra vez metiste la pata? ?No tienes remedio! Es de risa. Perdona si me rio pero es que lo tuyo es de risa. De morirse de risa. Tres frascos y tres cosas tan sencillitas y metes la pata. I can't believe it! Pero no te quedes ahi parado. Por lo menos coge los frascos y haz algo. ?Te metes otra vez en ese cuarto o nos vamos a casa?

Uno dos. Uno dos.

Grabando.

Grabando ya empieza a oscurecer y estoy casi seguro de que mi madre aun viviria si no hubiera bebido tanto. Pero bebia demasiado. A todas horas. Siempre a escondidas.

A Juan no quisieron cobrarle la esquela en Damas y Caballeros. Un detalle de la casa con sus empleados. Generalmente hacian el 25 por ciento de descuento. Pero regalar la esquela era algo excepcional.

Algunos clientes iban al periodico a encargarlas. No hacia falta porque se ponian por telefono. Pero asi estaban mas seguros de acertar. Preguntaban las tarifas. Elegian los modelos. Habia gran variedad de modelos con textos clasicos y tipografia adecuada a esos textos.

Rogad a Dios en caridad por el alma de don o de dona que entrego su alma a Dios despues de recibir o habiendo recibido los ultimos sacramentos de Su Santidad. Habiendo recibido los Ultimos Sacramentos y la Bendicion Apostolica de Su Santidad. ?Con la cruz y el rip encima o solo con la cruz?

A continuacion figuraba la lista de los familiares por orden de parentesco con el fallecido. El conyuge primero. Hijos y demas familia despues. Pero los nombres tenian que escribirse con letras mayusculas al hacer el encargo de la esquela porque de lo contrario en el taller se volvian locos. El jefe de taller se cagaba en todos los muertos de las esquelas cuando los nombres de algunas esquelas no se entendian bien. Habia que cerrar las paginas deprisa y de cualquier forma. Letra clara. Eso era primordial.

El director repetia que los clientes de esquelas y los clientes de anuncios por palabras eran los verdaderos duenos del periodico. Ellos son los que pagan un dia y otro el periodico. Lo que se publique en el periodico carece de importancia. En un periodico cuela todo. Se perdona todo. Se olvida todo. Pero los errores en las esquelas no se perdonan nunca. Es lo que mas desprestigia a un periodico. Un periodico puede estar contando mentiras durante anos. Es algo habitual en casi todos los periodicos. Pero debe cuidar mucho los anuncios y los muertos. Esto se llevaba a rajatabla en Damas y Caballeros. Por eso tenia fama de ser el periodico espanol mas meticuloso con los anuncios y los muertos. No se puede dar por fallecido a quien no ha fallecido todavia. No se puede ignorar a quien ha fallecido como si no hubiera fallecido. Como tampoco se puede anunciar un piso a la venta cuando ya se ha vendido. O un piso en alquiler cuando ya no esta en alquiler porque ha sido alquilado. No se pueden equivocar los nombres de los muertos ni los nombres de las calles de los pisos en venta o en alquiler. Se puede anunciar una cumbre de Jefes de Estado que luego no se celebra. No pasa nada. O un viaje del Rey a Murcia que luego el Rey no hace. Tampoco pasa nada. Ni siquiera en Murcia. La gente se olvida enseguida de una cosa y de otra. Pero un error de muertos o de pisos provoca inmediatamente las protestas airadas de los anunciantes de los muertos y de los pisos. Las protestas llegan en el acto. A veces pocos minutos

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