de San Vito. Podria ser que tuviera el baile de San Vito. ?Como se cura el baile de San Vito? ?O es incurable?

Durante horas Juan trataba de calmar a su madre. Su madre decia que se iba a matar. Subia la persiana. Queria abrir la ventana y saltar desnuda.

Juan veia las nalgas blandas y arrugadas de su madre como la piel de un elefante. Un elefante con un estropajo en el pubis. El elefante queria dejar de ser elefante y convertirse en papilla para los mendigos de la calle. Un circo. Elefante sin colmillos dispuesto a reventar el techo del ascensor. Porque tambien queria lanzarse contra el techo del ascensor.

Lo podia romper todo. La lampara de Murano. El crucifijo de marfil. Las barracas valencianas. La imagen de la Cheperudeta. Los abanicos pintados por el escultor fallero. La ceramica con el murcielago del escudo regional. Ese horrible rat penat.

Se lo cargaba todo. Unas cosas caian detras de otras. Era cuestion de tiempo. Un dia el Cristo. Otro las lamparas. La patrona jorobada. El patron san Vicente Ferrer con el dedito hacia arriba. Los jarrones. La cristaleria tallada.

?Y ella?

Ella se salvaba siempre.

Sin embargo Juan imaginaba los funerales. La misa de corpore in sepulto. El entierro. La despedida. Los vecinos compadeciendole por tan irreparable perdida. Su padre se sorberia los mocos detras del coche funebre con el nudo de la corbata flojo y el sombrero en la mano. Acompanarian el cadaver hasta el cementerio civil desde el Instituto Anatomico Forense donde le habrian practicado la autopsia. Los suicidas no tenian derecho a tierra santa. Pero un cura amigo de la familia diria cuatro estupideces mientras los sepultureros se rascarian el culo.

Y el seria por fin huerfano de madre.

Su padre reaparecio al atardecer con un esparadrapo en el cogote. No venia solo. Esta vez venia escoltado por su hermano gemelo y el director del manicomio.

Pase usted doctor Po. ?Donde se ha metido esta mujer? ?Se habra encerrado en su habitacion?

Pues la haremos salir dijo el hermano gemelo que era exactamente como su padre.

Eran dos gotas de agua. Dos cuellos duros identicos. El mismo timbre de voz. La misma estatura. La misma mirada. La misma onda en el pelo. Si uno se hacia raya el otro se hacia raya. Si uno se ponia triste el otro se ponia triste. Si uno se cortaba afeitandose el otro tambien se cortaba afeitandose. Pensaban las mismas cosas uno y otro. Los dos eran abogados. El padre de Juan era abogado de la Diputacion. Y su hermano gemelo era abogado del Ayuntamiento. Coincidian en todo. Siempre estaban de acuerdo en todo. Les gustaba el cafe cargado. Odiaban la leche y la mantequilla. Comulgaban diariamente desde su juventud. Eran muy aficionados a los toros. Fumaban la misma picadura de tabaco. Liaban los cigarrillos con el mismo grosor. Chupaban los cigarrillos igual. Echaban el humo a la vez. Si el padre de Juan lo echaba por las narices su hermano Pedro lo echaba por las narices. Si lo echaba por la boca el otro lo echaba por la boca aunque estuviera de espaldas y no pudiera ver por donde habia echado el humo su hermano gemelo si por la nariz o por la boca Cuando tosia uno el otro tosia. Cuando escupia uno el otro tambien escupia. Estaban sincronizados. Era extrano que no se hubieran dedicado al mundo del espectaculo aunque naturalmente lo habian pensado a la vez y tambien habian renunciado a esa idea a la vez. Se querian mucho. Se ayudaban cuanto podian. Juanito y Pedrito. Habitualmente Juanito mandaba en Pedrito. Un gesto de Juanito bastaba para que su hermano gemelo se pusiera inmediatamente a sus ordenes. Si Juanito senalaba la habitacion de la madre de Juan su hermano gemelo Pedrito ya sabia lo que tenia que hacer.

Pase usted doctor Po. Mi hijo debe de estar con ella. No veo nada. Enciende la luz Pedrito.

Entonces el doctor Po dijo aqui huele a alcohol. Ventilemos.

Pedrito abrio la ventana

La madre de Juan roncaba. El doctor Po puso su maletin sobre la cama. Abofeteo ligeramente a la madre de Juan. La madre de Juan abrio un ojo. Reconocio a los asistentes y volvio a cerrar ese ojo. El doctor Po tomo la palabra.

Aqui hay dos alternativas dona Dolores. Nada mas que dos. Oigame bien lo que le voy a decir. Una posibilidad es que se venga con nosotros. Y la otra es que le pongamos aqui mismo el electroshock.

?Vayase a la mierda! dijo su madre abriendo los ojos.

Los gemelos se miraron La madre de Juan los llamo pareja de abogaditos. El doctor Po pregunto donde hay un enchufe. Pidio una alargadera.

La madre de Juan aparto las sabanas de un manotazo. Queria levantarse. No podia.

No lo intentes le dijo Pedrito. No lo intentes que yo estoy aqui.

El doctor Po le ordeno a Juan que saliera de la habitacion.

Pedrito dejo entornada la puerta.

Se oian los gritos de su madre. Suplicaba que no le pusieran el electroshock.

Es un momento. Hay que hacerlo. Despues lo agradecera. Asi no podemos seguir. Ni un minuto podemos seguir asi dona Dolores. Fijese que corte le ha hecho a su marido en la cabeza. Es un momento. Quieta. Es un momento. Muerda esta goma. ?Le digo que muerda esto!

Por el ruido de sacudidas y calambres imaginaba Juan las convulsiones del cuerpo de su madre rompiendose a pedazos. ?Se rompia a pedazos? ?En cuantos pedazos exactamente?

Luego todo quedo en silencio. Como si hubiera muerto. Una paz inquietante.

Su padre salio de la habitacion suspirando. Su hermano gemelo tambien suspiraba. El doctor Po llevaba el maletin con el orgullo de un representante de perfumeria despues de haber hecho una gran venta.

Estara tranquila un buen rato pero conviene que se quede alguien con ella.

El chico se quedara con ella.

El doctor Po se acerco a Juan.

Veo que tiemblas. ?Desde cuando?

Saco una moneda del bolsillo. La tiro al suelo.

Cogela.

Juan se agacho a recoger la moneda. Su mano serpenteaba.

El doctor Po movio la cabeza.

Su padre y el gemelo tambien movian la cabeza.

De lo tuyo nos ocuparemos otro dia.

Uno dos. Uno dos.

Grabando.

Grabando su padre hizo grabar especialmente una cinta con los quince misterios del santo rosario rezados en la Capilla del Santo Caliz. Por el mundo hay muchos calices de la Ultima Cena pero el Caliz que se conserva en la Capilla del Santo Caliz en la Catedral de Valencia es el autentico segun un documento del obispado. Una de las pruebas de su autenticidad es que el pie del caliz tambien llamado Santo Grial es un vaso del siglo X anadido a la copa con rica orfebreria del siglo XIV porque se tenia la absoluta certeza de que la pieza habia estado en contacto con las manos y los labios del Senor. Por tanto los otros santos calices son falsos calices y del mismo modo que las falsas religiones deben ser ignoradas cuando no combatidas los falsos calices de la ultima cena deberian destruirse publicamente en la plaza de San Pedro para evitar la proliferacion de falsificaciones. Esto mismo hacen las grandes marcas con las falsificaciones de sus mejores productos. Anualmente la firma Cartier destruye miles de falsos relojes Cartier en una ceremonia publica celebrada en los Campos Eliseos de Paris. La plana mayor de Cartier asiste al acto en el que una gran apisonadora con el nombre Cartier sobre el poderoso rodillo aplasta todas esas falsificaciones hasta dejarlas como una oblea. Y sin ir mas lejos porcelanas Lladro hace otro tanto con las figuritas Lladro falsificadas. En presencia de los fotografos de prensa y de las camaras de television una apisonadora con el nombre Lladro sobre el gigantesco rodillo apisona las falsas figuritas Lladro y la imagen de este apisonamiento publico da la vuelta al mundo para solaz y alivio de los coleccionistas de autenticas figuritas Lladro. Algo parecido tendria que hacer la autoridad eclesiastica con los santos calices falsificados. Una gran apisonadora catolica deberia apisonar las falsificaciones de los santos calices repartidos por el orbe catolico que ofenden y desprestigian al autentico Santo Caliz de la Capilla del Santo Caliz de la Catedral de Valencia.

El padre de Juan enchufaba el casete del rosario y al mismo tiempo que hacia sus ejercicios espirituales realizaba sus ejercicios fisicos en la bicicleta estatica mientras su esposa permanecia sentada en una butaca

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