Cada dia hay mas gente que habla sola en todas las ciudades del mundo. No tiene nada de particular. La gente solitaria necesita hablar mientras conduce el coche o mientras cruza la calle o mientras espera el autobus. Hablando solos ya no se sienten tan solos. Ya no estan solos. No hay que temer a la gente que habla sola por la calle. No es gente peligrosa. Es gente peligrosa la gente que no habla sola. La que no habla aunque quieras hablar con ella. La gente que va por la calle sin hablar porque ya ha perdido el habla y ahora solo habla con los ojos y con los ojos seria mejor que no hablara porque dice cosas terribles.
Si el fotografo de prensa estuviera aqui y bien sabe Dios que es algo que no deseo podria fotografiar los pies de los clientes del cafe Hawelka. Se ven con mucha facilidad desde cualquier mesa porque las mesas son redondas y pequenas y tienen una sola pata que se ensancha al final. Cada cliente utiliza esa pata de la mesa de distinta forma. Algunos ponen sus dos pies uno encima del otro sobre la pata. Y esto produce un curioso efecto optico y es que la pata de la mesa ya no parece una sola pata sino que con los pies del cliente se convierte en una pata con tres pies. Las mujeres descansan su tacon alto en el borde mismo de la pata y dejan el pie en punta mirando al suelo como un clavo que fuera a hundirse en la madera.
Hay mas mujeres que hombres con las piernas cruzadas porque los hombres de cierta edad tienen dificultades para cruzar las piernas.
Cuando llega el hombre que vende rosas con la cesta de mimbre colgada del brazo nadie le mira. Es un vendedor de rosas silencioso. No molesta. No insiste. No se hace notar. No dice nada. Tiene aspecto de jardinero jubilado.
El fotografo de prensa que no deseo ver por aqui podria hacerle un magnifico retrato. Un hombre con dos rosas en la mano y una mirada incestuosa. Un incesto en cada ojo.
Siempre he creido que los vieneses tienen la mirada incestuosa. ?Como explicarlo? Tienen la mirada turbia de un secreto nunca revelado que les dolera hasta la muerte.
?Cometi incesto con mi madre? ?Me delato ella ante mi padre en un momento de vengativa locura? Si en lugar de una sola vez mi madre me hubiera insistido repetidas veces para que probara con ella aquello tan decepcionante ?me habria negado? ?Tengo tambien yo esa mirada que veo en los ojos de los vieneses?
Me miro en un espejo del cafe Hawelka. No veo en mis ojos esa mirada que veo a mi alrededor. Esta gente que esta a mi alrededor ha cometido incestos multiples. Incesto una tarde cualquiera de un domingo lluvioso con su hermano. Con su hermana. Con su madre. Con su padre.
Lo ocultan. Callan. Lo reprimen. Pero no lo olvidan. No pueden olvidarlo. Llevan dentro una marca que sin querer asoma por la mirada. Respiran hondo el dia que el oculista les receta el primer par de gafas. A partir de ese instante ya hay algo interpuesto entre su culpa y su mirada. Nunca abandonaran sus gafas mas que para dormir o limpiar rapidamente sus cristales. Cuanto mas gruesos mejor.
Si estuviera aqui el fotografo de prensa y ojala no entre ningun fotografo de prensa advertiria que nadie se quita las gafas y todos llevan gafas con los cristales escandalosamente gruesos.
No es de extranar que en Viena no se vendan lentes de contacto. Nadie se interesa por las lentes de contacto. No hay forma de convencer a los vieneses para que cambien sus anticuadas gafas por modernas lentes de contacto. ?Gafas invisibles? No gracias. Le tienen demasiado amor a sus gafas. Quieren conservar la proteccion de sus gafas. Necesitan esa proteccion hasta el final de sus vidas para ocultar la imborrable mirada incestuosa.
Todos con gafas. Mas gafas en Viena que en Pekin. Freud siempre con gafas. ?Hemos visto alguna vez a Freud sin gafas? ?Fotografio algun fotografo de prensa a Freud sin gafas? No lo recordamos sin gafas.
Recordamos la mirada incestuosa de Freud detras de los cristales gruesos de sus gafitas redondas.
En el cafe Hawelka veo ahora mismo un cliente con dos pares de gafas. Las dos las lleva puestas. Con la mayor naturalidad del mundo. Miro mas alla porque quiza encuentre a otro con tres o mas pares de gafas puestas.
Cualquier fotografo de prensa y ojala no venga ningun fotografo de prensa a este cafe se mataria por fotografiar al ciudadano vienes de los dos pares de gafas. El ciudadano vienes no parece un solo ciudadano con dos pares de gafas. En realidad son dos ciudadanos vieneses en uno solo Es el ciudadano vienes que esta sentado y la madre o la hermana con la que cometio el incesto. ?Por que lleva usted dos pares de gafas curioso ciudadano vienes?
Cuando este cliente mira hacia aqui el mismo me esta dando la respuesta. Incesto. Incesto. Probablemente mas de un incesto.
El incesto esta a la orden del dia. No solo en Viena. Hace poco Miss America 1957 revelo que su padre abuso sexualmente de ella desde los 5 a los 18 anos. Marilyn Van Derbur espero a que su multimillonario padre muriera para contarlo. Antes no se atrevia. Se trataba de un caso de incesto de los llamados continuados. No un incesto esporadico. No un incesto casual. No un incesto que casi no es incesto. Esa clase de incesto que llega a confundirse. ?Hubo? ?No hubo incesto? ?Imagine el incesto? ?Fue realmente un incesto? ?Fue una fabricacion ese incesto? Esa clase de incesto no tiene demasiado que ver con el incesto continuado y sistematico que en el caso de Marilyn Van Derbur se prolongo a lo largo de los trece mejores anos de su vida. Sin embargo Marilyn sobrevivio al incesto y ha hecho publico su incesto para ayudar a las victimas del incesto a superar el grave trauma del incesto. Eso es muy americano. Eso esta muy bien. Crear una especie de Asociacion de Alcoholicos Anonimos del incesto. Una liga contra el incesto para combatir sus efectos. Porque la victima del incesto puede tambien ser victima del suicidio al que tantas veces conduce el incesto. Primero el incesto. Un descanso. A ver que tal. Y luego el suicidio. La hija de Lawrence Durrell se colgo de una viga despues de dejar una nota en la que exigia que en el supuesto de que su padre el famoso escritor del
Los ratones de la variedad
Me atrevo a quitarme las gafas en este cafe y a mirar fijamente a todos los que no se atreven a quitarse las gafas. Puedo mirar fijamente al vendedor de rosas. Puedo mirar fijamente al camarero que por cierto ya es hora de que me traiga otro
Juan tambien miraba a Berta mucho rato en silencio en la habitacion del Algonquin. Al principio a ella le gustaba. Era un juego que le divertia. Luego le dijo que le daba miedo que la mirase asi.
?Miedo por que?
Cuando alguien siente miedo al ser mirado por alguien hay que preguntarse por que siente ese miedo. De donde viene ese miedo. ?Estara fuera de uno mismo o estara dentro?
Uno dos. Uno dos.
Grabando.
Grabando ya entra un grupo de yanquis de la tercera edad. Los encuentras hasta en la sopa.
Uno ha perdido su camara de fotos. No puede hablar de otra cosa. Solo habla de su camara. Cree que la ha perdido al bajar del coche de caballos. Esta seguro de habersela dejado en el coche de caballos. Pero ha buscado al cochero del coche de caballos y el cochero le ha dicho que nadie se ha dejado ninguna camara fotografica en el asiento de su coche de caballos. El cochero le ha llegado a decir que el no responde del caballo al cien por cien. A lo mejor se la ha comido el caballo. Ha ido a la oficina de objetos extraviados en Wasagasse. Los americanos lo pierden todo pero siempre encuentran la oficina de objetos perdidos en todas las ciudades que visitan. Nunca se van de una ciudad sin haber pasado un rato en esa oficina de objetos perdidos donde por regla general nunca esta el objeto que han perdido. ?Y que hara ahora sin su camara de fotos? ?Comprar otra? El seguro de viaje cubre el robo o extravio de la camara fotografica. Y esta gente lo lleva todo asegurado. ?Se comprara la misma