servicio, que refundian los anteriores y los adaptaban a las necesidades del nuevo regimen. El reglamento militar, aprobado el 23 de julio de 1942 por el ministerio del Ejercito, configuraba la nueva Guardia Civil como una gran unidad militar tipo cuerpo de ejercito, pasando a segundo plano su caracter de policia uniformada. Incluso en los terminos, ya que hablaba de comandancias, companias y secciones, en lugar de comandancias, companias y lineas, terminologia tradicional que luego se recuperaria. El reglamento del servicio, aprobado el 14 de mayo de 1943 por el ministerio de la Gobernacion, recogia en una primera parte, en refundicion de conveniencia, buena parle de la Cartilla de Ahumada, desarrollando en apartados posteriores los pormenores del servicio con arreglo a los principios e instituciones del nuevo estado. En el, la Guardia Civil conviviria con un nuevo cuerpo urbano uniformado, la Policia Armada, recreada y renombrada para borrar el indeseable recuerdo del republicano cuerpo de Seguridad (cuyos miembros fueron convenientemente purgados), y con un nuevo cuerpo policial de paisano, el que tendria como denominacion oficial Cuerpo General de Policia o Policia Gubernativa, y con el tiempo y en la jerga popular,
Otro aspecto que abordo la reforma fue la cobertura de las necesidades sociales y profesionales de los guardias civiles una vez alcanzada la edad que los incapacitaba para la fatiga del servicio ordinario: de ahi viene la costumbre de dotar con guardias veteranos los servicios de seguridad rutinarios de edificios oficiales, o la colocacion de los mas viejos como guardas, ordenanzas o bedeles. Se reorganizo el despliegue organico del cuerpo, que ahora aumentaba su tamano con los tercios de frontera. En total se dotaron 41 tercios (entre rurales, mixtos y de costas y fronteras) mas otros dos moviles, en Madrid y Barcelona, repartidos en las cuatro zonas anteriores al 18 de julio de 1936.
Como resultado de todas estas medidas, la plantilla organica de la Guardia Civil se incremento en 1940 hasta los 54.000 miembros, que pronto registro nuevos aumentos, hasta arrojar un total en numeros redondos de 60.000, cifra en que quedo fijado el contingente de la nueva institucion para atender a las multiples necesidades que se derivaban de los servicios que tenia atribuidos. Constituia pues una fuerza significativa, a la que se reequipo con nuevas armas: ademas del clasico fusil de repeticion y la pistola reglamentaria, se les dio el subfusil ametrallador Star, que se fabrico en grandes cantidades y del que hicieron uso frecuente los guardias en la guerra que comenzaria pronto contra los maquis. En cuestion de retribuciones, se les fijaron relativamente ajustadas, suprimiendo algunos pluses. Para dar una idea, el sueldo de un teniente rondaba las 580 pesetas mensuales, el de un sargento 375 y el de un guardia 300.
En la uniformidad se introdujeron algunas modificaciones, aunque en los primeros anos, y por la penuria reinante, hubo diversidad de colores y tejido, llevando cada uno el que podia procurarse, e incluso contemplandose excepciones a las reglas ordinarias. Para el uniforme diario siguio prevaleciendo el gris verde, con algunas innovaciones como el capole al estilo aleman y las bolas de media cana, de identica procedencia. El sombrero siguio siendo el tricornio, con funda de hule negro, salvo para los tercios de frontera, equipados con gorra de pano gris verdoso. Como novedad curiosa, fue entonces cuando dejaron de ser la G y la C entrelazadas el emblema del cuerpo, sustituidas al modo del ejercito por un distintivo de oro sobre campo rojo, y consistente en un aspa formada por las fasces (simbolo de autoridad) y la espada (que representa la ley). Como senala Aguado Sanchez, este simbolo, que es el que se ha mantenido hasta la actualidad, tiene la peculiaridad de que la espada aparece colocada con la empunadura en la parte superior, en contra de los principios de la heraldica, donde las espadas asi dispuestas representan armas vencidas o trofeos de guerra.
Merece tambien alguna mencion el modo en que se organizo la formacion del personal. Tras unos primeros anos de relativo descuido, se hizo evidente la necesidad de restablecer para los guardias el mecanismo tradicional de ensenanza a traves de la academia de los puestos, imprescindible para subsanar las carencias culturales y tecnicas de toda indole de los nuevos miembros de aluvion. En cuanto al resto del personal, la labor formativa se encomendo al Centro de Instruccion, que tenia el empeno en principio razonable de sistematizar la formacion de todas las clases de tropa, suboficiales y oficiales del cuerpo. En la practica, sin embargo, la instruccion que alli se daba se correspondia mas con las necesidades de las tropas corrientes de infanteria (entre otras, y citamos del plan de estudios: higiene del soldado, defensa contracarros, gases de combate y defensa contra los mismos, organizacion y defensa del terreno, enmascaramiento…) y poco o nada con las que habrian sido logicas en un cuerpo dedicado al trabajo policial. Tambien en este influyente aspecto prevalecia la militarizacion.
La mayor parle de estas reformas se introdujeron siendo inspector general del cuerpo el general de division Eliseo Alvarez Arenas, que ejercio esta responsabilidad desde septiembre de 1939 hasta el 13 de abril de 1942. En esta fecha fue sustituido por el tambien general de division Enrique Canovas de la Cruz, que recupero la denominacion de director general para la jefatura del cuerpo y se mantuvo al frente de este hasta julio de 1943. En esta fecha vendria a sustituirlo el general Camilo Alonso Vega, de cuyos trascendentales oficios para impedir la disolucion de la Guardia Civil ya se dejo constancia mas arriba.
Paisano del dictador, curtido a su lado bajo las banderas del Tercio en las vaguadas y los riscos del Rif, Alonso Vega iba a dejar una impronta que los historiadores del cuerpo coinciden en senalar como solo comparable a las de Ahumada y Zubia. Como ellos, combinaria algun paternalismo con la exigencia inflexible de responsabilidades, pero con bastante mas peso de esto ultimo. A el se debe buena parte del caracter que adquiriria en esos anos la institucion benemerita, para bien y para mal (bien es la exactitud en el servicio, mal el autoritarismo caciquil, rasgos ambos que sus modos de mando impulsaron). Bajo su personal direccion, que se prolongo durante doce anos, iba a terminar de conformarse la Guardia Civil de la dictadura, y sobre todo iba esta a hacer frente a un nuevo y correoso enemigo: la oposicion interior al regimen, materializada en los irreductibles guerrilleros del monte.
Capitulo 14
En los primeros dias de Octubre de 1944, dos nutridos grupos de antiguos combatientes republicanos, curtidos tras varios anos de lucha contra los alemanes como integrantes de las FFI (Fuerzas Francesas del Interior), se infiltran en territorio espanol en las proximidades de los puertos de Valcarlos y Errequidorra, a ambos costados del frondoso bosque de Irati (Navarra). Entre uno y otro suman unos 700 hombres, que actuan a las ordenes de Jesus Monzon, alias
Apenas cruzan la frontera, se fraccionan en pequenos grupos. Algunos, al ser descubiertos y denunciados, regresan a Francia. El dia 4, una de las partidas guerrilleras se enfrenta con el destacamento de Policia Armada de Izalzu, causando a las fuerzas del orden tres muertos: dos policias y un guardia civil que les servia como practico del terreno. Son las primeras victimas de una larga y encarnizada guerra que se prolongara durante una decada, causando cientos de bajas a uno y otro bando y salpicando con su ferocidad a innumerables civiles.
En dias sucesivos continuan las infiltraciones, por distintos puntos del Pirineo navarro. El 19 de octubre, 3.000 guerrilleros invaden el valle de Aran, en el Pirineo leridano. Es la constatacion de que, como habian advertido en dias anteriores los servicios de observacion de la Guardia Civil de Fronteras, la Union Nacional Espanola (formada en Toulouse por los exiliados republicanos, y tambien llamada Junta de Liberacion) ha concentrado sus fuerzas para lanzar una gran ofensiva sobre el territorio espanol. Jesus Monzon cuenta con 10.000 guerrilleros bien entrenados y altamente concienciados, avezados en la lucha subversiva contra las tropas de Hitler. Ahora que la suerte de la guerra es definitivamente adversa al Eje, cree llegado el momento de iniciar la reconquista, aprovechando la soledad en que queda el regimen con el desmoronamiento de los que en la Guerra Civil fueron sus valedores. Los informes enviados por los guardias no han encontrado gran eco en las autoridades, que los han
