mi riesgo, podia leerse en sus ojos como en un libro abierto, no le habia dicho lo del bien del ojo para no sacarle de sus casillas al nombrarle la Bruxa, trataba de disuadirme, pero el sermon lo corto Angel, su hijo mayor, al aparecer de improviso en la rebotica, de bata blanca, hacia las veces de mancebo, fue un encuentro decepcionante, no nos llevabamos bien y la antipatia era mutua, un «hola, ?que tal?» y un apreton de manos protocolario como si nos hubieramos visto ayer mismo, con la izquierda, observe que el mal de su derecha y la cojera, poliomielitis infantil, creo, se le habian acentuado con el paso de los anos, el de su caracter tambien, fue don Angel quien corto la embarazosa escena.
– Que estupido soy, no me habia dado cuenta, anda, Gelo, avisa a las mujeres, que bajen a saludar a Ausencio y que le preparen algo de comer, sobro caldo, eso y un par de huevos fritos con chorizo. Y patatas fritas. Y una botella de nuestro vino.
La verdad es que con la emocion y la charla me habia olvidado del hambre, pero la sola enumeracion de alimentos me hizo la boca agua, por fin iba a comer caliente y de mantel, mientras esperaba el extraordinario rancho trate de informarme.
– ?Que sabe del wolfram, padrino?
– Del wolfram como mineral, quimicamente, lo se todo, pero es un saber que nada vale.
– El saber no ocupa lugar, es una frase suya, de usted.
– Que no se cotiza debiera haber dicho. ?Que les importa a estos mastuerzos la formula WO4FeMn? El wolframato de hierro y manganeso es el mineral mas importante para la extraccion del elemento puro wolframio, y es lo que vulgarmente se conoce por wolfram. Los extranjeros cursis le llaman tungsteno, pero su nombre ancestral es lupiespuma, espuma de lobo, asi lo definio Cneo Julio Agricola en su
– Van a perder la guerra.
– No me hables de politica. Mira, lo que abunda en la pena es el wolframato oscuro, el pardusco de cal se da mas hacia Ponferrada, por los Barrios de Luna, se llama chelita. El wolfram se cotiza sin ningun rigor analitico, a peso, a ojo de buen cubero mas que a ojo de boticario, yo he puesto a punto una determinacion analitica basada en una reaccion con oxiquinoleina, da un precipitado amarillo insoluble en clorhidrico, pero no me han solicitado ni una sola determinacion, asi marcha el pais, igualito que los alemanes, es una prueba del doctor Montequi, que no es italiano, como el nombre sugiere, fue mi catedratico de analisis y se debe estar preguntando lo que me pregunto yo, ?para que diablos sirve en Espana una catedra de quimica analitica?
– El saber no ocupa lugar, padrino.
– Ausencio, no me jodas, que yo estas cosas me las tomo muy en serio, mas que a como lo pagan por ahi esos mercachifles parasitos, intermediarios nauseabundos.
Le interrumpio la entrada de las mujeres, una marejada, y eso que no eran tantas, tres conte entre las idas y venidas de colocar los platos en la camilla, abrazarme, besarme y palparme las ropas para comprobar que no era una aparicion, me sentia feliz, se habian olvidado del mantel, pero me querian y el sentirse querido es algo grande por mas que en un hombre aparentarlo sea debilidad, no quise contener las nuevas lagrimas a pesar del mayorazgo, Angel, contemplando la escena a cierta distancia, displicente, ni siquiera su media sonrisa esceptica me iba a amargar el dulce, la mas decidida Angustias, se llamaba como la madre difunta, la primera de los seis hijos de don Angel, quiza por sacarme tantos anos, mas timorata en los besos Nice, Niceta, Nicetina, casi de mi edad, la menor, la nacida despues de Luciano, mi mejor amigo, bueno, en el intermedio habia nacido otra Nice, fallecio a los pocos meses y de ahi que encargaran la nueva con el mismo nombre a pesar del peligro de tanto parto, dona Angustias era una mujer debil, una cosita de encargo, le decian, una Valcarce, la familia mas distinguida de Villafranca y ya se sabe lo flojas que son las familias distinguidas, murio del parto de la segunda Nice, ahi no estuvo bien don Angel, pero era un follador nato y a ver quien tira la primera piedra en ese terreno, no se podia contener, a las criadas, cuando tenia criadas como mi madre de leche Vitorina, me lo comento ella misma, les largaba cada viaje a las nalgas en la estrechez de la escalera que temblaba el misterio, a los pechos les tenia menos aficion, siempre a las nalgas, lo que no habra picado en sus correrias por el mundo, pero eso si, formal, no se le conocia ningun lio serio, mucho menos hijos naturales, logico, siendo farmaceutico sabria de remedios, lo de mujeriego no disminuia su prestigio, al contrario, yo creo que lo acrecentaba, en aquel revuelo de mujeres eche a una en falta.
– ?Y Camino?
– Se caso, esta en America.
Camino era la tercera, la que iba entre los dos varones.
– Se caso con un tio muy majo, Florentino, el enologo de los Cereros, tenia fama de republicano y emigro a Mejico, la reclamo desde alli y gracias a Dios les va muy bien, nos escribe todos los meses.
– Me hubiera gustado verla.
Hablaba con la boca llena, era un alarde de mala educacion, pero es que no podia contener las ganas, un hambre ancestral, incontenible, en el frente, en el campo, no pensaba en manjares exquisitos de faisanes, langosta, salmon, animales que por otra parte jamas habia catado, sino con la buena y recia fritanga de huevo, chorizo y patatas, lo que tenia alli al alcance de la mano, mordia con sana y mojaba el pan con furia de vengador.
– Dale un beso, casi sois primos.
Don Angel se referia a la tercera de las mujeres, la menos movediza y completamente extrana para mi, una nina, dieciseis, diecisiete anos calcule, una agradable costumbre esta de besuquearse los primos, pero se nos hacia violento, la chica mas guapa que hubiera visto en mi vida, no era una Sernandez, era la hija de Dositea Valcarce Vega, una prima del boticario, me lo explicaba el mismo y yo confirmaba con la boca llena como un estupido, vivia en Villafranca, en la casa solariega y tambien arruinada de los Vega, a su vez primos de dona Angustias, «como si fuera huerfana».
– Su padre las dejo plantadas, un senorito andaluz hijo de puta cuyo nombre esta prohibido pronunciar en esta casa.
– Tio…
– Ya lo se, Olvido, perdona, es tu padre y no se debe hablar mal de un padre, pero es que ese sinverguenza me hace perder la razon cada vez que lo miento.
Nos besamos en las mejillas y los dos nos pusimos colorados.
– Me llamo Olvido.
– Y yo Jose, pero todos me dicen Ausencio.
Fue su piel, el contacto de su piel decidio el cambio fundamental de mi vida, la confirmacion de mi libertad o muerte, tenia muchas hambres atrasadas, por ella llegaria a ser alguien, parecera increible pero me habia enamorado de golpe, vas por la calle y recibes el golpe de la teja que cae o del coche que te arrolla y cambia tu existencia, en un instante pasas de sano a invalido, asi de sencillo, de golpe, pero no era el impacto de la primera mujer hermosa con la que tropiezas despues de haberla sonado en las mil y una noches de aislamiento, logico, pero frivolo, no, era algo mucho mas profundo y que brotaba espontaneo de la parte irracional del alma, la que nunca se equivoca, hace un instante no lo estaba y ahora tan enamorado que me dejaria matar por ella, tan enamorado que me mataria si no podia vivir con ella el resto de mi precaria existencia, y cerre los ojos para que nadie adivinara el flechazo. Despues la segui de forma continua, pero no consegui volver a enredar mi mirada con la suya, no me volvio a mirar directamente y tanta evasiva la considere el mejor de los augurios, tan seguro estaba de mi mismo. Ni el color de los ojos, ni la forma de su cuerpo, ni el aroma de sus cabellos, la piel, el sabor de la piel imponiendose a los sabores de las demas hambres, una sensacion tan fuerte que me impulso a lo que no habia hecho nunca, escribir un poema, unos versos hermeticos a los que yo solo tendria acceso para explicarme con ellos el ascua en que se habian convertido mis labios.
– ?Te gusta el vino?
Me lo pregunto Gelon, el mayorazgo, ansioso por acabar con el hechizo.
– Si, es un nuevo, verde, que ya esta a punto.