empresa. Tiene que ser una mujer llamativa, seductora. ?Entendes?
Despues de esto Elena no pudo oir mas porque la muchacha entendio, giro sobre sus talones, cerro la puerta y paso llave de adentro. Diez minutos despues salia del despacho; camino hasta el escritorio vacio y tomo posesion del cargo que hasta hoy ocupa. El jefe salio unos segundos despues, estaba rojo, sudaba y habia olvidado subirse el cierre del pantalon. Desde entonces juegan al mismo juego cada mes: alrededor del quince, cuando se pagan los sueldos, el la llama, ella se levanta en silencio y entra, cierra la puerta con llave y a los pocos minutos emerge serena, sin una sombra de emocion o de asco.
– ?Que le pico a esta?
– Vaya uno a saber. Tan mosquita muerta y en cuanto te descuidas se viene hecha una vampiresa.
– A mi me gusta.
– A vos te gusta cualquier cosa. Para ser francos, te he visto tragar cada bagre que ni en epocas de hambruna.
– ?Que me apostas?
– ?Con Elena? Imposible.
– Dale, aposta.
– Un whisky.
– Una botella.
– Hecho, pero no la veo.
Julian se acerca a Elena y le susurra al oido.
– ?Almorzaste?
– No, no tuve tiempo, se me volo la manana.
– Ya veo, estuviste con el hada madrina, ?no?
– Gracias. Hada madrina, si, mas o menos algo parecido, solo que me hechizo sin autorizacion. Cuando quise ver, ya estaba convertida en este mamarracho.
– Estas preciosa, cualquier hombre se daria vuelta para mirarte. ?A que te dijeron piropos en la calle?
– Alguno que otro.
– Ya lo ves; me preguntaba si almorzarias conmigo.
– No puedo, hay muchisimo trabajo atrasado y hoy tengo que salir antes.
– ?Aja! Por ahi venia la cosa, tenemos fiesta. A ver, a ver si adivino. Con, ?como se llama?
– Daniel.
– Eso, a que con Daniel no es.
– Frio, frio.
– Estaba cantado, semejante cambio no iba a ser para el marido. A ver, a ver, Antonio no es tu tipo, Octavio es impotente, ?quien queda? ?El jefe! ?No habras caido tan bajo, verdad?
– Antes muerta. Pero ?por que se te puso en la cabeza que tengo un programa?
– Porque tengo suficiente carretera como para distinguir a una mujer cuando intenta seducir y estas increiblemente seductora. Si no tuvieras ese compromiso, te invitaria a salir.
Elena esta encantada con el juego. Hasta ese dia Julian solo le habia dirigido la palabra para cargarla con trabajo extra, pedirle algun dato, en fin, toda su relacion habia sido laboral y tenida por un matiz de indiferencia. Un cambio exterior habia bastado para pasar de ser un mueble de escritorio a un objeto de seduccion. '?Que imbecil!', piensa Elena. 'Me tiene aqui todos los dias y apenas me mira, y basta con que me arregle un poco para que se me tire un lance, como si por haberme tenido el pelo estuviera dispuesta a hacer cualquier cosa. Pero que pedazo de tarado.' Decide seguirle la corriente.
– Te agradezco, a mi tambien me gustaria, pero no puedo. Otro dia, ?si? Ahora, si me disculpas, no tengo mas remedio que seguir con esto, me quedare sin comer aunque este muerta de hambre. ?Que le voy a hacer? - se mordio el labio inferior con una coqueteria que a Julian le parecio irresistible. Un poquito mas y ya la tenia en la cama. Un poquito mas…
– De ninguna manera, belleza, usted no se quedara sin comer, a ver si se me desvanece y la tengo que besar para que despierte. Su servidor se encargara de traerle un sandwich de…
– Lo que quieras.
– Jamon y tomate?
– Dale.
– De jamon y tomate, entonces. En cuanto al trabajo, no se preocupe usted. Este caballero, aunque despechado, sabra esperar su turno y, como prueba de admiracion, le ruega acepte su ayuda para terminar con su pesada tarea.
Elena le dedica una sonrisa picara y atrae una de las sillas hacia su escritorio mientras piensa: 'No puede ser tan facil, no puede ser tan facil'.
– ?Ayudando a la companerita? Me parece bien mientras no pierdan el tiempo en otras cosas, ?estamos?
– Julian se ofrecio a ayudarme porque hoy tengo que salir antes. Habia olvidado decirselo.
– ?Antes? ?Cuanto?
– Una hora estaria bien. Tengo medico.
– ?Y para ir al medico tanta pinturita? Dale, nena, que no naci ayer.
Elena se endereza en la silla y estira el cuello como un pavo real.
– Puede creer lo que quiera, pero la verdad es que tengo hora a las siete. Manana le traigo el comprobante y listo.
– Si, si, como no. Una duda existencial: ?el medico va a pasar a buscarte por aqui?
Ella no le contesta por no decirle la barbaridad que tiene atragantada, baja la cabeza y sigue con lo suyo. Julian le alcanza cualquier hoja y le pide que revise los datos antes de ingresarlos en la maquina. El jefe esboza una sonrisa cinica, de hiena, se limpia la saliva que habitualmente le moja los labios y entra en su despacho donde lo espera la foto de sus hijos, relucientes desde la inercia de un portarretratos.
– Cerdo inmundo, larva, bazofia, cucaracha, degenerado, bola de grasa, cerdo…
– Eso ya lo habias dicho.
– Da igual, me quedo corta. Pero ?a quien le gano este gordo? Si esta aqui es porque, porque, vaya a saber uno por que.
– Porque es un alcahuete y punto, y los de arriba necesitan gente asi, que les lama las medias. Ademas, se aseguran que los empleados cumplan. En el fondo es un mejillon de bide.
Elena suelta una carcajada.
– Que linda risa, suena a cascabelitos.
– Me gusto lo del mejillon.
– Es claro. El pobre es un infeliz al que han hecho creer que vale algo, y todo para que. Para que se sienta en deuda, los mantenga al tanto de como van las cosas por aqui abajo y de paso, se crea un poco dueno y defienda la empresa. ?Notaste que habla de 'nosotros' cuando se refiere a las grandes decisiones? A fin de mes cobra exactamente lo mismo asi haya vendido a un empleado o no. Lo mas triste para esta gentuza es que terminan recibiendo una bien merecida patada en el culo. ?Que se muera!
– ?No! Eso es muy fuerte.
– Se lo merece por andar complicandole la vida a los demas.
– Si, ya se, pero la muerte, la muerte es algo terrible, para siempre, no hay vuelta, se termina todo, los hijos, los afectos, todo. No, con eso no se juega…
– ?Epa! ?Que pasa? ?Toque una tecla floja o me parece?
– No, es que es demasiado desearle eso a alguien, por mas que sea una ruina humana como este tipo.
– Bueno, que no se muera pero que reviente.
– ?Seguimos con lo nuestro?
– Mmm, eso de lo nuestro sono lindo.
– No te hagas el loco y a trabajar que tengo que terminar antes de las seis y media.
– Claro, por lo del medico.
