f. Reformar el concepto y el sistema tributario para que responda a la idea de la responsabilidad que cada ciudadano tiene para con su pais y con sus paisanos.
Lo del mundo laboral, como saben, es una obsesion mia. Creo que no habra igualdad entre hombres y mujeres mientras no cambie el modelo de organizacion del trabajo que presupone la separacion del trabajador del hogar y por tanto la existencia de una persona que atienda los hijos y la casa (responsabilidad que tradicionalmente ha asumido la mujer). Como atender a los hijos y el hogar sin que esto signifique desventajas y la interrupcion o fin de la vida laboral de la mujer es el reto no resuelto de la sociedad moderna.
Hasta ahora las mujeres han ingresado en grandes numeros a las universidades, pero la vida laboral, cuando hay hijos, introduce un sinnumero de obligaciones adicionales que las sobrecargan de responsabilidad y atentan contra su eficiencia en ambas areas. No es de extranar entonces que, de tener la posibilidad, opten por permanecer en sus casas. Esto significa que pasan a ser dependientes economicamente de quien provee el sustento de la familia y por tanto son vulnerables al abandono y la violencia y pierden autonomia y la posibilidad de autorrealizacion en un terreno distinto a la maternidad.
Hay que separar la asociacion automatica mujer-maternidad, y convertir ese oficio en una labor neutra, una funcion social generica. Hacerlo es una cuestion de poder. Quien tiene el poder pone las reglas del juego, crea las razones que justifican un determinado modo de organizacion.
Recuerden que necesitamos:
1. La idea para una bandera o emblema (si es posible que alguien haga el dibujito, mejor)
2. Un eslogan
Por alli va la cosa, mariposas. Besos,
Viviana
Juana de Arco
Se removio en la silla. Martina le habia pedido que hiciera un turno al lado de Viviana en el Hospital. No le gustaba verla asi, quieta, dormida, palida. ?Como saldria de donde estaba?, se pregunto. No queria pensarla perdida. Andaria por su cerebro, paseando de lobulo en lobulo. Ausente, pero presente. Ella conocia el truco. Lo habia empleado muchas veces.
Estar sin estar estando, lo llamaba para sus adentros. Asi resistio las violaciones, los atropellos. Se ausentaba de si, hacia de cuenta que no era ella la que sentia.
Lo hizo desde la primera vez, cuando la violo el tio. Pero esa vez todavia no era ducha en la materia. No pudo evitar gritar, retorcerse, que le doliera; el horror de sentir un hombre encima, sudando, jadeando, desesperado por meter esa cosa dura dentro de ella. Fue la primera vez que se dio cuenta de lo que pasaba con el pene. Habia visto muchos de pequena. Ella y sus amigos y sus hermanos se banaban desnudos en el rio por la casa de su mama. Y le daba risa ver el pito que tenian los chavalos, un carrizo, una flauta chiquita e insignificante colgada con los saquitos esos. ?Como sentis andar con eso colgado?, le pregunto una vez al hermano. Debe ser raro, incomodo, ano? ?No te duele cuando andas en bicicleta?
El se habia reido. Dolia si le pegaban alli, dijo, pero nada mas. Uno se acostumbraba. Y mira, ustedes las mujeres con las tetas colgadas. ?No te has fijado en la tia Eradia cuando corre? Chocoplos, chocoplos, se le hacen, rio, poniendose las dos manos en el pecho y moviendolas de arriba abajo, como se movian los pechos de la tia. Por lo menos el aparato de nosotros queda bien guardado en su estuche mientras no se ocupa.
El aparato. Asi le decian sus primos y sus hermanos. Pero ella nunca vio el aparato funcionar sino la noche que la violo el tio. Por eso se llevo un susto mayusculo cuando el la obligo a tocarlo y ella sintio la cana de bambu esa, el tronco sin hojas, la carne de pronto hecha piedra. Y peor fue cuando el se le monto encima y hundio esa estaca dentro de ella; ella que apenas tenia pelitos, que recien habia reglado por primera vez. Le ardio como chile. Fue un ardor indescriptible, como si le hubieran insertado una tea encendida en las entranas. Y para colmo, el empezo a moverse, a frotar el lugar que ardia; frotaba y jadeaba y ella no podia pensar en otra cosa mas que el ardor y el asco de que el hombre la estuviese tocando alli, sudando encima de ella, haciendo esos ruidos de animal, de mono. Y el tio la agarraba de la cabeza para impulsarse y mecerse dentro de ella, dentro del ardor que era ella atrapada como una mosca debajo de el. Asi hasta que se vino (nunca habia entendido por que llamaban 'venirse' al orgasmo, ?adonde van que vuelven?) y grito y se desplomo encima de ella. Penso que su peso le reventaria los pulmones porque apenas podia respirar. Cuando no pudo mas, lo empujo pensando que se arriesgaba a que el le pegara, pero el estaba como un saco pesado, como muerto en vida, y solo se dejo caer sobre la cama y al instante empezo a roncar. Alli fue que aprovecho ella para levantarse (la sangre le corria por las piernas) y agarro un pedazo de lena y le dio tan duro como pudo en el mero pito, en el estomago, en la cabeza. Sentia que el odio se la comia, que queria matarlo. Se acordo del quinto mandamiento. Se detuvo. El se retorcia, se agarraba entre las piernas.
– Tio, tio -le dijo, asustada de su propia rabia, pensando si no lo habria dejado paralitico.
Pero apenas se acerco, el la sujeto del brazo, la tiro sobre la cama y la agarro a trompones, en la cara, en el pecho, en el estomago, en el vientre.
Entonces fue que ella se ausento. Estoy sin estar estando, se repetia. La frase se le ocurrio de pronto, no supo de donde la saco, pero la siguio repitiendo. Le dolian los golpes, pero no hizo nada, ni siquiera se tapo la cara. Y el se canso en cierto momento.
– Me las vas a pagar, hija de puta -le grito-. Te voy a hacer puta te guste o no. Vas a ver.
Ni sabia cuantos hombres habian pasado por ella. Daba lo mismo. Ella nunca estaba. Era como Viviana, acostada en la cama; un cuerpo. Seguro que Viviana no estaba consciente de todos los aparatos que tenia conectados: el suero, la pantalla que seguia los ruidos de su corazon, la sonda por la que hacia pipi, el oxigeno. Pobrecita, penso, porque al menos yo me despierto cuando quiero, reacciono, pero ella no puede moverse. Sintio una ola de compasion. Se alegro.
Se dio cuenta de que era la primera vez que sentia lastima verdadera por otra persona que no hiera ella misma.
Cuando llego Martina, le dijo que no queria irse. Queria quedarse alli con Viviana, alguien tenia que cuidarla.
– No, Juanita, te venis conmigo. Emir esta por llegar. Aqui hay enfermeras, doctores, nada hacemos.
– Ella esta alli -dijo-. Esta sin estar estando.
Martina la miro sin comprender.
– Yo se lo que te digo -afirmo Juana de Arco.
– Podes venir todo el tiempo que queras cuando terminemos el trabajo -dijo Martina-, pero vos sos indispensable, sos la que mejor conoce donde estan todas las cosas de Viviana.
El anillo
En el galeron, Viviana Sanson encontro un anillo cuya perdida lamento por varias razones. El anillo no era de gran valor material, pero asi como ciertos abalorios se identifican con quien los luce, este era su sello personal de tal modo, que la presentacion de su programa de television
Era un regalo de su madre, comprado en una tienda de Estambul.
A diferencia de otros objetos, ella recordaba muy bien donde habia olvidado este. Echo de menos el anillo cuando regresaba de llevar a Emir al aeropuerto. Lo habia dejado en la mesa de no he del hotel donde el se hospedo en su primer viaje a Faguas. ?Hijueloscienmilparesdeperrerreques!, maldijo, porque inmediatamente se