miedo provoca hambre de autoritarismo en las personas. Es un pesimo consejero el miedo. Y ahora mira alrededor, Bruna: todo el mundo esta asustado. Vivimos momentos criticos. Tal vez nuestro sistema democratico este tambien a punto de suicidarse. A veces los pueblos deciden arrojarse al abismo.

– Un estupendo sistema democratico que envenena a los ninos que no tienen dinero.

– Un asqueroso sistema democratico, si, pero el unico que existe en el Universo. Al menos, en el Universo conocido. Los omaas, los gnes y los balabies poseen gobiernos aristocraticos o dictatoriales. En cuanto a Cosmos y Labari, son dos estados totalitarios y terribles. Nuestra democracia, con todos sus fallos, es un logro inmenso de la Humanidad, Bruna. El resultado de muchos siglos de esfuerzo y sufrimiento. Escucha, el mundo se mueve, la sociedad se mueve, y cuanto mas democratica, mas movilidad y mas capacidad para cambiarla. En la Tierra hemos pasado un siglo atroz; la Unificacion solo fue hace catorce anos; nuestro Estado es joven y complejo, el primer Estado planetario, nos estamos inventando sobre la marcha… Podemos mejorar. Pero para eso tenemos que creer en las posibilidades de la democracia, y defenderla, y trabajar para perfeccionarla. Ten confianza.

Cuatro anos, tres meses y dieciocho dias.

– No creo que esa nina pueda ver los cambios antes de que el aire la enferme irreversiblemente -dijo Bruna con un nudo de congoja apretandole el pecho.

Y, tras unos segundos de pesado silencio, repitio, furiosa:

– No, ella no los vera. Y yo tampoco.

Una hora despues, la detective salio del bar y se detuvo unos instantes para otear el panorama. Habia dejado de llover y el sol intentaba asomar la cabeza entre las nubes. Eran las seis de la tarde de un lunes, pero las calles estaban inusualmente vacias y las pocas personas visibles, todas humanas, caminaban demasiado deprisa. No era un dia para pasear. Sobre la ciudad parecia cernirse un vago presentimiento de peligro.

La rep llamo a Habib. El atribulado rostro del hombre aparecio enseguida.

– ?Como estan las cosas por el MRR?

– Mejor, supongo. La policia cargo y ya no hay supremacistas delante de la puerta. Pero todo es un asco.

– Una pregunta, Habib: vuestros espias, ?conocen un bar que se llama Saturno?

– Ya lo creo. Es un nido de viboras. La sede del PSH esta cerca y todos los extremistas humanos se reunen ahi. ?Por que?

– Por nada. Estaba pensando en como acercarme a Hericio, tal y como decias.

– Si, estaria bien. Pero ten mucho cuidado. No creo que sea el mejor dia para ir por alli.

– Lo se. Ah, si, solo una cosa mas… ?que le dijiste a Nabokov?

– ?Como?

– Cuando me la encontre, Nabokov repetia que tu le habias contado algo… «Habib me lo dijo, Habib me lo dijo…» Algo que obviamente la desazono mucho…

El hombre alzo las cejas con gesto de desconcierto.

– No tengo ni idea de que me hablas. No le dije nada. Creo que ni siquiera hable con ella despues de la muerte de Myriam. ?Ultimamente todo ha sido tan caotico! Estaria delirando… Al final estaba totalmente fuera de si.

– ?Se sabe algo de su autopsia?

– Aun es pronto. Pero lo raro es que no la han llevado al Anatomico Forense. No sabemos que ha hecho la policia con el cuerpo de Valo. Nuestros abogados van a presentar una queja formal.

– Que extrano…

– Si, todo es demasiado extrano en este asunto -dijo Habib con voz ahogada.

Bruna corto la comunicacion desasosegada. ?Le habrian metido tambien a la moribunda Valo una memoria adulterada? ?Un programa de comportamiento inducido que incluyera las alucinaciones, una supuesta conversacion con Habib, la idea criminal de poner una bomba? ?Fue por eso por lo que menciono la palabra venganza? ?Y por que estaba ocultando su cuerpo la policia?

– ?Largate de Madrid, rep de mierda!

El grito insultante provenia de un coche particular que habia pasado a su lado. Lo vio alejarse velozmente calle abajo y saltarse las luces de un cruce para no tener que detenerse. El conductor chillaba mucho, pero sin duda era un cobarde. O tal vez deberia decirlo de otro modo: sin duda chillaba porque estaba asustado.

Bruna suspiro. Miro alrededor una vez mas, buscando rastros de Lizard. No se le veia por ningun lado, pero la detective no se confio: todavia le escocia no haber advertido esa manana que el inspector la estaba siguiendo. Claro que para el era muy facil: en realidad bastaba con rastrear el ordenador movil de la rep. Algo totalmente prohibido para todo el mundo, desde luego, pero por lo visto no para los inspectores de la Judicial. Menudencias legales que se saltaban alegremente. Por si acaso, la detective apago el movil y saco la fuente de alimentacion, que era la unica manera de impedir que lo detectaran: quitar el chip de localizacion era un delito, y ademas estaba instalado de tal modo que era muy dificil llevar a cabo la operacion sin destrozar el ordenador. Luego se dio una vuelta a la manzana para ver si alguien la seguia y, en efecto, creyo distinguir a una mujer joven y robusta que apestaba a policia y que debia de ser un perro de Lizard. La androide tenia varios metodos para intentar perder a una sombra y decidio usar el del metro. Como tuvo que pagar con dinero porque llevaba el movil desconectado, la muy torpe de su perseguidora paso por los controles de entrada mucho antes que ella y tuvo que quedarse al otro lado merodeando y disimulando malamente hasta que Bruna saco su billete en las maquinas. Haciendo como si no se hubiera dado cuenta de su presencia, la rep se dirigio a uno de los andenes. Estaban en la estacion Tres de Mayo, uno de los mas complejos nudos de comunicacion de la red subterranea, con cinco lineas de metro que se entrecruzaban. La androide espero pacientemente la llegada del tren, mientras la chica robusta fingia ostentosos bostezos a unos cuantos metros de distancia (era una de las primeras cosas que te ensenaban en el Curso Elemental de Simulacion: bostezar produce una instantanea sensacion de ausencia de peligro en el perseguido, decia el instructor). Cuando el tren entro con un bramido de hierro en la estacion, la rep subio y se instalo al final del convoy, apoyandose negligentemente contra la pequena puerta de comunicacion que habia entre los vagones y que en este caso, al estar situada en el ultimo coche, permanecia bloqueada. La de los bostezos estaba cuatro puertas mas adelante. En el mismo instante que el metro se puso en marcha, Bruna saco el descodificador de claves y en medio segundo desbloqueo el simplisimo mecanismo de la cerradura. Estaba saliendo la cola del tren de la estacion cuando la rep abrio la puertecita y salto a las vias. Procuro tirar de la hoja para que se cerrara detras de ella, pero de todas maneras, aunque no hubiera conseguido hacerlo, para cuando la mujer policia llegara hasta el final del convoy no se atreveria a saltar desde un tren en franca aceleracion. Por no hablar de la habilidad y del entrenamiento necesarios para caer bien y para no freirse con la linea de alta tension. La androide dudaba de que un humano tuviera las aptitudes suficientes para hacerlo, salvo que fuera un humano con unas habilidades tan extraordinarias como un artista de circo.

Mientras el metro se alejaba en la oscuridad con un rebufo de aire caliente, Bruna regreso hacia la estacion y subio por una escala al anden de la estacion de Tres de Mayo. Una pareja de humanos de mediana edad dieron un respingo al verla emerger del tunel y emprendieron un patetico trotecillo hacia la salida. La androide resoplo con disgusto y se planteo la posibilidad de decirles algo: no se preocupen, no tienen por que irse, no soy un peligro. Pero ya estaban demasiado lejos, y si se ponia a llamarles en voz alta y los seguia, lo mismo les provocaba un ataque de nervios. Tanto miedo por todas partes no podia llevar a nada bueno.

Cambio de linea, subio a otro vagon y salio del metro dos estaciones mas alla. Frente a ella estaban las cupulas de plastico multicolor del circo. No queria encender el movil, de manera que tuvo que volver a pagar la entrada con dinero en efectivo, dando mentalmente gracias una vez mas a la corrupcion habitual de los gobernantes de la Tierra, que habia hecho que el antediluviano papel moneda aun siguiera siendo legal y utilizado en todo el mundo, justamente por sus magnificas condiciones de anonimato e impunidad: era un dinero silencioso que no dejaba rastro de su paso, al contrario de las transacciones electronicas.

La funcion estaba mediada y apenas habia un cuarto de aforo. Bruna camino de puntillas y se instalo en un lateral, lo mas cerca posible de la zona de la orquesta. Era un lugar malisimo con una pesima visibilidad y todas las localidades de alrededor estaban vacias, de manera que su llegada no paso inadvertida. En cuanto bajo el arco en una pausa de lo que estaba tocando, la violinista, que era la unica mujer del grupo de seis musicos, miro a la rep con atencion y luego saludo con un apenas perceptible cabeceo. Bruna respondio con un movimiento semejante y se acomodo con paciencia en el asiento. Tendria que esperar a que acabara el espectaculo. Los numeros se sucedian con la aburrida rutina de su falsa alegria. Era un circo mediocre, ni muy malo ni desde luego

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