tan tragica que a veces se le mojaban los ojos al recordarla, pero una historia que ya no podia sentir como propia, sino como un drama del que tal vez un dia fue testigo, o como un cuento que alguien le hubiera contado.
Y esa lejania era lo mas devastador, lo mas insoportable.
Esa lejania interior era la segunda y definitiva muerte de su nino. Porque si el no era capaz de mantener a su pequeno Edu vivo en el recuerdo, ?quien mas podria hacerlo?
Que debil, que mentirosa e infiel era la memoria de los humanos. Yiannis sabia que, en los cuarenta y nueve anos transcurridos, todas y cada una de las celulas de su cuerpo se habian renovado. Ya no quedaba ni una pizca organica original del Yiannis que un dia fue, nada salvo ese halito transcelular y transtemporal que era su memoria, ese hilo incorporeo que iba tejiendo su identidad. Pero si tambien ese hilo se rompia, si no era capaz de rememorarse con plena continuidad, ?que diferenciaba su pasado de un sueno? Dejar de recordar destruia el mundo.
Por eso, porque siempre sintio esa vertiginosa desconfianza hacia la memoria, decidio convertirse en archivero profesional. Y por eso de cuando en cuando intentaba acordarse de Edu de verdad, desde dentro. Cerraba los ojos y, con esfuerzo improbo, procuraba reconstruir alguna escena lejana. Volver a visualizar la vieja habitacion, el perfil de los muebles, la exacta densidad de la penumbra; sentir el calor de la tarde, la quietud del aire pegado a su piel; escuchar el silencio apenas roto por un jadeo sosegado y diminuto; oler el aroma tan tibio y tan carnal, ese sabroso tufo a animal pequeno; y entonces, solo entonces, ver al nino durmiendo en su cuna; y ni siquiera al nino entero, sino quiza reconstruir en toda su pureza y veracidad esa manita aun gruesa, todavia mullida y de bebe, esa mano perfecta de dedos enroscados, abandonada al descanso e ignorante de su absoluta indefension. Con suerte, alcanzado este punto, el recuerdo llegaba desde el pasado como un rayo y atravesaba a Yiannis, encendiendo de golpe toda la agudeza del sufrimiento y haciendo llorar al viejo. Llorar de dolor, pero tambien de gratitud, porque de alguna manera, y por un instante, habia logrado no ya rememorar a Edu, sino volver a sentir que un dia estuvo vivo.
Archivo Central de los Estados Unidos de la Tierra
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ACCESO ESTRICTAMENTE RESTRINGIDO
Madrid, 19 enero 2109, 13:10
Buenas tardes, Yiannis
LA INTRUSION NO AUTORIZADA ES UN DELITO PENAL QUE PUEDE SER CASTIGADO HASTA CON VEINTE ANOS DE CARCEL
Teleportacion
Etiquetas: historia de la ciencia, desorden TP, la Fiebre del Cosmos, Guerras Roboticas, Dia Uno, los Otros, Paz Humana, Acuerdos Globales de Casiopea, sintientes.
#422-222
La teleportacion o teletransporte (TP) es uno de los mas viejos suenos del ser humano. Aunque la teleportacion cuantica se venia ensayando desde el siglo XX, el primer experimento significativo sucedio en 2006 cuando el profesor Eugene Polzik, del Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, consiguio teleportar un objeto diminuto, pero macroscopico, a una distancia de medio metro, utilizando la luz como vehiculo transmisor de la informacion del objeto. Sin embargo solo fue a partir de 2067, con el descubrimiento de las insospechadas cualidades de potenciacion luminica del astato, un elemento extremadamente raro en la Tierra pero relativamente abundante en las minas de Titan, cuando la teleportacion dio un salto de gigante. En 2073, con ayuda de la llamada
A partir de entonces se desato entre los paises de la Tierra un autentico furor de exploracion y conquista del Universo. Puesto que la teleportacion anulaba las distancias y daba igual recorrer un kilometro que un millon de kilometros, las potencias terricolas se enzarzaron en una carrera para colonizar planetas remotos y explotar sus recursos. Fue la llamada Fiebre del Cosmos, y se convirtio en una de las causas principales del desencadenamiento de las Guerras Roboticas, que arrasaron la Tierra desde 2079 hasta 2090. El teletransporte siempre tuvo elevados costes economicos, por lo que en general solo se tepeaban equipos de exploracion de dos o tres personas. Como apenas se disponia de informacion mas o menos fiable de unos pocos centenares de planetas que pudieran resultar colonizables, no era raro que los enviados de varios paises coincidieran en un objetivo, bien por casualidad o bien gracias al espionaje, con consecuencias a menudo violentas. Numerosos exploradores cayeron en combate o asesinados, y los repetidos incidentes diplomaticos fueron elevando la tension mundial. A medida que los destinos mas conocidos iban siendo tomados o se convertian en territorios en agria disputa, las potencias empezaron a arriesgar mas y a mandar a sus exploradores a lugares mas remotos e ignorados, lo que incremento la ya elevada mortandad de los teleportados. En 2080, ultimo ano de la Fiebre del Cosmos, fallecio el 98% de los exploradores de la Tierra (cerca de 8.200 individuos, casi todos ellos tecnohumanos), la mayoria simplemente desaparecidos tras el salto, tal vez desintegrados por error en el oscuro espacio intergalactico, tal vez volatilizados en el acto al ser tepeados a un planeta inesperadamente abrasador.
Para entonces ya se habia hecho publico algo que los cientificos y los Gobiernos supieron desde los comienzos del uso de esta tecnologia: que el teletransporte es un proceso atomicamente imperfecto y puede tener gravisimos efectos secundarios. Es una consecuencia del principio de Incertidumbre de Heisenberg, segun el cual una parte de la realidad no se puede medir y esta sujeta a cambios infinitesimales pero esenciales. Lo que significa que todo organismo teleportado experimenta alguna alteracion microscopica: el sujeto que se reconstruye en el destino no es exactamente el mismo que el sujeto de origen. Por lo general, estas mutaciones son minimas, subatomicas e inapreciables; pero un significativo numero de veces los cambios son importantes y peligrosos: un ojo que se desplaza a la mejilla, un pulmon defectuoso, manos sin dedos o incluso craneos carentes de cerebro. Este efecto destructivo de la teleportacion es denominado desorden TP, aunque a los individuos aquejados de deformaciones visibles se les conoce coloquialmente como los