de estar satisfecho, parecia insaciable.

Erik percibia ahora que habia sido mas duro que de costumbre. A veces, el tambien disfrutaba, tanto sexual como mentalmente. Era como si se abandonase, como si disfrutara del aspecto destructivo que habia en todo aquello. Su vida era un camino cuesta abajo y no habia otra alternativa. Era preferible dejar que ocurrieran las cosas. El dolor podia suponer que se sintiera mas satisfecho al dia siguiente. La tension era un factor que no se debia infravalorar. Cuando entraba en un club, sabia que al cabo de unas horas mantendria una relacion intima con otra persona, pero no tenia ni idea con quien iba a ser. Por supuesto, habia placer en la doble vida que llevaba, eso sin contar con que lo mantenia en pie economicamente. Al mismo tiempo, resultaba agotador, tanto en el aspecto fisico como en el mental. En ocasiones le acometian ataques de ansiedad, de desesperacion y sentia un vacio infinito. Mitigaba aquello con las pastillas y el alcohol. Una huida momentanea, claro, pero no veia otra salida. No existia otra vida para el. Era como un pez de colores en una pecera, no podia escapar.

El otro le sonrio y lo devolvio a la realidad. Tiro la toalla con un gesto triunfal y dirigio una mirada a su sexo que hizo comprender a Erik que aun no estaba saciado.

Capitulo 43

Los agentes de la Policia Nacional se habian ido a Estocolmo para pasar el fin de semana en casa; todos salvo Martin Kihlgard. Knutas se preguntaba a veces si Kihlgard tendria algun tipo de vida aparte de su trabajo en la policia. En realidad, no sabia gran cosa de el. Su colega no hablaba nunca de su familia y no lucia ninguna alianza, asi que Knutas daba por sentado que era soltero. Tampoco sabia que hacia durante el tiempo libre, ademas de comer, claro. Aquel dia tambien encontro a Kihlgard zampandose un bocadillo de salami con queso cuando se asomo al despacho que ocupaba el agente de Estocolmo durante su estancia en Gotland.

– ?Que tal va eso?

– Bastante bien, he estado analizando este misterioso codigo. Empece con una pregunta bastante sencilla.

Respondio con la boca llena de comida, como de costumbre, y Knutas aguardo mientras se lo tragaba.

– Bueno, me pregunte como era posible que el asesino supiera que Egon Wallin iba a salir de casa otra vez.

Knutas se encogio de hombros.

– Tal vez fuera pura casualidad. Quiza siguiese a Wallin y esperara a que apagaran las luces.

– ?Tambien cabe que supiera que Wallin iba a encontrarse con alguien!

La voz de Kihlgard sono triunfante, como si lo que acababa de decir fuera algo nuevo y revolucionario.

– Si, eso ya lo hemos discutido, y le hemos estado dando vueltas cientos de veces.

Knutas se impacientaba. Ah, no, no pensaba quedarse alli y desperdiciar su valioso tiempo discutiendo tonterias.

– El asesino tenia que saber que Wallin pensaba salir mas tarde para verse con alguien -insistio Kihlgard sin inmutarse-. Es probable que tambien supiera que esa persona se alojaba en el hotel Wisby.

– ?En el hotel Wisby? -repitio Knutas boquiabierto-. ?Como sabes que la mujer con quien se iba a reunir se alojaba alli?

El otro le acerco el papel con el codigo que Knutas habia garabateado aquella misma manana.

– ?Por que si no va uno por ahi con el codigo nocturno del hotel anotado en un papel dentro de la cartera?

– ?Como has llegado a esa conclusion?

– Primero comprobe en el banco si podia ser el codigo de una tarjeta de credito; y luego, con su mujer, si era el codigo de la alarma de la casa, ya que tienen tantas pinturas valiosas en su hogar… No dio resultado. Entonces pense otra vez en la situacion y en la hipotesis de que fuera a encontrarse con alguien, probablemente en un hotel. Comprobe que hoteles no tienen portero por la noche. Resulta que en el Wisby cambiaron el sistema tras el asesinato de la mujer que se encargaba de la recepcion por las noches. Quien llega al hotel pasada la media noche y antes de las seis de la manana, tiene que llamar a un timbre para que la recepcionista baje a abrir. De esa manera no puede colarse ningun extrano. En el caso de que un huesped del hotel no quiera llamar al portero, quiza porque el o ella quieran subir a alguien a la habitacion de tapadillo… -Le hizo un guino con un gesto de ya- sabes-a-lo-que-me-refiero-. Bueno, en prevision se les facilita a todos los clientes un codigo que pueden usar. Comprobe el codigo con el hotel y resulta que coincidian. Por razones de seguridad lo cambian cada dia y este era el codigo habilitado para la noche del sabado 19 al domingo 20 de febrero.

Knutas emitio un silbido.

– No esta nada mal -le dijo con admiracion en el tono de voz-. Impresionante. Asi que nos limitamos al hotel Wisby. No habra muchos clientes entre los que elegir. Excelente, Martin.

Le dio a su colega una palmada amistosa en la espalda.

– Muchas gracias.

Les interrumpio la llegada de Karin.

– ?Almorzamos?

A Kihlgard se le ilumino la cara.

– Me parece una excelente idea -contesto metiendose el ultimo trozo de bocadillo en la boca-. Solo una cosa mas. He comparado la lista de los clientes que se alojaban en el hotel aquella noche con la de los invitados a la exposicion.

– ?Si?

– No hay ni una sola mujer que estuviera en ambas listas. Todos los que visitaron la exposicion y se alojaban en el hotel son hombres.

Capitulo 44

El sabado, Johan se desperto temprano. Se quedo en la cama echado de lado y mirando la cara de Emma mientras pensaba como iban a casarse. Teniendo en cuenta lo turbulenta que habia sido su relacion hasta ahora, queria acceder al deseo de ella y casarse cuanto antes. No se atrevia a arriesgarse a que ocurriese algo que pudiera echar por tierra sus planes.

Quiza tuviera que renunciar a su sueno de casarse en la iglesia. Seria maravilloso, de todas formas.

Estaban a finales de febrero y deberian disponer al menos de dos meses si querian alcanzar a enviar las invitaciones a tiempo. Que asistieran la familia y los amigos era para el una condicion indispensable. Se negaba a renunciar a ello. Pero ?donde podian celebrar la ceremonia sino en una iglesia? Nada mas pensarlo se le ocurrio una idea: ?por que no en las ruinas del monasterio que habia en Roma? Asi podian celebrar la fiesta en casa. Quiza el espacio resultara algo reducido, pero la casa era amplia; si habilitaban los doscientos metros cuadrados, podia hacerse. Ademas, no hacia falta servir la comida en las mesas; quiza ni siquiera hacia falta comida. Podian invitar a tarta salada y champan, sencillamente. Tal vez una tarta de gambas primero y luego el cafe y el pastel nupcial… Nada de asignar a los invitados un puesto en las mesas y nada de discursos formales. Solo alegria, fiesta y diversion.

Se entusiasmo tanto solo de pensarlo que tuvo que levantarse en busca de papel y lapiz. Anotaria a quien queria invitar para ver si habia alguna posibilidad de hacer la fiesta en casa. Si se querian casar al aire libre tal vez tuvieran que retrasar la boda algo mas. En mayo o en junio, cuando hiciera mas calor y todo estuviera verde y bonito. Harian un viaje de luna de miel, por supuesto. El canguro para los ninos no era ningun problema. Lo mejor seria que Elin se quedara en casa y que su madre o los padres de Emma, que vivian en la isla de Faro, se hicieran cargo de ella. Ademas, asi podian aprovechar para estar tambien con Sara y con Filip.

A lo mejor podian ir a Paris, penso sonador. No podia imaginarse una ciudad mas romantica. En primavera o a principios de verano. Seria perfecto.

Estaba a punto de despertar a Emma, cuando cayo en la cuenta de que tendrian que prometerse ahora que el habia pedido su mano. ?Tendria que comprar los anillos de prometidos el o deberian hacerlo juntos? No sabia

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