– No se, tengo que volver…
– ?Volver? ?Asi que pensaste que veniamos hasta aqui solo para darte una ducha?
Ahora le hablo con voz suave, al tiempo que se levantaba.
– No, no se.
– No sabes, no, hay muchas cosas que tu no sabes, corazon. Pero quiza hayas hecho bien vistiendote. Sera mas divertido asi. Vamos a jugar a un jueguecito, ?comprendes? Resultara divertido. A ti que eres tan joven te gustara jugar, ?verdad?
?Que mosca le habia picado? Trato de contener el miedo que empezaba a invadirla y se esforzo por aparentar naturalidad. No le sirvio de nada. La agarro del pelo y la obligo a ponerse de rodillas.
– Vamos a jugar al perro y el amo, ?sabes? A ti que te gustan tanto los perros. Tu puedes hacer de
Mientras hablaba se fue desabrochando la bragueta con la mano que tenia libre, con la otra la agarraba con fuerza del pelo. Fanny se quedo estupefacta cuando se dio cuenta de que era lo que queria. La presiono con fuerza contra el. Le dieron arcadas, pero no consiguio librarse.
Al cabo de un rato, por un momento le parecio que el hombre habia perdido la concentracion. No la agarraba con tanta fuerza, y entonces Fanny aprovecho la ocasion. Lo empujo y consiguio liberarse. Se levanto rapidamente y salio dando zancadas hasta la entrada. Abrio la puerta y echo a correr. La azoto el fuerte viento. La noche estaba oscura como la boca del lobo y hacia un frio helador. Se oia el ruido sordo del mar en la oscuridad. Corrio hacia la carretera, pero el le dio alcance. La tiro al suelo y le dio un golpe directamente en la cara, tan fuerte que a ella se le nublo la vista.
– Maldita putilla -solto-. Ahora te hare callar.
La volvio a agarrar del pelo y la arrastro por el patio de la casa. El suelo estaba lleno de barro y la humedad le traspaso la ropa mientras iba a cuatro patas detras de el. Se rompio los pantalones, se rozo las manos contra el suelo y le sangraba la nariz. El sonido del viento ahogo el eco de su llanto.
El hombre busco a tientas la llave de la cabana. La puerta se abrio con un chirrido. La empujo bruscamente dentro en la oscuridad.
Martes 27 de Noviembre
Cuando Majvor Jansson volvio a casa despues del turno de noche, descubrio que el perro se habia hecho pis en la alfombra de la entrada. Se le subio a las piernas gimiendo en cuanto abrio la puerta del piso. En la cocina su cuenco para el agua estaba vacio. Enseguida advirtio que pasaba algo. La puerta de la habitacion de Fanny estaba abierta de par en par y la cama estaba hecha. Eran casi las siete de la manana del martes y era evidente que Fanny no habia estado en casa desde la tarde anterior.
Su madre se sento en el sofa del cuarto de estar para pensar. Ahora no queria dejarse llevar por el panico. ?Que era lo que iba a hacer ayer Fanny? Seguro que ir a las cuadras despues de la escuela, ahora se pasaba alli las horas muertas. No tuvieron tiempo de verse en casa, porque ella tenia que ir al trabajo a las cinco. ?Lo que significaba que Mancha se habia pasado catorce horas solo! El enfado empezo a bullir en su interior, pero se aplaco igual de rapido. La inquietud se iba aduenando de ella a medida que iba ordenando sus pensamientos.
Fanny no dejaria nunca de venir a casa si sabia que Mancha estaba solo. Voluntariamente no. ?Se habria quedado a dormir en casa de alguna amiga? La probabilidad de que fuera asi era remota, pero de todas formas empezo a mirar por si habia dejado alguna nota. ?Le habria mandado algun mensaje al movil, quiza? Se apresuro a ir hasta la entrada y rebusco en los bolsillos de su abrigo. Alli tampoco habia nada. Mancha habia terminado de comer y gemia insistentemente. Tenia que salir.
Mientras paseaba entre las casas iba pensando que posibilidades habia. ?Estaria Fanny enfadada con ella? No, no lo creia, llevaban bastante tiempo sin discutir. En el fondo, era consciente de que quiza no siempre era la madre que su hija necesitaba. Pero no podia evitarlo. Era como era y no tenia fuerzas para hacerlo de otra manera. No era facil ser madre soltera.
?Seria una manifestacion de rebeldia? ?Se habria marchado Fanny con alguna amiga a la que ella no conocia? ?O con un chico? Majvor se apresuro a volver a casa con el perro, que parecia bastante mas tranquilo. Empezo a llamar por telefono.
Una hora despues seguia igual de desconcertada. Ni sus familiares ni los conocidos podian dar razon de donde estaba Fanny. Llamo a la escuela. Alli tampoco estaba, segun le informaron. La inquietud fue secandole la boca. Saco una botella de vino y se sirvio un vaso. ?Ojala no hubiera pasado nada! ?Y en las cuadras? ?Tenia el numero? Habia un papel pegado en el frigorifico. Fanny siempre tan ordenada. Sujetaba temblorosa el auricular mientras esperaba que alguien contestara.
– ?Si? -respondio por fin una voz dura de hombre, despues de diez senales.
– Si, hola, soy Majvor Jansson, la madre de Fanny -se presento-. ?Esta ahi Fanny?
Mientras hablaba cayo en la cuenta de que no sabia con quien estaba hablando ni como era el sitio donde este se encontraba. Fanny llevaba mas de un ano yendo a las cuadras, pero ella no habia puesto un pie alli. ?Por que no habia ido nunca por alli? Ahora se maldecia a si misma, y se fue apoderando de ella la idea cada vez mas evidente del poco interes que le habia dedicado a su hija. ?Cuando fue la ultima vez que le pregunto por sus deberes? No se atrevia ni a pensarlo.
– No, no esta -respondio amablemente el hombre-. Estuvo aqui ayer por la tarde, pero ahora deberia estar en la escuela, ?no?
– No esta alli y tampoco ha dormido en casa esta noche.
El hombre que estaba al otro lado del telefono parecia ahora preocupado.
– Que raro. Espera un poco -le rogo y oyo como dejaba el auricular.
Voces de fondo, estaba llamando a alguien. Volvio pasados unos minutos.
– No, nadie sabe nada. Lo siento.
La llamada al hospital tampoco dio ningun resultado.
?Y si miraba en su habitacion? Normalmente Majvor no entraba alli, puesto que existia un acuerdo tacito entre ellas de que el dormitorio era una zona privada.
A primera vista, todo parecia como de costumbre. La cama estaba primorosamente hecha, en la mesilla de noche habia un libro al lado del despertador. El escritorio estaba lleno de boligrafos, libros, coleteros, papeles y revistas. Rebusco entre las cosas, abrio todos los cajones, miro en la estanteria y en el armario. Volvio patas arriba todo el cuarto sin encontrar ninguna nota, ningun papel, agenda o numero de telefono que pudiera indicarle el paradero de Fanny.
En la cama, ocultas bajo unos cojines, encontro evidentes manchas de sangre en la parte exterior de la colcha, junto a la cabecera de la cama. Deshizo la cama. No habia sangre ni en la sabana ni en el edredon, pero debajo de la cama habia mas huellas de sangre. A Majvor le temblaba todo el cuerpo cuando marco el numero de la policia.
Ya en la entrada, Knutas sintio cierta opresion en el pecho. Se alegro de que Sohlman lo hubiera acompanado. Todo el piso resultaba deprimente con aquellas habitaciones estrechas y de colores apagados. El apartamento se encontraba en un edificio de tres pisos en la calle Mastergatan, en el barrio de Hoken, al noreste de Visby, a poco menos de un kilometro de la muralla.
Majvor Jansson tenia la cara enrojecida de haber llorado cuando abrio la puerta. Dado que Fanny tampoco se encontraba en casa de su padre, la policia se tomo en serio la denuncia de su desaparicion. Los restos de sangre hallados en la colcha hicieron que hubiera motivos para sospechar que se hubiera producido algun acto violento o violacion, por lo cual decidieron registrar el cuarto de la chica.
Knutas percibio un ligero olor a alcohol en el aliento de Majvor Jansson.
– ?Cuando fue la ultima vez que vio a Fanny? -le pregunto una vez sentados a la mesa de la cocina.
– Ayer por la manana. Desayunamos juntas antes de que ella se fuera a la escuela. Yo no entraba a trabajar hasta las cinco de la tarde, pero siempre se va a las cuadras cuando sale de clase, asi que casi no nos vemos por la tarde.