Karin Jacobsson, antes de la hora indicada. Esta vez no solo estaban representados los medios locales, sino tambien los diarios de la manana de difusion nacional, los periodicos vespertinos, la agencia de noticias TT, Ekot, varios canales comerciales de television y el canal publico de Television Sueca, ademas de Johan y Peter de
La sala era un hervidero de murmullos. Los reporteros buscaban sitio entre las filas de sillas. Preparaban los boligrafos y hacian ruido al pasar las hojas de sus blocs. Algunos llevaban aparatos para transmitir por radio. Los fotografos y los camaras de television se situaban en lugares estrategicos e instalaban sus equipos. Los microfonos se disponian uno junto a otro en uno de los lados de la mesa alargada.
La avalancha de periodistas obligo al grupo de investigacion a cambiar la sala en el ultimo momento. Ahora estaban en la gran sala de conferencias, en otra parte de las dependencias policiales. La gobernadora civil habia llamado para comunicar que queria estar presente.
«Que pintara aqui», penso Knutas mientras se abria paso entre aquel monton de gente y comprobaba que Martin Kihlgard y el jefe provincial de la policia ya se encontraban sentados a la mesa.
El murmullo de la sala ceso cuando Knutas les dio la bienvenida. Se presento a si mismo, presento a los companeros que compartian la mesa con el, y comenzo dando cuenta de forma breve del ultimo asesinato. La policia deseaba ser generosa con la informacion, y al mismo tiempo era importante evitar que se filtrara informacion que pudiera perjudicar la investigacion. Un equilibrio dificil.
Cuando termino, abrio un turno libre de preguntas.
– ?Hay similitudes entre este asesinato y el de Helena Hillerstrom? -pregunto un periodista.
– Hay ciertas similitudes. Pero, lamentandolo mucho, no puedo hablarles de ellas.
– El arma, por razones evidentes, no puede haber sido la misma -dijo uno de los reporteros de la prensa local haciendose el sabihondo-. Pero ?se ha usado ahora el mismo tipo de arma? La segunda victima, ?ha sido tambien asesinada con un hacha?
– No. El ultimo asesinato se ha cometido con un arma punzante.
– ?Un cuchillo, entonces?-pregunto Johan.
– Es demasiado pronto para decir de que tipo de arma punzante se trata.
– ?Hay testigos? -pregunto el reportero de GT.
– De momento, parece que nadie ha visto ni oido nada. Estamos entrevistando a numerosas personas.
– ?Sospechan que pueda tratarse de la misma persona que la vez anterior?
– Si y no, las dos cosas. Algunos indicios parecen dar a entender que no es ese el caso, como, por ejemplo, el que el autor haya usado un arma distinta. Pero otras circunstancias apuntan a que podria tratarse del mismo individuo, asi que en la situacion actual no lo sabemos. Logicamente, no podemos descartar esa posibilidad.
– ?Han encontrado alguna relacion entre las victimas, ademas de que ambas fueran mujeres y de la misma edad?
– Eso no puedo comentarlo para no entorpecer la investigacion. Lo unico que les dire es que las dos tenian relaciones en Estocolmo y en Gotland.
– ?Podria darse el caso de que el asesino hubiera venido de Estocolmo?
– Por supuesto.
– ?Por que no se busca alli?
– Lo hacemos.
– ?Donde?
– A eso no te puedo responder, como comprenderas.
– ?Hay coincidencias en la forma en que ambas han sido asesinadas? -pregunto Johan.
– Acerca de eso no puedo decir nada.
La frustracion era enorme entre los reporteros, pero Knutas no cedio. El equipo que llevaba la investigacion habia decidido no revelar nada acerca de como habia sido asesinada Frida Lindh. El campo quedaba abierto para la especulacion.
– ?Se trata de un asesino en serie? -pregunto una periodista de Radio Gotland.
– Es pronto para pronunciarse. No sabemos aun nada de eso.
– ?Pero no lo descartais?
– No podemos hacerlo, evidentemente.
– ?Que va a pasar con el novio de la primera victima? -continuo la reportera local.
– Ha sido puesto en libertad. Ya no es sospechoso.
Un murmullo recorrio la sala.
– ?Por que no?
– Lo siento, pero no puedo decir nada al respecto.
– ?Como podeis estar tan seguros de que es inocente?
– No puedo desvelar las razones. Me limitare a decir que el novio esta libre de la sospecha de haber participado en el asesinato de Frojel -repitio el comisario, que empezaba a ponerse rojo de pura irritacion.
– Esto solo puede significar que creeis que el autor de los dos asesinatos es la misma persona -tercio Johan-. El de la mujer en el cementerio no lo pudo cometer Per Bergdal, puesto que estaba encerrado en la prision de Visby.
– Como ya he repetido varias veces, no podemos comentar con mas detalle esas circunstancias -insistio Knutas con forzada calma.
Johan opto por cambiar de pregunta:
– ?Que pasa con el arma del crimen? ?Se ha encontrado?
– No.
– ?Que piensa hacer ahora la policia? -indago el reportero de Eko.
– Se han pedido refuerzos de la Policia Nacional. Investigamos tanto dentro como fuera de la isla, y estamos tratando de encontrar puntos en comun entre las dos victimas.
– ?Se conocian las victimas entre si? -pregunto otro reportero de- TV.
– No, segun la informacion de que disponemos en estos momentos. El trabajo para conocer mas detalles de su pasado esta en marcha.
Cuando, una hora mas tarde, los periodistas hubieron concluido sus entrevistas individuales, Knutas se apresuro a abandonar la sala.
La gobernadora civil lo tomo del brazo.
– ?Tienes un momento?
– Por supuesto -respondio cansado.
Se encamino hacia su despacho y cerro la puerta tras ellos.
– Esto es grave -dijo la gobernadora, una dama energica de unos cincuenta y cinco anos. Normalmente pacifica y risuena, ahora se reflejaba una profunda inquietud en su rostro. Se hundio con un suspiro en el sofa que Knutas tenia para las visitas, se quito las gafas de gruesos cristales y se seco la frente con un panuelo-. Es muy grave -repitio-. Estamos a mediados de junio. En estos momentos, los trabajos para el inicio de la temporada turistica estan en marcha. Hoteles, campings, albergues, alquileres de casas… Las reservas llegan a montones…, de momento. Me pregunto que va a pasar. Parece que se trata de un asesino en serie, y una cosa asi no es precisamente algo que atraiga a los turistas. Me preocupa que estos dos asesinatos los vayan a espantar.
– Si, claro -asintio Knutas-. Pero no podemos hacer nada al respecto. Ninguno de nosotros desea que un asesino ande suelto.
– ?Que pensais hacer ahora? ?Que medios habeis puesto? Comprenderas lo importante que es que detengais al asesino lo antes posible…
– Por favor -la interrumpio el comisario con irritacion-. Hacemos todo lo que podemos con los escasos medios de que disponemos. Toda mi seccion, o sea, los doce componentes de la policia judicial que quedaron despues de todos los recortes y reorganizaciones, trabajan a plena dedicacion en este caso. Ademas, he pedido otros cuatro investigadores de la Policia Nacional y permaneceran aqui el tiempo que sea necesario. He solicitado que me presten algunos hombres de la policia local, aunque ya estan hasta el cuello de trabajo. Pronto nos veremos invadidos por mas de medio millon de turistas y tendremos que arreglarnoslas con ochenta y tres hombres para toda la isla. Incluyendo tambien la de Faro. Tu misma puedes calcular la proporcion. No hay mas recursos de los que echar mano -concluyo mirando fijamente a la gobernadora.