garganta fuertemente agarrada. Pero, en este caso… -Pedersen sufrio un ataque de tos y se volvio un momento, antes de continuar- En este caso, el asesino se lo puso algo mas facil.
– ?Que quieres decir? -Patrik se inclino hacia delante, cada vez mas interesado. Pedersen hojeo los folios que tenia delante hasta que encontro el parrafo que buscaba.
– Aqui. Encontramos restos de somniferos en su sistema circulatorio. Lo mas probable es que la durmieran primero y la estrangularan despues.
– Joder -dijo Patrik mirando una vez mas la foto de Lillemor.
– ?Pudisteis averiguar como ingirio los somniferos? Quiero decir si los mezclaron con algo.
Pedersen nego con un gesto.
– El contenido de su estomago era como un coctel diabolico. No tengo ni idea de lo que bebio, pero olia claramente a alcohol. Yo diria que estaba muy ebria en el momento de su muerte.
– Si, bueno, se corrieron una buena juerga aquella noche, segun supimos despues. ?Es posible que le administraran el somnifero en alguna de las bebidas que tomo?
Pedersen alzo los brazos con gesto impotente.
– Imposible decirlo con seguridad, pero, desde luego, es una posibilidad.
– Vale, en resumidas cuentas, la durmieron y la estrangularon. De eso estamos seguros. ?Encontraste alguna otra cosa de interes?
Pedersen volvio a repasar sus documentos.
– Si, se aprecian otras lesiones. Parece haber recibido golpes en el torso, y una mejilla presentaba un hematoma subcutaneo, como si le hubieran propinado una bofetada tremenda.
– Bueno, eso encaja con lo que sabemos que ocurrio aquella noche -respondio Patrik cenudo.
– Tambien tenia varios cortes profundos en las munecas. Debio de sangrar mucho.
– Cortes en las munecas… -repitio Patrik, que no habia reparado en ellos cuando la vio en el camion de la basura. Claro que no fue capaz de examinarla a fondo. Le echo un vistazo y luego se dio la vuelta rapidamente. Aquellos datos eran sin duda muy interesantes-. ?Que puedes decir de los cortes?
– No mucho.
Pedersen se paso la mano por el pelo y se lo revolvio un poco mas. Patrik experimento una sensacion de
– Sin embargo, el modo en que se practicaron me hace pensar que no son autoinfligidos. Ya sabes que es una practica muy popular, sobre todo entre las adolescentes.
Patrik recordo enseguida la imagen de Jonna en la sala de interrogatorios. Los brazos plagados de heridas, desde la muneca hasta el codo. En su mente empezo a cobrar forma una idea, pero se encargaria de ello mas tarde.
– ?Y la hora? -pregunto Patrik-. ?Podrias decir cuando murio aproximadamente?
– Como ya sabes, yo no me dedico a una ciencia muy exacta, pero la temperatura de su cuerpo en el momento del hallazgo indica que murio durante la noche. En torno a las tres o las cuatro, diria yo basandome en mi experiencia.
– Vale -respondio Patrik con expresion meditabunda. No se molesto en tomar notas, ya que sabia que Pedersen le facilitaria una copia del resultado de la autopsia-. ?Algo mas? -pregunto, y el mismo percibio el tono esperanzado de su voz. La semana anterior anduvieron tanteando a ciegas, ningun dato concreto hizo avanzar la investigacion, asi que ahora confiaba en obtener cualquier cosa, por nimia que fuera.
– Si, recogimos unos pelos muy interesantes que tenia en la mano. Supongo que el asesino le quito la ropa para eliminar posibles huellas, pero no cayo en la cuenta de que ella se habia agarrado a algo, seguramente en el momento de morir.
– Eso significa que los pelos no pueden proceder del camion, ?no es asi?
– No, sobre todo teniendo en cuenta que los tenia bien cogidos, en el interior del puno cerrado.
– ?Y? -Patrik sentia el calor de la impaciencia. Por la expresion de Pedersen, adivino que aquello era un buen hallazgo, que por fin podrian trabajar con algo concreto-. ?Que pelos eran?
– Bueno, la verdad es que no me he expresado con exactitud. Son pelos de un perro. De un galgo espanol, para ser exactos. Segun el informe… -dijo poniendo ante Patrik el documento con los resultados del laboratorio cientifico que, por fortuna, ocultaron la fotografia de Lillemor.
– ?Pueden asociarse a un perro en concreto?
– Si y no -respondio Pedersen moviendo la cabeza algo compungido-. El ADN de los perros es tan especifico e identificable como el de los seres humanos. Ahora bien, exactamente igual que en el caso de las personas, es preciso que el pelo contenga el foliculo piloso del que obtener el ADN. Y cuando se les cae el pelo, el foliculo no suele ir con el. En este caso, no habia foliculos. Pero, por otro lado y por suerte para vosotros, el galgo espanol es una raza poco comun y solo hay en torno a doscientos ejemplares en toda Suecia.
Patrik lo contemplaba lleno de admiracion.
– ?Y tu sabes todas esas cosas asi, sin mas? ?Que clase de formacion recibis vosotros, eh?
Pedersen rompio a reir.
– Si, despues de las series de
– Si, bueno, eso me suena. No por la familia de mi actual pareja. Por desgracia, sus padres murieron en un accidente de coche hace unos anos, pero si por el padre de mi ex mujer. En su caso, siempre andaba dando clases magistrales sobre automoviles.
– Ya, es que los suegros suelen tener sus cosas… Pero tambien a nosotros nos pasara, a su debido tiempo - rio Pedersen antes de adoptar de nuevo una expresion grave-. Si tienes preguntas sobre los pelos de perro que hemos encontrado, puedes hablar directamente con el laboratorio. Yo no se mas de lo que dicen estos documentos, y pensaba darte una copia.
– Estupendo -respondio Patrik-. Solo tengo una pregunta mas que hacer. Deduzco que no existe el menor indicio de agresion sexual en relacion con la muerte de Lillemor, ?es asi? ?No hay senales de violacion ni nada parecido?
Pedersen nego con la cabeza.
– No, no existen indicios que apunten a nada de eso. Con ello no quiero decir que el asesinato no tenga implicaciones sexuales de todos modos, pero no hay pruebas que lo corroboren.
– Bien, gracias -contesto Patrik poniendose en pie.
– ?Como llevais el otro caso? -quiso saber Pedersen de pronto, a lo que Patrik se desplomo de nuevo en la silla. Tenia los remordimientos escritos en la cara.
– Pues… por desgracia, ha quedado en un segundo plano -confeso abatido-. Ha sido tal el caos que han organizado la television y los periodicos, y los jefes llamando cada cinco minutos para preguntar si habiamos descubierto algo que… sintiendolo mucho, lo hemos dejado practicamente aparcado. Pero no se quedara asi. A partir de ahora, le dare otro giro al asunto.
– En fin, quienquiera que lo haya hecho, debe pagar por ello. Jamas he visto nada parecido, y se precisa una buena dosis de frialdad para quitarle la vida a alguien de esa manera.
– Si, lo se -respondio Patrik apesadumbrado. Recordo la voz de Kerstin cuando hablo con ella por telefono hacia tan solo un par de horas, una voz muerta, desesperanzada. No podia perdonarse haber relegado la investigacion de la muerte de Marit-. Pero, ya te digo, a partir de ahora cambiare las prioridades. Creo que hoy mismo obtendre algunas respuestas en relacion con ese caso. -Se levanto, cogio el monton de documentos que le entregaba Pedersen y le dio las gracias con un apreton de manos.
Ya en el coche, puso rumbo al lugar donde esperaba obtener mas respuestas. O, al menos, mas interrogantes.
– Te dio Pedersen alguna informacion relevante?
Martin escuchaba y tomaba notas mientras Patrik le resumia lo que Pedersen le habia revelado.
– Oye, lo de los pelos de perro es muy interesante. Es algo concreto sobre lo que indagar -opino Martin, y volvio a prestar atencion.
– …