– Ya, claro, como tu eres tan honrado… ?Que facil es para ti, que nadas en el dinero de tu padre! -le espeto Tina, que casi volco el vaso de cerveza que acababa de colocar en la bandeja.
– Oye, hay cosas que no se hacen ni por dinero.
– «Hay cosas que no se hacen ni por dinero» -lo remedo Tina con voz aflautada y una mueca de desprecio-. Joder! ?Es repugnante lo santurron que puedes ser! Y el cerdo de Mehmet. Tengo que matarlo.
– Oye, relajate -le dijo Calle inclinandose sobre la barra-. Recuerda que han amenazado con cortar la grabacion si no se lo deciamos. Y tu parecias mas interesada en salvar tu propio pellejo. Pero no tienes derecho a hundirnos a todos en la mierda.
– Era un farol, ?no lo entiendes? ?Como iban a eliminar lo unico que les ha proporcionado un poco de publicidad? Si viven para esto, cono.
– Ya, bueno, pero yo no creo que Mehmet tenga la culpa de nada. Si yo te hubiera visto coger el diario, tambien lo habria dicho.
– Seguro que si, pedazo de inutil -dijo Tina tan indignada que la bandeja le temblaba entre las manos-. ?Sabes lo que te pasa a ti? Que te pasas los dias en la plaza de Stureplan y crees que la vida es asi. Ir por ahi tirando de las tarjetas de papa, andar por la vida pasando de currarte nada y aprovecharte de los demas. ?Es tan patetico! Y ahora vienes a decirme a mi que esta bien y que esta mal. Yo al menos intento hacer algo con mi vida, quiero algo, tengo aspiraciones. ?Y tengo talento, dijera lo que dijera esa cretina de Barbie!
– Ya, asi que ahi es donde te duele, ?no? -repuso Calle burlon-. Escribio algo sobre tu supuesta carrera como cantante y eres tan ruin que decidiste airear su vida en la prensa para vengarte. Ya oi lo que os gritabais la noche que murio. No soportabas que dijera lo que todos pensamos.
– Ese puton mintio. Me aseguro que no os habia dicho a ninguno que yo no llegaria a nada y que no tenia talento. Mintio y me aseguro que no se lo habia dicho a nadie, que era una invencion malevola, que quien hubiese dicho aquello mentia. Pero luego lo lei en su diario, asi que era verdad. ?Claro que lo pensaba y seguro que habia ido diciendolo y difundiendo un monton de mierda sobre mi! -Tina volco uno de los vasos, que se cayo al suelo. Los fragmentos se esparcieron por toda la estancia.
– ?Mierda! -exclamo Tina dejando la bandeja con los vasos que quedaban. Cogio el cepillo y empezo a recoger los fragmentos-. ?Mierda, puta mierda!
– Oye -dijo Calle-. Jamas le oi a Barbie una mala palabra sobre ti. Por lo que yo se, lo unico que hizo fue animarte, como tu misma dijiste en la ultima reunion con Lars. Incluso lloraste con lagrimas de cocodrilo, si no recuerdo mal.
– No creeras que soy tan imbecil como para ponerme a hablar mal de una muerta, ?verdad? -le pregunto barriendo las ultimas esquirlas de vidrio.
– Sea lo que sea lo que escribio en el diario, no puedes reprocharselo, porque es verdad. Cantas como una urraca y si yo fuera tu empezaria a afinar un poco mi solicitud para el McDonalds -dijo Calle riendose al tiempo que echaba una rapida ojeada a la camara.
Tina solto el cepillo en el suelo y se le acerco de una zancada. Pego su cara a la de el y le susurro llena de ira:
– Mas te valdria callarte la boca, Calle. Tu no fuiste el unico que oiste lo que se dijo la noche que Barbie murio. Tu tambien te metiste con ella y te pasaste bastante. Por algo que habia dicho por ahi de que tu madre se habia suicidado por culpa de tu padre. Segun ella, tampoco lo habia ido contando, asi que yo en tu lugar me callaria la boca.
Cogio la bandeja y salio en direccion al restaurante. Calle estaba palido. Evoco mentalmente las acusaciones, las duras palabras que le habia dicho a Barbie aquella ultima noche. Recordo tambien su mirada incredula ante aquello de lo que la habia acusado. Su insistencia cuando, al borde del llanto, le aseguraba que no habia dicho nada parecido y que no seria capaz de decirlo jamas. Lo peor era que no podia librarse de la sensacion de que le habia dicho la verdad.
– Patrik, ?tienes un minuto? -Annika guardo silencio al ver que estaba ocupado al telefono.
Levanto un dedo para indicarle que esperase un momento. La conversacion parecia estar tocando a su fin.
– Vale, de acuerdo, lo haremos asi -dijo Patrik irritado-. Vosotros nos dais el diario y nosotros os damos informacion de primera mano cuando encontremos al culpable.
Estrello el auricular en la base del telefono y se volvio hacia Annika con expresion atormentada.
– ?Idiotas! -exclamo indignado y lanzando un suspiro.
– ?El periodista del diario vespertino? -pregunto Annika antes de sentarse.
– El mismo -respondio Patrik-. Oficialmente, acabo de cerrar un acuerdo con el diablo. Lo mas probable es que hubieramos conseguido el diario de todos modos, pero habriamos tardado mas. Llevamos tres dias trapicheando con ellos, asi que ahora lo haremos asi. Tendremos que darles su libra de carne.
– Si -asintio Annika. Entonces, Patrik se dio cuenta de que estaba esperando impaciente para poder decirle algo.
– Bueno, ?y que querias decirme? -le pregunto.
– La consulta que curse el lunes pasado ha dado resultado -le revelo Annika sin poder ocultar su satisfaccion.
– ?Tan pronto? -exclamo Patrik sorprendido.
– Si, supongo que la atencion mediatica de que goza Tanumshede en estos momentos ha sido una ventaja - constato.
– Bien, ?y que tienes? -pregunto con repentino interes.
– Posiblemente, dos casos mas -le dijo mirando sus papeles-. Al menos el modo en que murieron coincide al cien por cien. Y… -vacilo un instante-… en ambos casos encontraron lo mismo que nosotros en Rasmus y Marit.
– ?Vaya, vaya! -comento Patrik inclinandose-. Bien, cuentame todo lo que tengas.
– Uno de los casos es de Lund. Un hombre de unos cincuenta anos, murio hace seis. Estaba muy alcoholizado y aunque abrigaron ciertas dudas sobre sus lesiones, consideraron que se habia matado bebiendo. -Annika miro a Patrik, que la animo a seguir-. El otro caso se produjo hace diez anos. En Nykoping. Una mujer de setenta anos. Se clasifico como asesinato, pero jamas lograron resolverlo.
– Es decir, dos asesinatos mas -concluyo Patrik, intuyendo la envergadura de lo que se les avecinaba-. En total, cuatro casos de asesinato que parecen estar relacionados.
– Si, eso parece -convino Annika quitandose las gafas, que empezo a hacer girar entre sus dedos.
– Cuatro asesinatos -repitio Patrik abatido. El cansancio se extendia sobre su semblante como una fina membrana gris.
– Cuatro, mas el asesinato de Lillemor Persson. Lo admito, creo que hemos llegado al limite de nuestra capacidad -observo Annika con pesadumbre.
– Pero, ?que dices? -pregunto Patrik-. ?No crees que podamos con la investigacion? ?Piensas que deberiamos pedir ayuda a la central? -La miro pensativo, con la sospecha de que quiza tuviera razon. Por otro lado, ellos tenian todos los datos, solo ellos podian encajar todas las piezas del rompecabezas. Exigiria colaboracion entre distritos, pero estaba convencido de que eran lo bastante competentes para controlar la situacion-. Empezaremos con ello y ya veremos si necesitamos ayuda -decidio.
Annika asintio. Si el lo decia, lo harian asi.
– ?Cuando piensas presentarselo a Mellberg? -le pregunto agitando sus notas.
– En cuanto haya hablado con los responsables de las investigaciones en Lund y Nykoping -respondio-. ?Tienes ahi los datos de contacto?
Annika asintio.
– Aqui te dejo las notas, contienen todo lo que necesitas. Patrik le dio las gracias con un gesto. Ya en el umbral, Annika parecio dudar un poco.
– O sea, un asesino en serie, ?no? -pregunto sin poder dar credito a lo que acababa de decir.
– Eso parece -contesto Patrik. Luego cogio el auricular y empezo a llamar.
– Oye, ?que bonito tienes esto! -exclamo Anna al ver la planta baja.
– Bueno, esta un poco vacio. Pernilla se llevo la mitad de las cosas y yo… pues no he tenido tiempo de