reemplazarlas. Y ahora parece que no tiene mucho sentido. Tendre que vender la casa y en un apartamento no podre meter muchos muebles.

Anna asintio y lo miro compasiva.

– Si, es duro. Aunque, comparado con lo que has tenido que pasar… -dijo Dan.

– No te preocupes, no espero que todo el mundo compare sus problemas con los mios. Cada uno tiene su perspectiva de las cosas y yo no puedo convertirme en la medida y el modelo de lo que es razonable quejarse. Lo entiendo.

– Gracias -respondio Dan con una amplia sonrisa-. En otras palabras, me permites que me lamente todo lo que quiera, ?no?

– Bueno, puede que no todo lo que quieras… -repuso Anna con una sonrisa. Se dirigio a la escalera y senalo la planta superior con un gesto inquisitivo.

– Claro, puedes subir a mirar si quieres. Incluso he hecho la cama y he recogido del suelo la ropa sucia, asi que no hay riesgo. No te veras atacada por unos calzoncillos sucios.

Anna puso cara de asco y volvio a reir. Se habia reido mucho y muy a menudo ultimamente. Era como si tuviese que recuperar varios meses de risas. Y, en cierto modo, asi era.

Cuando volvio a bajar, Dan habia puesto la mesa con unos bocadillos.

– ?Nam! ?Que rico! -dijo sentandose a la mesa.

– Si, pense que nos vendria bien. Y esto es lo unico que tengo que ofrecer en estos momentos. Las ninas me dejaron el frigorifico vacio y no he tenido tiempo de ir a comprar.

– Bocadillos es perfecto -replico Anna dando un gran mordisco a uno de queso.

– ?Como van los preparativos de la celebracion? -pregunto Dan preocupado-. Tengo entendido que Patrik se pasa los dias trabajando y no quedan ni cuatro semanas para el dia de la boda.

– Si, puede decirse que vamos con el tiempo justo… Pero lo vamos resolviendo entre Erica y yo, asi que creo que lo conseguiremos. Siempre y cuando la madre de Patrik se mantenga al margen.

– ?Por que? -pregunto Dan curioso. Anna le respondio con una animada descripcion de la ultima visita de Kristina.

– ?Anda ya! ?Estas de broma! -repuso muerto de risa.

– Te lo juro -aseguro Anna-. Fue tal y como te lo he contado.

– Pobre Erica -dijo Dan-. Y yo que pensaba que la madre de Pernilla se metia en todo cuando ibamos a casarnos. -Dan meneo la cabeza.

– ?La echas de menos? -pregunto Anna. Dan fingio no haberla entendido.

– ?A la madre de Pernilla? No, ni lo mas minimo, la verdad.

– Venga, hombre, ya sabes a quien me refiero. -Anna lo observo con una mirada escrutadora.

Dan se tomo unos minutos para reflexionar.

– No, creo que puedo decir sinceramente que ya no -dijo al fin-. Antes si, pero no estoy seguro de que la echase de menos a ella, sino mas bien lo que teniamos… como familia, no se si me explico.

– Si y no -respondio Anna con una subita expresion de infinita pena-. Creo que quieres decir que echabas de menos el dia a dia, la seguridad, lo predecible. Yo eso jamas lo tuve con Lucas. Nunca jamas. Pero, en medio del miedo y, mas tarde, del terror autentico, tengo la sensacion de que eso era lo que yo anoraba tambien. Un poco de rutina de lunes. Un poco de vida predecible. Lo cotidiano.

Dan puso su mano sobre la de ella.

– No tienes por que hablar de eso.

– No pasa nada -replico Anna cerrando los ojos para contener las lagrimas-. He hablado tanto durante las ultimas semanas que empiezo a cansarme de mi propia voz. -Anna se rio y se sono en una servilleta.

Dan mantuvo la mano sobre la de ella.

– Pues yo no me canso lo mas minimo de oirte. Por lo que a mi respecta, podrias estar hablando dias enteros.

Se hizo un placido silencio mientras los dos se miraban a los ojos. El calor de la mano de Dan se extendia por todo el cuerpo de Anna e incluso llego a derretir partes que ni siquiera sabia que tenia congeladas. Dan abrio la boca para decir algo pero, justo en ese momento, sono el movil de Anna. Se sobresaltaron y Anna retiro la mano para sacar el telefono, que tenia en el bolsillo. Miro la pantalla.

– Es Erica -dijo como disculpandose antes de levantarse para contestar.

En esta ocasion, Patrik decidio convocar a sus colegas en la cocina. Habia tanto que digerir entre lo que pensaba exponerles que creyo que podrian necesitar tanto una taza de cafe bien cargado como algun bollo. Dejo que se fueran sentando, aunque el permanecio de pie. Todos lo miraban tensos segun iban entrando. Era evidente que algo pasaba, pero Annika no les habia revelado nada, asi que ninguno sabia aun de que se trataba. Solo que era algo importante, a juzgar por la expresion grave de Patrik. Un pajaro paso volando ante la ventana de la cocina y, en un acto reflejo, todos se volvieron atraidos por el movimiento, pero enseguida fijaron de nuevo la vista en Patrik.

– Servios cafe y bollos antes de empezar -los animo Patrik con voz grave. Se oyo un murmullo mientras todos se servian cafe del termo y se pedian unos a otros la cesta de los bollos, pero enseguida volvio a reinar el silencio-. A peticion mia, Annika envio el lunes pasado una consulta sobre casos de fallecimiento que presentasen similitudes con los asesinatos de Rasmus y Marit.

Hanna alzo la mano y Patrik le indico con un gesto que podia hablar.

– ?Que, exactamente, se pedia en la consulta?

Patrik asintio, dando a entender que comprendia la pregunta.

– Enviamos una lista de puntos caracteristicos de estos dos casos de asesinato. Y, en la practica, abarcan dos ambitos: el modo en que murieron y el objeto hallado cerca de las dos victimas.

Esto ultimo constituia una novedad para Gosta y Hanna, que se inclinaron hacia Patrik con gesto inquisitivo.

– ?Que objeto es ese? -pregunto Gosta.

Patrik echo una ojeada hacia Martin y explico:

– Cuando Martin y yo revisamos la mochila que Rasmus llevaba cuando murio, encontramos un objeto que tambien hallamos cerca del cadaver de Marit. En su caso, en el asiento del acompanante. No reaccionamos al verlo porque lo consideramos parte de la basura que habia en el coche. Sin embargo, al encontrarlo tambien en la mochila…

– Pero ?que es? -insistio Gosta inclinandose aun mas hacia Patrik.

– Una pagina arrancada de un libro. De un libro infantil, para ser exactos -explico Patrik.

– ?Un libro infantil? -repitio Gosta incredulo. Hanna tambien parecia desconcertada.

– Si, son paginas del cuento de Hansel y Gretel, ya sabeis, de los cuentos de los hermanos Grimm.

– Tu estas de broma -afirmo Gosta.

– Por desgracia, no. Y no solo eso. Ese dato, en combinacion con los detalles sobre el modo en que murieron Rasmus y Marit, nos ha llevado a localizar otros dos casos seguramente relacionados con el nuestro.

– ?Dos casos mas? -Ahora le toco a Martin preguntar sin dar credito a lo que oia.

Patrik asintio.

– Si, hemos recibido la informacion esta manana. Otros dos casos encajan en el patron. Uno en Nykoping y el otro en Lund.

– O sea, dos casos mas -repitio Martin como un eco, como si a su cerebro le costase asimilar la informacion que Patrik acababa de exponer. Este lo entendia a la perfeccion.

– ?Es totalmente seguro que los cuatro casos guardan relacion? -pregunto Hanna-. Suena demasiado increible, por decirlo de alguna manera.

– Murieron de forma identica y todos tenian cerca una pagina arrancada del mismo cuento. De modo que si, creo que podemos dar por hecho que los cuatro casos estan relacionados -repuso Patrik con acritud, un tanto sorprendido y molesto al ver cuestionada su afirmacion-. En cualquier caso, seguiremos con la investigacion, o con las investigaciones, partiendo de la base de que existe una conexion entre ellas.

Martin pidio la palabra. Patrik se la concedio con un gesto de asentimiento.

– ?Las otras victimas tambien eran abstemias?

Patrik meneo la cabeza despacio. Eso era lo que mas lo irritaba.

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